La CDHDF refiere que se violaron los derechos humanos de integridad física, de respeto a la integridad física, psíquica y moral, a la salud y a la atención médica integral de calidad, ya que la peticionaria debe tomar medicamentos de por vida y no le han sido entregados regularmente, como se comprometió el sector salud en 2006.
En 2002, después de dar a luz en el Hospital Materno Infantil Inguarán, la agraviada presentó hemorragia que fue mal atendida por los médicos, lo que le provocó el Síndrome de Sheehan, es decir, la muerte de la glándula hipófisis.
El padecimiento puede ser mortal si no es debidamente atendido debido a la falta de las hormonas suprarrenales y de la tiroides, las cuales le permiten al cuerpo reaccionar al estrés o a las infecciones; el tratamiento médico es de por vida.
La SSDF se ha negado a apoyar económicamente a la agraviada con motivo de sus consultas y a entregar periódicamente el medicamento, por lo que la CDHDF solicita en la Recomendación 3/2008 se cuantifique la reparación del daño material a favor de la agraviada.
En el sexto de los ocho puntos que comprende la recomendación, la CDHDF también solicita a la SSDF dar vista al área de Contraloría Interna, para que establezca las responsabilidades administrativas de los servidores públicos vinculados con el caso.
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