Incluimos en este apartado ocho comentarios, es decir, el 12.3% de los 65 sistematizados. Se refieren a los antecedentes en los que el ex presidente Fox habría basado su dicho.
ANTECEDENTES.
Un acuerdo político al más alto nivel, que involucra lo mismo al presidente Felipe Calderón que a personajes clave del Congreso como el priísta Manlio Fabio Beltrones y a las principales cabezas parlamentarias del PRD, hará que en las próximas semanas avancen las investigaciones sobre la red de corrupción y tráfico de influencias cometidos por los hermanos Bribiesca Sahagún en Petróleos Mexicanos.
Un expediente sobre la asignación de contratos millonarios a la empresa Oceanografía, en los que fungieron como gestores Manuel y Jorge Alberto Bribiesca Sahagún, además de Guillermo Sahagún Jiménez, hermano de la ex primera dama Marta Sahagún, está prácticamente terminado y será puesto a disposición de la Procuraduría General de la República para que investigue las presuntas irregularidades cometidas en las licitaciones y asignaciones de esos contratos
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 22 de octubre.
Por cierto, Manlio Fabio Beltrones comentaba que los directivos de Pemex deben aclarar por qué la embarcación en donde murieron cerca de 20 trabajadores se hundió. Puntualiza que esto no había sucedido durante muchos años.
Pero también se lanzó fuerte en contra de la ex pareja presidencial, al precisarnos que “hay una nueva evidencia sobre la empresa oceanográfica, que parece estar ligada nuevamente a los negocios de la familia de la señora Sahagún”.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 26 de octubre.
El coordinador de los senadores priístas demandó una “investigación minuciosa” de la tragedia y habló de “datos precisos que nos están haciendo llegar”, que apuntan a irregularidades en los servicios que presta Oceanografía. La misma “investigación exhaustiva” fue planteada por el coordinador del PRD en el Senado, Carlos Navarrete, y la suscribió también el líder de la bancada panista, Santiago Creel Miranda.
Tantas voces al unísono, apuntando todas a la empresa favorita de Pemex en el sexenio foxista, y de la que fungían como “gestores” y “promotores” los hermanos Bribiesca Sahagún, parecen un coro griego que anuncia el clímax de la tragedia
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 26 de octubre.
LAS ACUSACIONES.
Que Fox Quesada perdió la brújula de la razón también lo demuestra su virulenta reacción en contra del senador Manlio Fabio Beltrones, luego de que éste acusó a la familia de la señora Sahagún —en especial a sus vástagos Manuel y Jorge Bribiesca— de ser corresponsables, vía sus negocios de dudosa legalidad, de la tragedia que dejó 19 muertos en la plataforma Usumacinta, de Pemex. Que Beltrones atienda el récord de acusaciones por narcotráfico que le hace la DEA, dijo en la total desesperación el guanajuatense.
Sólo alguien que ha perdido control sobre su conciencia puede como Fox hacer señalamientos que se le revierten con facilidad. Porque si en verdad Beltrones es un narcotraficante metido en la política y tiene todo un prontuario de acusaciones por parte de la DEA, ¿no se llama encubrimiento lo que habría hecho el hombre que durante seis años tuvo en sus manos el timón de la nave del Estado y no actuó en consecuencia para sancionar esos ilícitos? ¿Por qué hasta ahora, cuando la lumbre empieza a llegarle a los aparejos, Fox sale con el chorro de babas de que un narco hizo enteramente de las suyas durante el primer gobierno de la transición?
Aurelio Ramos Méndez, “Contraluz”, Crónica, 27 de octubre.
Anteayer, y tras la tragedia ocurrida en la Sonda de Campeche, en la que murieron tantos trabajadores de Petróleos Mexicanos y otros más tuvieron que ser rescatados debido a la seguridad tan cuestionable con la que operaron las mandarinas salvavidas (una especie de submarino en los que tendrían que haberse puesto a resguardo los trabajadores de las plataformas tras las explosiones que generaron las fugas de gas y de petróleo), el senador Beltrones pidió que se investigue a la empresa Oceanografía, S.A. de C.V., “porque parecería estar ligada a los negocios de los hijos de la señora Marta Sahagún”. Primer round que vuelve a poner a la familia (aunque sea política) de Vicente Fox en el ojo del huracán…
Yuriria Sierra, “Nudo gordiano”; Excélsior, 27 de octubre.
Y de ahí se pasa al pleito Fox-Beltrones, pues éste aludió en el accidente de Campeche a la empresa favorecida. Sin embargo la firma Oceanografía (equívocamente llamada “Oceanográfica”) por Manlio Fabio cuando reclamó una pesquisa de su participación en el fatal accidente de la sonda campechana, no estaba metida en esa plataforma, lo cual no exime a los señores Bribiesca de ser investigados por influyentes gestiones desde el teléfono carmesí de la señora su madre.
Hoy vemos cómo la guerra se prolonga de las hojas de los diarios a las pantallas de las computadoras personales y en sitios, “blogs”, páginas, “pod casts” y cuanto haya. Nunca antes se habían dirimido en el ciberespacio cuestiones antaño reservadas al debate político en recintos parlamentarios y cuando más en desplegados o artículos de prensa.
Rafael Cardona, “El cristalazo”, Crónica, 28 de octubre.
El senador Manlio Fabio Beltrones, en el contexto de la desgracia en una plataforma petrolera de Pemex en la Sonda de Campeche, colocó sobre el tapete de la política mexicana una megabomba. Ante una larga secuela de denuncias de corrupción y tráfico de influencias entre funcionarios de alto nivel del gobierno anterior y empresas surgidas en los albores del foxismo que se convirtieron en contratistas privilegiadas, el senador acuñó el calificativo que podría guiar las investigaciones que determinen si, en efecto, los beneficios de las compañías amparadas por la administración anterior fueron resultado de un “coyotaje”. Beltrones enfrentó una respuesta tan inmediata como furibunda del ex presidente Vicente Fox, quien lo acusó de narcotráfico
Raymundo Riva Palacio, “Estrictamente personal”, El Universal, 29 de octubre.
El 25 de octubre el “Centro Fox”, esa plataforma de lanzamiento de misiles defensivos ubicada en Guanajuato pero con repercusiones en el infinito ciberespacio, divulgó un breve documento de cinco puntos en los cuales Vicente Fox hace algunas preguntas y plantea acusaciones en abstracto, cuya concreción vino horas más tarde cuando enfrentó a Manlio Fabio Beltrones, líder de los senadores del PRI y una de las figuras políticas más relevantes de estos días.
El escueto manifiesto foxista fue ofrecido a los medios precisamente cuando en San Lázaro se integró una comisión pluripartidista (el PAN incluido), por lo cual la observación quejicosa —“dejaron clara la intención política y partidista de los que hoy han mentido”—, resulta por lo menos endeble. Si están todos no puede haber interés de un solo partido.
Lo mismo cuando dice de quienes tiran piedras para esconder la mano, pues no es creíble la súbita revelación del origen beltronista de este “complot”, cuando días antes ya se había acusado a los diputados y no al ya dicho senador sonorense.
Rafael Cardona, “El cristalazo”, Crónica, 29 de octubre.
ANTECEDENTES.
Un acuerdo político al más alto nivel, que involucra lo mismo al presidente Felipe Calderón que a personajes clave del Congreso como el priísta Manlio Fabio Beltrones y a las principales cabezas parlamentarias del PRD, hará que en las próximas semanas avancen las investigaciones sobre la red de corrupción y tráfico de influencias cometidos por los hermanos Bribiesca Sahagún en Petróleos Mexicanos.
Un expediente sobre la asignación de contratos millonarios a la empresa Oceanografía, en los que fungieron como gestores Manuel y Jorge Alberto Bribiesca Sahagún, además de Guillermo Sahagún Jiménez, hermano de la ex primera dama Marta Sahagún, está prácticamente terminado y será puesto a disposición de la Procuraduría General de la República para que investigue las presuntas irregularidades cometidas en las licitaciones y asignaciones de esos contratos
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 22 de octubre.
Por cierto, Manlio Fabio Beltrones comentaba que los directivos de Pemex deben aclarar por qué la embarcación en donde murieron cerca de 20 trabajadores se hundió. Puntualiza que esto no había sucedido durante muchos años.
Pero también se lanzó fuerte en contra de la ex pareja presidencial, al precisarnos que “hay una nueva evidencia sobre la empresa oceanográfica, que parece estar ligada nuevamente a los negocios de la familia de la señora Sahagún”.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 26 de octubre.
El coordinador de los senadores priístas demandó una “investigación minuciosa” de la tragedia y habló de “datos precisos que nos están haciendo llegar”, que apuntan a irregularidades en los servicios que presta Oceanografía. La misma “investigación exhaustiva” fue planteada por el coordinador del PRD en el Senado, Carlos Navarrete, y la suscribió también el líder de la bancada panista, Santiago Creel Miranda.
Tantas voces al unísono, apuntando todas a la empresa favorita de Pemex en el sexenio foxista, y de la que fungían como “gestores” y “promotores” los hermanos Bribiesca Sahagún, parecen un coro griego que anuncia el clímax de la tragedia
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 26 de octubre.
LAS ACUSACIONES.
Que Fox Quesada perdió la brújula de la razón también lo demuestra su virulenta reacción en contra del senador Manlio Fabio Beltrones, luego de que éste acusó a la familia de la señora Sahagún —en especial a sus vástagos Manuel y Jorge Bribiesca— de ser corresponsables, vía sus negocios de dudosa legalidad, de la tragedia que dejó 19 muertos en la plataforma Usumacinta, de Pemex. Que Beltrones atienda el récord de acusaciones por narcotráfico que le hace la DEA, dijo en la total desesperación el guanajuatense.
Sólo alguien que ha perdido control sobre su conciencia puede como Fox hacer señalamientos que se le revierten con facilidad. Porque si en verdad Beltrones es un narcotraficante metido en la política y tiene todo un prontuario de acusaciones por parte de la DEA, ¿no se llama encubrimiento lo que habría hecho el hombre que durante seis años tuvo en sus manos el timón de la nave del Estado y no actuó en consecuencia para sancionar esos ilícitos? ¿Por qué hasta ahora, cuando la lumbre empieza a llegarle a los aparejos, Fox sale con el chorro de babas de que un narco hizo enteramente de las suyas durante el primer gobierno de la transición?
Aurelio Ramos Méndez, “Contraluz”, Crónica, 27 de octubre.
Anteayer, y tras la tragedia ocurrida en la Sonda de Campeche, en la que murieron tantos trabajadores de Petróleos Mexicanos y otros más tuvieron que ser rescatados debido a la seguridad tan cuestionable con la que operaron las mandarinas salvavidas (una especie de submarino en los que tendrían que haberse puesto a resguardo los trabajadores de las plataformas tras las explosiones que generaron las fugas de gas y de petróleo), el senador Beltrones pidió que se investigue a la empresa Oceanografía, S.A. de C.V., “porque parecería estar ligada a los negocios de los hijos de la señora Marta Sahagún”. Primer round que vuelve a poner a la familia (aunque sea política) de Vicente Fox en el ojo del huracán…
Yuriria Sierra, “Nudo gordiano”; Excélsior, 27 de octubre.
Y de ahí se pasa al pleito Fox-Beltrones, pues éste aludió en el accidente de Campeche a la empresa favorecida. Sin embargo la firma Oceanografía (equívocamente llamada “Oceanográfica”) por Manlio Fabio cuando reclamó una pesquisa de su participación en el fatal accidente de la sonda campechana, no estaba metida en esa plataforma, lo cual no exime a los señores Bribiesca de ser investigados por influyentes gestiones desde el teléfono carmesí de la señora su madre.
Hoy vemos cómo la guerra se prolonga de las hojas de los diarios a las pantallas de las computadoras personales y en sitios, “blogs”, páginas, “pod casts” y cuanto haya. Nunca antes se habían dirimido en el ciberespacio cuestiones antaño reservadas al debate político en recintos parlamentarios y cuando más en desplegados o artículos de prensa.
Rafael Cardona, “El cristalazo”, Crónica, 28 de octubre.
El senador Manlio Fabio Beltrones, en el contexto de la desgracia en una plataforma petrolera de Pemex en la Sonda de Campeche, colocó sobre el tapete de la política mexicana una megabomba. Ante una larga secuela de denuncias de corrupción y tráfico de influencias entre funcionarios de alto nivel del gobierno anterior y empresas surgidas en los albores del foxismo que se convirtieron en contratistas privilegiadas, el senador acuñó el calificativo que podría guiar las investigaciones que determinen si, en efecto, los beneficios de las compañías amparadas por la administración anterior fueron resultado de un “coyotaje”. Beltrones enfrentó una respuesta tan inmediata como furibunda del ex presidente Vicente Fox, quien lo acusó de narcotráfico
Raymundo Riva Palacio, “Estrictamente personal”, El Universal, 29 de octubre.
El 25 de octubre el “Centro Fox”, esa plataforma de lanzamiento de misiles defensivos ubicada en Guanajuato pero con repercusiones en el infinito ciberespacio, divulgó un breve documento de cinco puntos en los cuales Vicente Fox hace algunas preguntas y plantea acusaciones en abstracto, cuya concreción vino horas más tarde cuando enfrentó a Manlio Fabio Beltrones, líder de los senadores del PRI y una de las figuras políticas más relevantes de estos días.
El escueto manifiesto foxista fue ofrecido a los medios precisamente cuando en San Lázaro se integró una comisión pluripartidista (el PAN incluido), por lo cual la observación quejicosa —“dejaron clara la intención política y partidista de los que hoy han mentido”—, resulta por lo menos endeble. Si están todos no puede haber interés de un solo partido.
Lo mismo cuando dice de quienes tiran piedras para esconder la mano, pues no es creíble la súbita revelación del origen beltronista de este “complot”, cuando días antes ya se había acusado a los diputados y no al ya dicho senador sonorense.
Rafael Cardona, “El cristalazo”, Crónica, 29 de octubre.
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