La cúpula del poder designada el domingo por el Parlamento generó opiniones divididas entre los habaneros, quienes ayer comentaban desinhibidamente en la calle las características del nuevo Ejecutivo.
No pocos expresaban su desconcierto ante el ascenso de más militares y dirigentes de la vieja guardia.
Pero el nombramiento que más confusión provocó fue el del médico José Machado Ventura (77 años) como Primer Vicepresidente del Consejo de Estado y de Ministros.
"A Raúl y a (Carlos) Lage los voto el 100 por 100 de los diputados, pero al que han puesto de Primer Vicepresidente es el diputado que menos votos tuvo de los 31 miembros del Consejo. Que alguien me explique a mí cómo debo entender eso", declaró Fredy, 21 años, estudiante de Historia.
"Yo ni siquiera sé como es ese hombre. No lo he visto en mi vida. Y tiene tremenda fama de ser un ortodoxo duro, de los intransigentes", añadió.
No obstante, los legisladores consultados por REFORMA afirmaron que para ellos no hubo asombro.
Entienden que Fidel y Raúl buscaron reforzar el liderazgo del Partido Comunista con figuras históricas dentro del Gobierno para garantizar el futuro de la Revolución.
"No hay ninguna sorpresa. He participado en muchos consejos de consulta previa a esta reunión y te puedo decir que corresponde a las expectativas que teníamos", explicó a REFORMA Enrique Gómez Cabeza, diputado por La Habana de 37 años.
Ingeniero informático al frente del movimiento de Trabajadores Sociales, Gómez Cabeza trabajó junto al ahora ex Presidente de Cuba en los últimos años de su Gobierno, y se emocionó al recordar la ovación cerrada que dio el Parlamento al líder de la Revolución cuando el domingo fue nombrado el primero de los diputados de la nueva legislatura.
Con 20 años de parlamentario y 69 años de edad, Ramón Pez Ferro, presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional (Parlamento), confía en la capacidad del Gobierno y del nuevo Congreso para llevar a cabo las reformas que espera la población.
"Esta legislatura marca un hito y tiene por delante grandes retos que yo verdaderamente espero que los cumpla. Hay mucho por hacer, por mejorar. Pero lo haremos. Cuente usted con ello", aseguró a REFORMA el legislador.
Diplomáticos consultados ayer en La Habana consideraron que la designación de Machado Ventura es mucho más que una brida para controlar la velocidad que pueden adquirir los cambios anunciados por Raúl Castro una vez iniciados.
Y coincidieron con el historiador y disidente, Manuel Cuesta Morúa, al matizar la opinión extendida en la calle de que la nueva dirigencia cubana ni es tan nueva ni parece realmente dispuesta a afrontar los desafíos señalados por el nuevo Mandatario.
Para Cuesta, la elección de Machado no sólo permite al sector conservador controlar el proceso de reformas, sino que lo implica de lleno en el.
"Ahora Machado Ventura está comprometido con el Ejecutivo, tiene las manos metidas en la realidad, en la verdad social de éste país. Debe enfrentar los problemas concretos, no sólo cuestiones ideológicas", consideró el intelectual.
"Es obvio que en el primer Gobierno con un Fidel retirado al papel de consejero del Presidente, los históricos iban a ejercer control sobre el poder", agregó.
Otros analistas locales destacaron el hecho de que Raúl Castro pidiera y obtuviera el aval del Parlamento para consultar a Fidel las decisiones sobre defensa, política exterior y desarrollo socioeconómico del país.
"Una manera de evitar interferencias inmovilistas", comentaron las fuentes.
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