1º DE DICIEMBRE DE 2006: A UN AÑO DE LA TOMA DE PROTESTA DE FELIPE CALDERÓN: 1. LA TOMA DE LA TRIBUNA.

La tarde del martes 28 de noviembre de 2006 fue tomada la “máxima tribuna” de la Cámara de Diputados. Panistas y perredistas se enfrascaron en una lucha cuyo propósito era permitir unos, impedir otros, que Felipe Calderón tomara protesta como Presidente Constitucional de la República. Adicionalmente, comenzaron a perfilarse los escenarios: la búsqueda de un recinto alterno –el más citado era el Auditorio Nacional- y la manera en que se desarrollaría el cambio de estafeta. Conforme transcurrieron las horas, otros comentarios se centraron en las modalidades de convivencia entre legisladores, incluso de partidos diferentes. A continuación, los cincuenta comentarios al respecto a un año de distancia; un 19.23% de los 260 sistematizados.

En la Cámara existía el rumor desde la mañana: los perredistas planeaban —decía supuestamente una información del Cisen— tomar la tribuna, adelantándose al 1-D.
Todo se desencadenó cuando el perredista Cuauhtémoc Sandoval intentó subir a tribuna para explicarle a Jorge Zermeño algo del orden del día.
Los panistas estaban colocados en puntos estratégicos para no dejar pasar a nadie, y al ver que Sandoval quería subir, se pusieron en guardia, hicieron valla, le impidieron el paso, lo jalonearon y casi se cae.
Fin de la negociación. Los golpes, empujones y gritos mataron a la política. Y comenzó la trifulca.
Los perredistas se dieron cuenta de lo que pasaba y se fueron a defender a su compañero… Pero los panistas ¡pensaron que era la toma de la tribuna!
El zipizape se registró a todo color por las cámaras del Canal del Congreso, salvo unos 20 segundos en los que entró un reportaje, quién sabe por qué.
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 29 de noviembre de 2006.

Como ayer lo anticipamos en este mismo espacio, los diputados del PRD y del PT -no así los de Convergencia, que conforman también el Frente Amplio Progresista- intentaron apoderarse de la tribuna camaral, pero los del PAN se les anticiparon y evitaron, entre forcejeos, trompadas y patadas que lo hicieran, lo que originó uno de los mayores escándalos de muchos años registrados en el salón de sesiones de la Cámara Baja. Hasta anoche, varías horas después de que el presidente de la Mesa Directiva, Jorge Zermeño Infante, levantó la violenta sesión y citó para la de Congreso General, panistas y perredistas continuaban con su disputa: los del blanquiazul apostados en aquélla y los del sol azteca tratando de desplazarlos.
Francisco Cárdenas Cruz, “Pulso Político”, El Universal, 29 de noviembre de 2006.

La disputa por la tribuna donde Felipe deberá rendir protesta el próximo 1 de diciembre como Presidente de México fue el pretexto para que los diputados del PAN y los del PRD renunciaran a hacer política y, sin guantes, como peleadores callejeros, dieran rienda suelta a sus instintos más salvajes. Hubo trancazos, patadas, descontones, empujones, mentadas, retos, amenazas. La situación se salió varias veces de control. Los coordinadores estaban rebasados. Ningún bando cedía a las peticiones de sus líderes de desalojar la tribuna, a ritmo de uno y uno. "Ni ellos confían en nosotros ni nosotros en ellos", subrayaba el perredista Humberto Zazueta, uno de los protagonistas del asalto.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 29 de noviembre de 2006.

La crisis que estalló ayer en la Cámara de Diputados con el vergonzoso espectáculo de la toma violenta de la tribuna por las fracciones del PAN y el PRD canceló cualquier posibilidad de diálogo y entendimiento. La toma de protesta de Felipe Calderón está hoy en duda y fracasaron los intentos por lograr un acuerdo de civilidad. En síntesis: los radicales del panismo y del perredismo tomaron el control de sus bancadas, impusieron la violencia y derrotaron a los moderados que buscaban un pacto político.
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 29 de noviembre de 2006.

¡Bonita forma de dirimir sus diferencias!
Los panistas se vieron peor que los de la APPO; los perredistas se vieron bien vivos e hicieron que los azules cayeran en su trampa, de decir que tomarían la tribuna, y los albiazules quisieron tomar la delantera ¡48 horas antes!
Y los priistas siguieron en su papel de "grandes conciliadores" de los últimos tiempos... "Una sincera disculpa, pedimos a los ciudadanos -aseveró el priista Emilio Gamboa Patrón-, qué vergüenza!..", dijo en nombre de las blancas palomitas priistas...
Quedó en evidencia que no, Feli no llegará muy fortalecido y vigoroso, que ¡va a estar difícil su toma de posesión este viernes!
Y mientras, el presidente Fox continúa con sus nostálgicas giras de despedida. En la de ayer dijo: "me voy satisfecho, porque ya cumplí..." ajá... 64 años, será...
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 29 de noviembre de 2006.

Noticioso, sobresaliente, interesante, curioso, criticable, elogiable, plausible, loable, censurable, reprochable, indigno, son algunos de los adjetivos aplicables a los sucesos en la Cámara de Diputados.
Miguel Ángel Rivera, “Clase Política”, La Jornada, 29 de noviembre de 2006.

TAN MODOSITOS que se veían, pero los panistas salieron buenos pa' los trancazos en San Lázaro.
AL GRITO DE: "¡No respondo chipote con sangre, sea chico o sea grande!", la bancada blanquiazul saltó -según ellos- en defensa de la tribuna.
Y ES QUE, supuestamente, la bancada amarilla no tenía planeado tomar ayer la tribuna, pero al parecer ellos mismos soltaron el rumor en el salón de sesiones de que sí lo harían.
ASÍ QUE el coordinador Héctor Larios, que ya tenía bien instruidos a sus muchachos, ante lo que consideró un amago perredista hizo sonar el toque de diana y se lanzó al ataque.
NO FUE, precisamente, el desembarco en Normandía pero casi pues no sólo fue sorpresivo sino que dejó bajas en ambos bandos.
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 29 de noviembre de 2006.

En el fondo lo que está en disputa es el simbolismo de la tribuna de la Cámara de Diputados -que erigida en Congreso General el 1 de diciembre se convierte en la tribuna mas alta de la nación-, y que será el recinto para transmitir el poder. Cuando los diputados del PRD anunciaron que, por los medios que sea, impedirían que Felipe Calderón proteste frente al Congreso el 1 de diciembre, no buscan impedir que Calderón se convierta en el nuevo presidente de los mexicanos, no buscan revertir el resultado del 2 de julio y menos la calificación del Tribunal Electoral. No, pretenden vengar el supuesto agravio propinado por el gobierno saliente y le apuestan al fracaso del ceremonial en el que Calderón se convertirá en presidente constitucional. Y si esa reacción infantil del PRD muestra el talante y la hechura de esos políticos profesionales que dicen representar a los ciudadanos, que se dicen democráticos y que parecen dispuestos a incumplir la Constitución que juraron respetar y hacer respetar -lo que de suyo habla no del tamaño del fracaso electoral del PRD, sino del fracaso de su discurso y práctica democrática-, no es menos infantil la respuesta de los diputados del PAN, que con las mismas herramientas que el PRD, la toma de tribuna, se empeñan en hacer valer no tanto que se cumpla la Constitución, sino su derecho al símbolo que significa la tribuna de la Cámara de Diputados y que su presidente cumpla el ritual de transmitir el poder. Tal para cual.
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 29 de noviembre de 2006.

Sin embargo, antes de que pasaran cuatro horas, "la nota" ya estaba en otro lado: la tribuna de San Lázaro se convertía, con tres días de anticipación, en el campo de batalla entre perredistas y panistas. Como consecuencia tan sólo de rumores, según relataba la reportera Marina Núñez (quien con una extraordinaria oportunidad periodística se enlazó en vivo al noticiario de Imagen Informativa), los diputados de esos partidos reaccionaban a destiempo ante sus propias previsiones rumbo al 1 de diciembre. Los panistas, creyendo que los del PRD tomarían desde ayer mismo la tribuna, se lanzaron a crear un cerco en torno a la misma, y a los perredistas no se les ocurrió nada más inteligente que subir y liarse a golpes con los azules. El problema, más allá del lamentable espectáculo, es que esta anticipada y caótica toma bilateral de la tribuna, complica peligrosamente el escenario. Felipe Calderón ha dicho que acudirá a San Lázaro, no por capricho, sino por obligación constitucional. Y tiene razón. Debe rendir protesta "ante el pleno". Algunos dicen que bastaría con que se cambie de sede. Pero, ojo, para hacerlo sería necesario que todas las fracciones firmen una autorización. ¿Vías de solución?
Yuriria Sierra, “Nudo gordiano”; Excélsior, 29 de noviembre de 2006.

"Gente extraña" a la Cámara de Diputados, entre ellos decenas de elementos del Estado Mayor Presidencial, participaron en la trifulca en la que algunos legisladores perredistas y petistas, hombres y mujeres, recibieron golpes y puntapiés no sólo de panistas, sino de aquéllos, lo que motivó una inmediata y airada queja ante Zermeño Infante y Emilio Gamboa, el priísta que preside la Junta de Coordinación Política y que tras calificar de "bochornoso" lo que estaba ocurriendo, trató inútilmente de apaciguar la refriega.
Francisco Cárdenas Cruz, “Pulso Político”, El Universal, 29 de noviembre de 2006.

La acción había sido concertada con los que se pretenden nuevos gobernantes, entre ellos el llamado hombre lobo. La estrategia era bloquear las dos entradas a la tribuna, impedir que cualquier perredista, por cualquier motivo, intentara subir, se le impidiera el paso, si los panistas no podían hacerlo, no obstante su superioridad numérica ¬206 panistas contra 127 perredistas¬, allí estarían listos los miembros del Estado Mayor Presidencial para ayudarlos. Está claro, los miembros de ese organismo ligado a la Presidencia no intervinieron porque fueron los panistas quienes invadieron la tribuna, pero allí estaban.
Miguel Ángel Velázquez, “Ciudad perdida”, La Jornada, 29 de noviembre de 2006.

NI EN LAS TURBULENTAS… sesiones del Colegio Electoral que declaró presidente electo a Carlos Salinas en agosto de 1988 los diputados de las distintas fracciones escalaron a la violencia física como ayer sucedió en el mismo recinto que fue escenario de aquellos hechos… Por fortuna las cosas no pasaron de algunos guantones sin mayores consecuencias, y un perredista que se sintió en cancha de futbol y pretendió engañar al árbitro con una rodilla supuestamente lastimada por un contrario… Por lo demás, casi los mismos gritos, casi las mismas mentadas de madre, casi la misma representación partidista que ayer amenazó con, de una vez, apoderarse de la tribuna en su anunciado intento por evitar que hasta ahí llegue Felipe Calderón el viernes a protestar como presidente constitucional de la República… Ayer, los panistas se adelantaron y lograron detener a los obradoristas —que no es lo mismo que perredistas…— y al anochecer representantes de ambos bandos calmaban su cansancio sentados en las escalerillas de la tribuna en espera no muy optimista de los acuerdos que pudieran pactar sus coordinadores… Pero vale preguntar… Si la protesta del cargo ante la representación en pleno del Congreso de la Unión es una obligación constitucional, ¿sabotearla o intentar hacerlo no es un delito que merece sanción penal?... Los instigadores, recordemos, no tienen fuero, por legítimos que sean…
Leopoldo Mendívil, “Crónica Confidencial”, Crónica, 29 de noviembre de 2006.

Paradójicamente los días finales de Fox son simultáneamente los primeros días de Calderón: una misma crisis más grande que las ofertas. Los golpes en la Cámara de Diputados para disputarse la tribuna revelaron la dimensión del conflicto y la baja calidad política de los legisladores. Al final, López Obrador y el PRD están logrando sus objetivos: impedir el proceso institucional de asunción del próximo presidente de la República. El PRD tomó la decisión insurreccional, tipificada como sedición en las leyes penales.
Carlos Ramírez, “Indicador Político”, El Financiero, 29 de noviembre de 2006.

Ayer, con la toma de tribuna en San Lázaro, el PRD se metió en un tobogán del que saldrá debilitado. Ahora, con el bloqueo legislativo, algunos están volteando al Auditorio Nacional porque desde el lunes elementos del Estado Mayor y de la Marina tomaron las instalaciones del inmueble de Reforma, pues el viernes uno de diciembre Felipe Calderón encabezará ahí un acto. Por eso, no extrañaría que, ante la falta de condiciones para que la Cámara baja sea el escenario del traspaso de poderes, éste se realice en el Auditorio. Por lo pronto, el coordinador del PRI, Emilio Gamboa, dijo que es tiempo de valorar sedes alternas.
“Frentes Políticos”, Excélsior, 29 de noviembre de 2006.

A tres días de que el presidente electo Felipe Calderón tome posesión, el PAN decidió dar un madruguete a los legisladores del PRD y adelantarse en la toma de la tribuna legislativa. Ayer, durante la sesión que se desarrollaba en la Cámara de Diputados, los legisladores panistas decidieron tomar la tribuna del Congreso, ante el rumor que la noche del lunes había comenzado a tomar fuerza de que el grupo parlamentario del PRD tomaría la tribuna.
Manuel López San Martín, “Política Ficción”, El Financiero, 29 de noviembre de 2006.

La crisis nacional derivada del fraude electoral llegó ayer a San Lázaro, con panistas y perredistas convertidos en guerreros en lucha por la tribuna de la discordia. De la violencia verbal a la física, de la individual a la colectiva y de la partidista a la institucional: un madruguete blanquiazul precipitó la batalla legislativa y adelantó a los ojos del mundo la dimensión del conflicto creado por la imposición de Felipe Calderón como presunto triunfador electoral y por el abuso de los poderes fácticos (empresarios, televisoras, medios en general) en la búsqueda de acallar disidencias y satanizar a los adversarios.
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 29 de noviembre de 2006.

Al principio hubo respeto al sector femenino. Los legisladores pedían que a las diputadas no las empujaran. La cosa, pues, era entre ellos, los machos.
Y a todo esto, ¿qué hacía el PRI?
Como los chinitos: milando.
Ante la inconformidad de los diputados de que elementos del Estado Mayor estuvieran en la tribuna legislativa, el presidente de la Mesa Directiva, Jorge Zermeño, solicitó que abandonaran el recinto. Se quedaron a custodiar sólo los elementos de seguridad de Palacio Legislativo y la guardia del PAN.
Total que así continúa la tribuna, al menos hasta ahora: tomada. Al menos es de manera multipartidista: tanto el PAN como el PRD.
¡Qué espectáculo! Qué lástima que me agarró desprevenida, porque era un momento digno para tomar la libreta junto con una caja de kleenex y, de paso, palomitas de maíz.
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 29 de noviembre de 2006.

Acuérdese de estos nombres: Pancho Domínguez, PAN, Octavio Martínez, PRD, Nicolás Morales, PAN, Víctor Varela, PRD. Hasta ayer nadie los conocía. En casi cuatro meses de Legislatura, han pasado inadvertidos. Pero saben usar manos y pies. Eso les valió jalar reflectores y cámaras. Se comportaron como porros y no como legisladores. Cuatro diputados —tres del PRD y uno del PAN— fueron a dar a la enfermería en la media docena de peleas protagonizadas en esa arena en que se convirtió, por la fuerza de los hechos, la tribuna. Un codazo, un pellizco, un empujón y recomenzaba la batalla campal.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 29 de noviembre de 2006.

Manlio Fabio Beltrones fue informado de la toma de la tribuna de la colegisladora y señalaba que la primera vuelta la ganaban los panistas. El sonorense reiteraba que sólo la apertura del diálogo haría posible que todo transcurra dentro de la legalidad. La violencia no llevará a ninguna parte.
Poco después empezó a surgir la información de que tres perredistas que se enfrascaron a golpes con diputados de Acción Nacional, Alberto López, Aleida Alavez y Ramón Pacheco salieron lesionados. Este último recibió gas lacrimógeno directo. Por la tarde legisladores del PAN y del PRD sostuvieron nuevos enfrentamientos. La perredista Holly Matus, y la panista Claudia Sánchez intercambiaron empujones y cachetadas, lo que provocó que sus compañeros retomaran los jaloneos.
Algunos perredistas rodaron al suelo por las escaleras, entre ellos Alberto López, lastimado de una rodilla, tuvo que salir en silla de ruedas. El presidente Jorge Zermeño no sabía qué hacer, la asamblea se le vino encima y dudaba de los pasos a seguir.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 29 de noviembre de 2006.

EL DIPUTADO PANISTA José Nicolás Morales Ramos se convirtió en la revelación pugilísitica, pues resultó más bravo que un Miura herido.
EL AHORA magnate restaurantero seguramente recordó sus días de lavaplatos porque le entraba a lo que fuera y con quien fuera. Y se podrá decir cualquier cosa de él, menos que sea sacatón.
LO MISMO la joven panista Claudia Sánchez, que si bien no tiene mucha experiencia política, quedó claro que no necesita quién la defienda. OTRO QUE salió bueno para los golpes fue el perredista Víctor "El Buki" Varela: ¡se llevó todos! Salió bien magullado pero, eso sí, logró salvar su larga cabellera.
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 29 de noviembre de 2006.

Si todo esto le parece peculiar, mi estimado, súmele otro colosal traspié el dado por el panista Jorge Zermeño, presidente de la mesa Directiva, al anunciar la suspensión de la sesión hasta el... viernes 1 de diciembre. O sea, las salidas de emergencias para la negociación y el diálogo en San Lázaro están... cerradas.
Marcela Gómez Zalce, “A puerta cerrada”, Milenio, 29 de noviembre de 2006.

Se sabía, y así lo anticipamos ayer aquí, que los diputados del PRD y del PT intentarían no solamente tomar la tribuna del recinto de San Lázaro, sino también instalar carpas a su alrededor para impedir que pasado mañana, Calderón y su antecesor, Vicente Fox, accedieran a ella. En cuanto inició la sesión, panistas e integrantes del EMP ocuparon la tribuna, lo que provocó que perredistas y petistas intentaran acceder a ella, entre jaloneos, insultos y golpes, lo que obligó a Zermeño Infante a declarar un receso que se prolongó varias horas, ante la imposibilidad de que aquélla se pudiera llevar a cabo. Los exhortos del panista a la cordura, a la "civilidad" y al "buen comportamiento", fueron ignorados, por lo que el receso se prolongó hasta el atardecer, luego de una reunión de los coordinadores de todos los grupos parlamentarios.
Francisco Cárdenas Cruz, “Pulso Político”, El Universal, 29 de noviembre de 2006.

¿También es casualidad que el PAN tomara ayer la tribuna, sabedor de que el PRD reaccionaría como lo hizo y luego el PRI "sugiriera" cambiar el recinto?
“Binoculares”, El Gráfico, 29 de noviembre de 2006.

Por aburridos, grises y derechosos que sean, sus diputados fresas, yuppies y pirrurris van aprendiendo algunas mañas elementales de su oficio, y ayer se anticiparon a lo que sus enemigos perredistas querían hacer, dejando asomar al pequeño gañán que llevan dentro.
Quedan para el viernes cuatro posibilidades: a) Juramento en el escenario tal y como quedó anoche (entre una turba de diputados y senadores explicablemente pestilentes). b) Que la ceremonia sea en algún rincón de San Lázaro pero sin “tribuna”. c) Elegir otro domicilio, a riesgo de que se produzca otra madriza.
La cuarta opción es también bochornosa, pero quizá la mejor: que Calderón haga lo que Fox con su Informe y que sintetiza la rumba del Caudillo del son Entregas y te vas:
Que deje a la puerta de San Lázaro un apunte donde conste que no se dieron las condiciones para cumplir su obligación.
Carlos Marín, “El asalto a la razón”, Milenio, 29 de noviembre de 2006.

Estallido de la caldera legislativa a unas horas de que el esposo de la señora Margarita (un señor bajito, sin bigotes pero con lentes) se tomara bien bonitas fotos con señores priístas distinguidos y les dijera con sentida oratoria que él (el Margarito de la señora esposa; no, perdón, al revés, o algo parecido) iría al templo de San Lázaro a llevar flores inaugurales de su sexenio invernal el primero de diciembre, pero no por gusto personal sino porque así la señora Constitución lo establece. (¡Oh, sí: obediencia extrema a la tres veces hache Constitución.
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 29 de noviembre de 2006.

No se convulsionen, porque lo de ayer sólo es un entremés de lo que veremos en San Lázaro el viernes por la mañana...
Carlos Fernández Vega, “México SA”, La Jornada, 29 de noviembre de 2006.

El Canal del Congreso marcará rating en lo que puede ser un zafarrancho sin precedentes…
Roberto Rondero, “Telévoro”, 29 de noviembre de 2006.

Por increíble que parezca había también momentos de camaradería, cuando la tensión bajaba, los menos radicales ofrecían comida y plática a los contrarios. Uno de los zafarranchos se soltó, sin embargo, cuando a unas diputadas del PAN que sostenían la manta con la leyenda "Nadie por encima de la Constitución" les aventaron en la cara a legisladores del PRD los sandwiches que les habían llevado. Era una abierta provocación. Este espacio no alcanza para narrar todo lo que vimos ayer ahí. Una palabra sintetiza lo vivido: irracionalidad. Los diputados tienen 48 horas para desactivar el conflicto. Si no, las consecuencias serán desastrosas. Héctor Larios, coordinador de los blanquiazules, nos confirmó que Felipe rendirá protesta en San Lázaro cueste lo que cueste. El perredista Emilio Ulloa ratificó que los diputados amarillos no lo permitirán. En esas están.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 29 de noviembre de 2006.

Por muy kafkiano que pueda parecer, tal vez sean las vías urinarias: nos informan que, desde ayer en la tarde, a los diputados que abandonan el recinto ya no se les permite reingresar. Así que la urgencia de ir al pipis room podría ser la menos maquiavélica pero más implacable estrategia con la que la naturaleza desaloje la tribuna anticipadamente tomada.
Yuriria Sierra, “Nudo gordiano”; Excélsior, 29 de noviembre de 2006.

¿Pensaron ustedes que era im-po-si-ble imaginar a panistas y perredistas juntitos, centímetro a centímetro, haciendo un plantón?
¡Pues ya llevan 48 horas así los diputados del PRI y PRD en San Lázaro!
Por la madrugada, estuvieron muy cantores los del PAN, entonando canciones como "Ella", "Secreto de amor", "Allá en el Rancho Grande"..., mientras los perredistas jugaban cartas, dormían, o leían un libro...
El coordinador de la bancada perredista, Javier González Garza, presumía su almohada anaranjada, mientras las legisladoras panistas lucían sus pantuflas y cobijas nuevas...
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.

Toman turnos para ir al baño, se organizan para ir por las tortas, toman relevos para defender la plaza.
La plaza es la tribuna que los dos bandos reclaman.
Ambos están firmes allí, pero dialogan para buscar una solución “política”.
La verdad es que los señores diputados convirtieron el salón de plenos de la Honorable Cámara, en un dormitorio maloliente.
Los jefes de Estado que vendrán al acto, deberán caminar con mucho cuidado, no sea que pisen la cabeza de un diputado dormilón.
Pepe Grillo, Crónica, 30 de noviembre de 2006.

Pero la pregunta que rondaba era:
¿Y dónde quedó la pirrurrez de los panistas?
Los del PRD ya están curtidos en eso de plantones, mítines, "resistencia pacífica" y todo eso (si hasta por primera vez no estaban a la intemperie), ¡pero los panistas!
¡Bien que sacaron a relucir la casta y le entraron a los catorrazos, empujones, gritos e insultos!
Un ejemplo fue la panista Violeta del Pilar Lagunes Viveros, quien aventó latas de refresco y botellas de agua al perredista Víctor Varela, quien intentaba subir una curul a la tribuna del recinto legislativo.. .
Desde ayer, la diputada Violeta recibió el mote de "Violenta", y el perredista Varela, de larga cabellera, el mote de "Tarzán"...
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.

Ahora que duermen juntos, los legisladores panistas y perredistas que disputan la “máxima tribuna de la nación” dejan ver que no se toman en serio la severa crisis política en que sus respectivos jerifaltes han sumido al país.
Cansados, lagañosos, hediondos, unos y otros echan garganta y alternan las mentadas con canciones a capela.
La modorra, sin embargo, hace que al error imperdonable de no haber podido tomar la tribuna, los perredistas añadan el lapsus brutus de tararear El rey: no reparan en que la letra es el himno de los derrotados: Sé muy bien que estoy afuera, o en que el me vas a llorar se las ganó Vicente Fox con aquello de “me van a extrañar”.
A los panistas debió habérseles secado el seso después del sorprendente y oportuno agandalle de la tribuna, pues debieron revirar: No mammy blue.
Palmas entonces para la panista Violeta Lagunes, la artillera de las Coca colas que le llovieron al frustrado volador perredista Víctor Varela.
Ciro Gómez Leyva, “La historia en breve”, Milenio, 30 de noviembre de 2006.

No deja de ser paradójico que los panistas no se bajen de la tribuna, hasta el cierre de esta columna, para evitar —haciendo lo que quieren evitar— que los perredistas ocupen ese espacio y eviten que ahí mañana Felipe Calderón tenga espacio físico para protestar su cargo como presidente de México, ¿no cree?
En fin, que en tribuna, lo mismo cantaron que hicieron turnos para ir al baño y no perder su espacio…
Las negociaciones o su intento estaban a todo lo que daba ayer. Uno de los escenarios —que los malpensados dicen que vieron desde que Vicente Fox se “desmayó” sospechosamente en su rancho— es que el actual Presidente no vaya a San Lázaro.
Por lo pronto, ayer nos quedamos en que el PRD había roto todas las negociaciones. Seguían en que la única sede para el cambio de poderes era San Lázaro. Y no hay más.
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 30 de noviembre de 2006.

Víctor Varela, diputado del PRD, no imaginó al llegar el martes a San Lázaro que el miércoles su foto estaría en la primera plana de los principales diarios. Una foto escandalosa que lo capta a punto de caer de la tribuna, como un luchador rudo que es lanzado del ring a las butacas. El pelo largo tipo grupero colaboró, además, para perfeccionar una imagen inolvidable.
¡Yo no tiré ningún golpe!, dice él. Yo no propiné ningún puntapié, ni defendí a ningún diputado. Al contrario, la diputada Violenta Lagunas me arrojó refrescos, agua, latas, todo lo que tenía a la mano cuando sus compañeros del PAN me arrojaron al suelo. ¿Que no vio las imágenes, diputado? No hubo ninguna agresión de mi parte, me interrumpió para explicarme que todo era producto de lo que llamó el momento álgido que vive el país.
Ciro Gómez Leyva, “La historia en breve”, Milenio, 30 de noviembre de 2006.

Ayer también quedaron todos en no agredirse más, pero no por eso dejaron de lanzarse pullas, y hacer uso de un lenguaje taaan florido que, daban ganas de preguntarles: ¿con esa boquita comes? (más bien ¿legislas?).
Incluso los perredistas se dieron tiempo para hacerse una manta que decía: "¡Panistas y perredistas en contra de la toma de posesión de Felipe Calderón!"..., mientras algunos panistas recibían llamadas subrepticias -porque se escondían y hablaba en voz baja- de, se supo, Felipe Calderón...
...Y pensar que este espectáculo se hubiera evitado con ocho letras, cuatro y cuatro, y un signo de multiplicación: Voto x voto...
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.

Alguien le tiene que hacer un reconocimiento público al Canal del Congreso, porque si no hubiera sido por él, muchos televidentes no le hubiéramos podido dar el seguimiento que le dimos al último escándalo de nuestros diputados.
Álvaro Cueva, “El pozo de los deseos reprimidos”, Milenio, 1º de diciembre de 2006.

La larga escena de conflictos violentos en la Cámara de Diputados puede resumirse en una breve percepción política: el PAN y el PRD se liaron a golpes para mantener vigente una de las tradiciones cortesanas que inventó el PRI para fundar la república monárquica sexenal. Y al final, se trató de una disputa histórica: los panistas contra los priistas hoy vistiendo el disfraz de perredistas.
Carlos Ramírez, “Indicador Político”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.

La situación que prevalecía aun anoche en la Cámara de Diputados no es gratuita. Ha sido provocada por el terrorismo verbal practicado por quienes han llevado la voz cantante en el PRD, desde que dieran inicio las campañas políticas del reciente proceso electoral, y hasta el momento actual. Comenzando por el ex candidato perredista, siguiendo con sus colaboradores cercanos y terminando con los actuales dirigentes formales del partido y en las cámaras, seguidos todos por un grupo radical de militantes y legisladores, las amenazas contra el sistema político y sus instituciones han sido una práctica cotidiana. La intención declarada de estos grupos de obtener por medio de la fuerza lo que los mexicanos les negamos en las urnas, ha sido el móvil de estos grupos, y es la razón de lo que ahora sucede en el recinto legislativo donde habrá de tomar posesión Felipe Calderón mañana por la mañana. No hay duda de que esto sucederá, lo que desconocemos es cómo será. Como lo señalábamos antes, el PRD ha perdido ya prácticamente toda su credibilidad, así como el cuantioso capital político que obtuvo en la reciente elección. Los ciudadanos serán los encargados de pasarles esta última factura en los procesos electorales por venir, ojalá que no olvidemos la afrenta que este grupo cada vez menor, hace hoy a todos los mexicanos.
Guillermo Ortega, “En corto”, Crónica, 30 de noviembre de 2006.

El genio hace lo que debe, mi estimado, el talento lo que puede. No me ayuden compadres, debería gritar Felipe Calderón. La toma de la tribuna por el PAN seguida por legisladores del PRD mantienen un alto nivel de tensión después del grotesco zafarrancho y la original pijamada que dio la vuelta al mundo pintando el panorama nacional entre una vulgar caricatura y un ambiente volátil de suma peligrosidad.
El acto para el cambio de poderes está demasiado comprometido por la sencilla razón, my friend, que la máxima tribuna del país está tomada... la sola posibilidad de la entrada de la fuerza pública para desalojar a los bulliciosos legisladores desencadenará una crisis hoy política a una constitucional.
Marcela Gómez Zalce, “A puerta cerrada”, Milenio, 30 de noviembre de 2006.

La única conclusión de lo ocurrido en las últimas horas en la Cámara de Diputados es la certeza de que el viejo régimen priista se está cayendo a pedazos, pero sin tener indicios de la construcción del nuevo régimen. El PAN se enfila hacia la conformación de un nuevo Estado con partido hegemónico, gracias, por cierto, a las locuras de López Obrador y el PRD. Se los dijo Jesús Reyes Heroles al Partido Comunista Mexicano cuando solicitó el registro como partido legal, en 1978: "llevar al régimen a la derecha depende (...) de la ineficacia de la izquierda en impedirlo".
Carlos Ramírez, “Indicador Político”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.

Hubo ratos en los que nadie se acordó de la política. La polarización política se expresó en una batalla no de ideas sino de fuerza cuerpo a cuerpo. Nada tan peligroso para el devenir de los siguientes meses y años como esta crisis.
Será un mal comienzo de gobierno, porque las dos principales fuerzas políticas del país estarán en permanente confrontación.
La propuesta de Larios de hacer que Calderón entre por la parte trasera al recinto legislativo, va a marcar al michoacano por la eternidad.
Jesús Sánchez, “Recuento Político”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.

Los legisladores del PAN y el PRD (con el PRI de apostador) boxean y discuten por la toma de protesta de Calderón como Presidente de la República, mientras la maquinaria de transmisión de poderes está en marcha. Justo el primer minuto del primero de diciembre —y en algunos casos, poco antes— los mandos de los verdaderos nervios del gobierno cambiarán de manos, de sus actuales responsables a los relevos designados. Como sucede desde hace muchos sexenios, así ocurrirá ahora en las secretarías de Gobernación, Defensa, Marina y Seguridad Pública, lo mismo que en la PGR y en el Estado Mayor Presidencial. En ese momento comenzará la presidencia calderonista. Lo que ocurrirá 10 horas después pertenece a un diseño legal pensado para un país que ya no existe.
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 30 de noviembre de 2006.

Lo que tenemos es un círculo vicioso de falta de autoridad presidencial, de pérdida de la institucionalidad del Ejecutivo, que comenzó hace exactamente seis años, cuando el presidente Fox inició su discurso de toma de posesión saludando a sus hijos. Hubo situaciones anteriores: cuando se dio el show de la clasificación electoral del 88 y en 91 se consolidó con la oposición per se del Congreso al Ejecutivo desde el momento en que éste perdió la mayoría absoluta en una de las cámaras en 1997. Y desde entonces lo que hemos visto es sólo el deterioro constante e irreversible.
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 30 de noviembre de 2006.

Otra de esas preguntitas incómodas recae en la obsesiva ¿terquedad? de los revoltosos panistas (se sabe de sobra la estrategia del partido del sol azteca) de permanecer, a estas alturas del partido, en la tribuna de San Lázaro con temerarios ánimos de seguir partiendo mandarinas en gajos. El pago de esta espectacular factura y los costos serán asumidos, también, por Acción Nacional. Con todo y la bola de chistositos esquizofrénicos que gritan en diversos micrófonos que el PRD es el único culpable de la severísima crisis. Relax.
Marcela Gómez Zalce, “A puerta cerrada”, Milenio, 30 de noviembre de 2006.

Si no hay acuerdos en el curso de hoy, la toma de la tribuna de la Cámara de Diputados volverá a ser en la madrugada del viernes, como lo fue el martes, un foco de fricciones y de enfrentamientos. La bancada de Acción Nacional cometió el error, más allá de sarcasmos, de actuar en la misma dirección que atribuyó al PRD, ciertamente a partir de sus reiteradas declaraciones de impedir la toma de posesión de Felipe Calderón. Ese propósito resulta servido por la decisión panista de pretender el control del espacio desde donde se produciría, en circunstancias normales, la protesta presidencial. Pero en las condiciones generadas el martes sería irresponsable hacer subir por la fuerza a Felipe Calderón y aun hacerlo entrar desde las oficinas tras banderas. Empeñarse en que el acto constitucional se realice en la tribuna afectada por su propia acción, y no por la de los perredistas, es una incongruencia panista que esa fracción debe resolver. No es desdeñable la elección de un recinto alterno, donde no se repita la tensa aglomeración que hoy se mueve en la parte alta del recinto parlamentario
Miguel Ángel Granados Chapa, “Plaza Pública”, Reforma, 30 de noviembre de 2006.

La decisión del grupo parlamentario del PRD de impedir el desarrollo normal de la toma de posesión de Felipe Calderón el día de hoy, ha provocado los incidentes que mayor desprestigio han acarreado para nuestro Congreso de la Unión como institución republicana. Golpes, mentadas, abucheos, acampada, botellas llenas de orines al lado de la máxima tribuna de la nación, en suma, imágenes que dan vergüenza ajena, resumen la identificación que se hace estos días de la Cámara de Diputados. Los protagonistas: legisladores del PAN y del PRD; perdedores: todo el sistema democrático.
Ciro Murayama, Crónica, 1º de diciembre de 2006.

Hasta el cierre de esta columna, los diputados del blanquiazul que resguardan la tribuna para que Calderón pueda acceder a ella, y los del Frente Amplio Progresista que también la ocupan para evitárselo, se negaban a desalojarla, a pesar de los llamados y exhortos que insistentemente se les hicieron y de las muchas horas de diálogo de sus coordinadores, que estérilmente buscaban una salida política, negociada, a fin de que el salón de sesiones quedara expedito para la que está prevista para hoy. Ante las versiones que circulan desde el atardecer de que el panista presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jorge Zermeño Infante, solicitaría a la fuerza pública el desalojo, Javier González Garza y Carlos Navarrete, coordinadores de los grupos parlamentarios del sol azteca, anunciaron que solicitarían amparo para todos sus integrantes, a fin de evitarlo.
Francisco Cárdenas Cruz, “Pulso Político”, El Universal, 1º de diciembre de 2006.

Los partidos políticos y, en particular los legisladores, deben darse cuenta que ellos no son los dueños del país, no son propietarios de la agenda nacional y los ciudadanos no somos sus súbditos.
Deben comprender, de una vez por todas, que el país es mucho más grande que sus miserables luchas de poder. Que las grandes necesidades de México van mucho más allá del capricho antidemocrático de Andrés López y de quienes lo siguen.
Que los mexicanos que mueren de hambre y enfermedades curables no pueden esperar a ver cómo hacen los priistas para tratar de obtener lo que llaman ventajas políticas de las coyunturas o que Tomás Ruiz y Jorge Kahwagi busquen brincar de un partido a otro.
El país no debe perder más tiempo en coyunturas, en ridículas pugnas que no contribuyen absolutamente en nada.
David Páramo, “Personajes de renombre”, Excélsior, 1º de diciembre de 2006.

Bravo por la señal del Canal del Congreso. Qué bueno es contar con ella y contar con ella bien. Hubiera sido muy fácil para sus directivos fingir demencia, desviar la señal o hacer cualquier tarugada para que el pueblo de México no viera el show que nos dieron nuestros legisladores.
Álvaro Cueva, “El pozo de los deseos reprimidos”, Milenio, 1º de diciembre de 2006.

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