HACIA LA NUEVA DIRIGENCIA DEL PAN. 8. ADELANTAR LAS ELECCIONES.

Optamos por separar los 27 comentarios sobre el punto, 8.3% de 325, de los referentes al PAN por considerar que esta decisión de Manuel Espino modificaba la correlación de fuerzas. Inicialmente se pensó que este movimiento iría en detrimento de Martínez Cázares, quien tendría poco tiempo para hacer campaña entre los consejeros nacionales de su partido. Ahora, ante la decisión de Espino de no reelegirse, el escenario se modifica.

El presidente del CEN del PAN, Manuel Espino, ya se quiere ir.
Por estatutos debe permanecer hasta marzo, pero ya pidió al Consejo Nacional de su partido que la sucesión se adelante.
No le puso fecha, pero dijo que “lo antes posible”.
Y es que la cargada a favor de Germán Martínez Cázares es demasiado fuerte como para pensar que el candidato de Espino, Gerardo Priego, tenga posibilidades de ganar.
Aunque... quizá la intención de Espino al pretender adelantar el proceso sea la de jugar su última carta, que es él mismo, antes de que se desgaste más.
Total, ya no tiene nada que perder.
Pepe Grillo, Crónica, 7 de octubre.

El consejo Nacional del PAN resultó más interesante de lo que se esperaba. Nos cuentan que consejeros afines a Germán Martínez, quien va con todo por la presidencia del partido, aceptarán la propuesta de Manuel Espino de adelantar para este año, y no en 2008, la lucha por la dirigencia del blanquiazul.
De lo contrario, Espino podría solicitar que a Martínez, hombre cercano al presidente Felipe Calderón, se le sancione por “adelantar” los tiempos de campaña, sin que hubiera una convocatoria formal de Acción Nacional. En los hechos, el actual dirigente nacional del partido tiene, por así decirlo, asegurada la aprobación de su propuesta, que acortaría por meses la campaña del ex secretario de la Función Pública, quien se vería imposibilitado para visitar a todos los consejeros del país como tenía planeado, y convencerlos de que es el hombre idóneo para llevar las riendas del PAN. También se dijo que la verdadera intención de Espino fue mandar un mensaje a los calderonistas, en el sentido de que no serían ellos los que marcarán los tiempos para la sucesión en la dirigencia
“Bajo reserva”, El Universal, 7 de octubre.

Otra vez. Manuel Espino puso en jaque al panismo tradicional y, más aún, a los “hombres del Presidente” cuando, sorpresivamente, anunció que someterá a consideración del Consejo la propuesta de “adelantar lo más posible” la elección de quien habrá de relevarlo en el cargo, o su reelección, en una maniobra que puso a pensar a muchos acerca de si de verdad hoy alguien tiene 60% de los votos necesarios para elegir al nuevo presidente “azul”… y lo que ello podría implicar
Enrique Aranda Pedroza, “De naturaleza política”, Excélsior, 7 de octubre.

VAYA sorpresa con la que salió Manuel Espino en la apertura de las hostilidades, perdón... de las actividades del Consejo Nacional del PAN al pedir que se adelante la elección interna lo más posible, aunque todavía le quedan seis meses en el cargo.
PESE a que la gente de Germán Martínez -entre ellos César Nava- calificó la oferta de Espino como generosa, los malpensados afirman que, más que rendir la plaza, el dirigente albiazul intentó dar un madruguete.
Y ES QUE, si alguna oportunidad tiene el espinismo de evitar la derrota, es acortando los tiempos, para que Martínez y su equipo hagan campaña y generen los suficientes amarres para garantizarles no sólo el triunfo, sino el control del partido.
POR LO PRONTO, Espino se anotó dos puntos a su favor: le cambió el esquema a los calderonistas y atrajo -aunque quizá sea por última vez- los reflectores.
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 7 de octubre.

Los tan cacareados idus de marzo en el Partido Acción Nacional se convertirán casi en la fiesta del Thanksgiving, hacia finales de noviembre: don Manuel Espino, contra todos sus dichos, urgió en la reunión del Consejo Nacional de ese partido el fin de semana, el adelanto de las elecciones internas para buscar a su sucesor, que bien podría —¡oh, pitoniso!— ser él mismo.
La discusión sobre la presencia activa del grupo Yunque dentro del partido de azul y blanco pasó de noche en la reunión del Consejo, lo cual manda un mensaje muy claro de la fuerza política de este grupo de ultraderecha. También anticipaba la decisión de Espino de lanzarse por todas las canicas de su partido, aun si ello significa una mayor distancia o un franco rompimiento con el habitante de Los Pinos.
Félix Cortés Camarillo, “Cancionero”, Milenio, 8 de octubre.

Pero como ayer el nuevo Consejo Político panista, mayoritariamente calderonista, aceptó la sorprendente propuesta de Espino, es de suponer que por ahí el Chapulín Colorado intervino en las grillas internas y todo estuvo fríamente calculado para que la candidatura de Germán Martínez no corra peligro alguno…
El PAN ha sorprendido en los últimos tiempos con circunstancias que en su congruencia ideológica de décadas no parecían tener cabida. Su conservadurismo fue roto, en primera instancia, por el neopanismo que en los años ochenta le llevó en buena medida a su primer triunfo presidencial del 2000, pero su primer presidente de la República resultó un dislate fenomenal que, sin embargo, ha contado con el apoyo de Espino dentro y fuera del partido y dentro y fuera del país. ¿Debemos suponer que ese error ha terminado? ¿Que Fox y Marta se aplacarán a cambio de su tranquilidad en el rancho de sus lujos y de sus últimas jaquecas...?
Leopoldo Mendívil, “Crónica Confidencial”, Crónica, 8 de octubre.

Manuel Espino sorprendió a los miembros del Consejo Político del PAN al proponer este sábado, 6 de octubre, adelantar el proceso de selección del nuevo presidente del partido.
No es ningún secreto que Espino tiene una mala relación con el presidente Felipe Calderón. El conflicto se hizo especialmente pesado durante la campaña del 2006, pero no ha terminado ahora que Calderón es presidente de la República.
La renovación de la presidencia del partido estaba programada para marzo del 2008. Pero el tabasqueño Gerardo Priego, un diputado de ésos que tienen ganas de hacer cosas, adelantó los tiempos al anunciar que buscaría la presidencia nacional del partido. Unos días después, Germán Martínez Cázares renunció a la Secretaría de la Función Pública y lanzó el sombrero al ruedo. A nadie le queda duda de que el presidente Calderón respalda esta última candidatura.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 8 de octubre.

En el fondo, la preocupación de Espino no es la polarización o el desgaste que pueda sufrir el partido por una sucesión adelantada —como la que él mismo impulsó—, sino que al adelantar seis meses esa sucesión, el verdadero ganancioso resultaría el “candidato del Presidente”, el señor Germán Martínez, quien en su calidad de ex secretario de Estado y de “alfil” del Presidente, contaría con el tiempo suficiente para fortalecer no sólo una candidatura ganadora, sino una corriente que aplastaría por completo a Espino y sus leales, incluido su “peón” Gerardo Priego.
¿Qué ganaba Espino con una sucesión adelantada, y qué gana con su propuesta de acortar la sucesión? Se trata de dos escenarios distintos. En el primer caso, resulta que igual que muchos panistas y analistas, Manuel Espino siempre creyó que el candidato del Presidente para dirigir al PAN sería César Nava. Bajo esa lógica, los espinistas creyeron que contarían con mayores posibilidades de una dirigencia de negociación y hasta compartida. Pero cuando el presidente Calderón sacó de la manga a Germán Martínez, que es el segundo caso, resulta que el peso del aspirante, su cercanía con la base doctrinaria del partido y su influencia entre los consejeros nacionales —sumados el medio año de campaña—, colocaban en un predicamento a Espino Barrientos y a sus leales, quienes verían debilitadas sus posiciones, sus fuerzas y, sobre todo, las posibilidades de una dirigencia negociada
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 8 de octubre.

Por así convenir a sus intereses, Manuel Espino Barrientos fue el responsable de adelantar los tiempos de la sucesión en la dirigencia del PAN, y cuando los estrategas de Calderón movieron sus piezas para aprovechar esos tiempos adelantados de la sucesión, y cuando decidieron destapar a Martínez Cázares como el verdadero aspirante a jefaturar Acción Nacional, el señor Espino debió “recular” y reaccionó con un “golpe de timón”. Es decir, invocó supuestas “circunstancias” que “sugieren, aconsejan y recomiendan” adelantar la elección del nuevo dirigente del PAN, para enmendar su error inicial.
Repentinamente apareció el Manuel Espino preocupado por las “circunstancias” que vive el panismo en la disputa por el control del partido, en sentido contrario a sus declaraciones recientes, cuando hace pocos meses en su pasado Consejo Nacional —en el que fue abucheado y menudearon las voces que reclamaron su renuncia—, el propio Espino argumentó que los tiempos del partido los marcan los estatutos. Y los estatutos dicen que la dirigencia del partido será renovada al cumplir el tiempo para el que fue electo su presidente, en este caso hasta el mes de marzo de 2008
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 8 de octubre.

Manuel Espino consideró que así como se le adelantaron… perdón, que así como está el proceso de selección del nuevo presidente (por aquello de la candidatura de Germán Martínez, del cual me encargaré más adelante), es necesario adelantar la elección:
—Honestamente, creo que las circunstancias sugieren, aconsejan y hacen más recomendable que el CEN emita la convocatoria.
La decisión fue avalada ayer por unanimidad del Consejo Político, y de hecho, hoy podríamos amanecer con la noticia de que se ya se dio a conocer la convocatoria. O a más tardar durante esta semana.
La elección al interior del PAN se realizará entre el 20 de noviembre y el 3 de diciembre, en lugar de hasta marzo
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 8 de octubre.

Espino sigue deshojando la margarita de si buscará reelegirse o no. Hasta el momento son sólo dos los más apuntados a sucederlo: Germán Martínez y Gerardo Priego
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 8 de octubre.

La decisión del PAN de adelantar la elección de su dirigente nacional, a propuesta de Manuel Espino, apunta a que ya hubo una negociación entre los dos bloques en que está dividido el panismo: los empoderados calderonistas y los ultraconservadores. Casi podría decirse que al pedir que se apresurara su relevo, Espino está recapitulando y decidió evitar la batalla que se hubiera dado con supremacía de fuerzas de los calderonistas, que controlan la mayoría absoluta del Consejo Nacional que elegirá al nuevo dirigente. Lo que hacen Espino y los grupos de ultraderecha que le acompañan es dejarle el paso libre a Germán Martínez Cázares, aunque es muy probable que detrás de esa “generosa y visionaria decisión” —como calificaron los panistas al gesto de Espino—, haya una negociación de muy alto nivel para apoyar a Calderón y a su candidato. ¿Tendrá algo que ver el caso del enriquecimiento y los escándalos por las propiedades y lujos de Vicente Fox?, ¿no será que Espino ya pactó con los calderonistas a cambio de que no molesten al ex presidente, con el que siempre ha tenido fuertes ligas políticas y económicas?..
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 8 de octubre.

Manuel Espino, presidente del PAN, guardó sus cartas con absoluto sigilo y de repente soltó la sorpresa: adelantar las elecciones para dirigente, dado que ya dos gallos se apuntaron para sucederlo. La propuesta fue aprobada sin mayores problemas y hasta elogios se llevó. Todo parece indicar que el legado del duranguense en el blanquiazul será efímero y con recuerdos no muy gratos
“Binoculares”, El Gráfico, 8 de octubre.

Poco, pero Manuel Espino Barrientos recuperó terreno. El líder nacional del PAN logró que el Consejo Nacional, en sesión este fin de semana con su nueva alineación, le comprara su solicitud de adelantar la elección prevista para marzo, de la que no se baja en su afán de repetir en el cargo. Así, a los calderofílicos, con el ex secretario de la Función Pública, Germán Martínez Cázares, en la cima, se les acaba el tiempo para hacer campaña en las 32 entidades con los respectivos consejeros
“Frentes Políticos”, Excélsior, 8 de octubre.

El Consejo Nacional del PAN aceptó adelantar el proceso de cambio de la dirección del partido. Ahora tocará al CEN del partido definir el procedimiento y la fecha para la elección. Esta decisión se considera una victoria política de la corriente encabezada por su actual dirigente, Manuel Espino…
Miguel Ángel Rivera, “Clase Política”, La Jornada, 8 de octubre.

Y en Acción Nacional justifican que Manuel Espino haya propuesto adelantar su salida de la dirigencia nacional, porque fue la forma más efectiva de frenar a Germán Martínez Cázares. “Creo que las circunstancias sugieren, aconsejan y hacen recomendable que emita la convocatoria para la elección del próximo jefe nacional” en su sesión de este lunes.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 9 de octubre.

Pasado el trago gordo entre espinistas y calderonistas, el PAN va por la renovación de su cúpula achicando la agenda. Héctor Larios Córdova, líder de la bancada en San Lázaro, asegura que adelantar el proceso de sucesión —de marzo de 2008 a diciembre de este año— no es consejo de Los Pinos sino una determinación de acortar a la mitad la campaña interna, ahora que, por ejemplo, se economizará en la presidencial. Y el senador Humberto Aguilar Coronado sopesa sus posibilidades de entrarle como tercero (o cuarto, con Gerardo Priego Tapia), sumado a la contienda entre Manuel Espino Barrientos y Germán Martínez Cázares
“Frentes Políticos”, Excélsior, 9 de octubre.

El cálculo de Espino y de los grupos que le acompañan sigue la lógica de que “más vale un mal arreglo que un buen pleito”; y en lugar de apostarle a una contienda en la que tendrían todo en contra y podían ser arrasados por sus adversarios, optan por una mediación política en la que calculan obtener más posiciones que si perdieran de manera abrumadora una disputa interna.
Saben que en la negociación, Germán y los calderonistas tendrán la sartén por el mango, pero aún así prefirieron pactar que repetir un resultado como el que se dio en la integración de las comisiones del PAN, aprobadas por el Consejo Nacional panista el fin de semana, y en las que el grupo de Calderón se quedó con unas 30 posiciones, mientras que la corriente Espino apenas logró 10 comisiones, las mismas que logró el grupo de Santiago Creel.
Parafraseando una de las rendiciones militares más famosas de la historia, la de los japoneses ante los aliados en 1945 en el río Kwai, inmortalizada en una película de 1957, podría decirse que el fin de semana pasado, con su propuesta de adelantar la elección interna, Manuel Espino comenzó a cruzar el puente que lo llevará a firmar su capitulación ante Calderón
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 9 de octubre.

No pudimos preguntarle si la propuesta de adelantar las elecciones internas era realmente de él o si hubo presión de los nuevos dueños del PAN para que la fecha de su sucesión se adelantara alrededor de cuatro meses.
La nuestra era una duda justificada. El pasado 24 de septiembre escribimos en este mismo espacio sobre la posibilidad de que se acortara el mandato de Espino. Decíamos entonces que los amigos de Felipe, hartos de que el jefe nacional del PAN se comportara más como un adversario que como un aliado —así lo definieron—, lo querían fuera del edificio de avenida Coyoacán, antes de que culminara su periodo (en marzo de 2008).
“Intentaremos precipitar su salida durante el próximo Consejo Nacional”, reveló entonces un importante personaje del partido fundado por Manuel Gómez Morin, y así lo escribimos. No se volvió a tocar el asunto. Le rascamos, pero nos topamos con un hermetismo total. El sábado reapareció el tema, pero como propuesta del jefe nacional.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 9 de octubre.

Se sabía que la reunión del Consejo Nacional panista el sábado pasado sería decisiva para el futuro del partido. De alguna manera lo fue. Manuel Espino, presidente del blanquiazul, sorprendió proponiendo un adelanto, para noviembre, de la fecha de elección de la nueva dirigencia. La propuesta tenía que ser aprobada porque coincidía con los intereses de la mayoría calderonista del Consejo y de esa manera se podría acelerar la llegada de Germán Martínez a la dirigencia del partido. Pero no era un gesto de buena voluntad de la corriente más conservadora del PAN: adelantando la fecha de la elección interna, Espino intenta fortalecer posiciones antes de la renovación de las dirigencias estatales, la mayoría de las cuales fueron colocadas durante su gestión en el partido. Adelanta la confrontación, pero acepta, por otra parte, acortar su periodo: en realidad, es una salida para una crisis que de otra manera podría profundizarse aún mucho más de aquí a marzo
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 10 de octubre.

Como parece ser la divisa del gobierno de Felipe Calderón, la impericia política podía dar al traste con la candidatura oficial de Germán Martínez a la presidencia del PAN. Y lo peor es que la elección de dirigencia panista podría dirimirse en el tribunal electoral.
El dirigente saliente Manuel Espino demostró tener más habilidad política que la Burbuja Timbiriche que maneja la política presidencial. El sábado los calderonistas le tenían preparada una trampa a Espino: a la hora de su discurso, los simpatizantes del candidato oficial calderonista Germán Martínez se pondrían de pie, abuchearían a Espino y se pondrían espectacularmente una camiseta y una pulsera de hule.
Pero Espino les movió la jugada. Al adelantar las elecciones, Espino aprovechó su conocimiento de los estatutos del partido. Al aceptar elección antes del plazo oficial, los calderonistas cayeron en la jugada de Espino: si Germán Martínez gana la presidencia del PAN en las elecciones adelantadas de diciembre, sólo podrá ser dirigente de diciembre de este año a marzo de 2008 para terminar el ciclo de Espino. Los periodos de la dirigencia panista son fijos. Por tanto, Martínez estaría obligado a buscar en marzo del próximo año la reelección y su periodo total no sería de seis años -dos de tres- sino uno corto de tres meses y uno largo de tres años.
Carlos Ramírez, “Indicador Político”, El Financiero, 11 de octubre.

MUCHOS se sorprendieron de que el propio Manuel Espino propusiera el sábado pasado adelantar las elecciones internas del PAN.
Y MÁS se sorprenderán al saber que tomó esa decisión apenas unas horas antes de hacer el anuncio ante el pleno del Consejo Nacional de su partido.
CUENTAN QUE fueron dos las razones que movieron a Espino: la primera fue la gran cantidad de consejeros que manifestaron su apoyo a Germán Martínez, y la segunda, que se enteró que esos mismos consejeros le iban a hacer la petición de achicar el tiempo de espera y apurar los comicios.
DICEN QUE ante esto, la noche del viernes Espino tomó papel para escribir su discurso con una idea central: "Antes de que me corran... ¡me voy!".
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 12 de octubre.

Manuel Espino, presidente del PAN, le dio un bofetón a sus contrincantes, con aquello de adelantar la fecha de sucesión por la dirección del partido. Nos cuentan que el sábado pasado lanzó esa propuesta porque se enteró que otros consejeros nacionales buscaban el apoyo del órgano deliberativo para anticipar el proceso, con la idea de darle un buen campanazo al duranguense.
Hábil como es, don Manuel puso manos a la obra y optó por adelantarse a hacer suya la propuesta. Luego del anuncio, todos los calderonistas coincidieron en calificar a su enemigo político como “generoso”.
“Bajo reserva”, El Universal, 12 de octubre.

La súbita decisión de Manuel Espino de adelantar casi seis meses la elección del nuevo dirigente del Partido Acción Nacional puede tener varias lecturas. La más simple pinta un escenario nada favorable para el actual presidente del PAN y el grupo que lo apoya, ya que aparentemente han constatado que no cuentan con la fuerza suficiente para alzarse con la victoria.
La segunda lectura dice que al no haber contrincantes de peso que hagan frente a Germán Martínez, se está optando por un candidato de unidad —como dirían los priistas—, con la diferencia de que ésta se daría de un modo casi natural, pues el ex secretario de la Función Pública goza de un prestigio casi unánime dentro de su partido, ya que conoce a fondo la doctrina de Acción Nacional y su presidencia garantizaría un retorno a la vocación primigenia de ese organismo.
Una tercer lectura indicaría que se está tratando de dejar como único candidato a Germán Martínez para deslegitimar su ascenso a la dirigencia nacional.
Este movimiento estratégico nos obliga a analizar cuidadosamente todos los aspectos, pues el PAN no pretende simplemente terminar el sexenio y pasar a la historia. Por eso, conviene mirar los hechos con objetividad:
Manuel Gómez Granados, Crónica, 14 de octubre.

¿Qué detiene a Felipe Calderón para llevar a cabo su travesura al más puro estilo priista?
Es irrebatible que no es su ética panista. Tampoco su árbol de moras azules. En toda la estrategia emprendida en el destape de Martínez Cázares aderezado con la operación playerita para hundir públicamente a Espino hay una entretenida dosis de perversidad (¿tricolor?) contestada en el mismo idioma y con las mismas señales. El líder blanquiazul adelantó los tiempos sucesorios pegándole en su línea de flotación a la táctica oficial. ¿El resultado? Nerviosismo. Irritabilidad. Inquietud.
Con todo y que la rendija legaloide para aventarse el tiro de violar sus estatutos y emitir una convocatoria, cual traje a la medida, para el ex titular de la Función Pública, es viable.
Al diablo con la institución.
Marcela Gómez Zalce, “A puerta cerrada”, Milenio, 16 de octubre.

El propio Priego, panista de nuevo cuño, regio de nacimiento, tabasqueño por adopción, comentaba a sus compañeros de bancada que nunca, en toda la historia del PAN, se ha adelantado tres meses la elección del jefe nacional, para favorecer un candidato que se pretende “de unidad”.
¿Los cientos de miles de panistas no tendrán otro candidato? Preguntaba Gerardo a sus interlocutores. Hacia notar también que bastaría que un sólo militante impugnara el proceso interno, para que este pudiera verse en riesgo. “El jefe nacional fue elegido por tres años (no por dos años y nueve meses)”, recordaba.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 17 de octubre.

Al ser instalado el Consejo Nacional panista el 6 de octubre, el líder Manuel Espino sorprendió a todos proponiendo una nueva fecha, tres meses antes de lo previsto, para renovar la dirección nacional, episodio en que él mismo está involucrado a menos que rehúse buscar la reelección. Si era una trampa destinada a limitar el tiempo de campaña de Germán Martínez, que días atrás había renunciado al gabinete presidencial en pos del liderazgo blanquiazul, los adversarios de Espino la ignoraron y, al contrario, la consideraron generosa. Aprobada la iniciativa en el Consejo Nacional, lo fue también el 8 de octubre en el Comité Nacional y ayer la secretaría general emitió la convocatoria respectiva. El registro de aspirantes se abrirá el miércoles 24 y será cerrado el 23 de noviembre. O, como lo anunció Espino el lunes, 45 y 15 días antes de la reunión electoral del consejo.
Miguel Ángel Granados Chapa, “Plaza Pública”, Reforma, 17 de octubre.

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