Bogotá y Quito, sin acuerdo en la OEA

WASHINGTON.— Las desavennencias entre Ecuador y Colombia impedían anoche a los cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA), reunidos aquí, emitir una declaración final para zanjar la crisis desatada cuando soldados colombianos realizaron un operativo contra un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano.

Pese a que Ecuador suavizó su postura, al reclamar un “rechazo”, en vez de una “condena” a la incursión, como exigía inicialmente, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, reconoció que había “una media docena” de temas en los cuales los dos países no se habían puesto de acuerdo. De tal suerte, Insulza disolvió el pleno de cancilleres y dejó a los representantes de ocho países para tratar de llegar a un acuerdo y expedir una resolución final.

El grupo quedó integrado por Ecuador, Colombia, México, Canadá, Paraguay, República Dominicana, Perú y Bolivia.

El ministro ecuatoriano de gobierno, Fernando Bustamantem, insistía en que la resolución debería incluir un “rechazo” al ataque colombiano ocurrido el 1 de marzo, como incluyó la declaración de los jefes de gobierno del Grupo de Río, la semana pasada en República Dominicana.

Un rechazo, dijo es “contundente, inequívoco y claro”. “Significa que la comunidad internacional está sosteniendo la postura de Ecuador de que su soberanía fue violada”, afirmó.

En gran medida, el cambio de actitud ecuatoriano se debió a que empezaba a quedarse solo. Hasta Venezuela, su gran aliado en la crisis, le pedía en secreto que bajara el tono.

Pero el canciller colombiano, Fernando Araújo, dijo que su país se negaba a incluir una valoración del ataque en el informe. “Eso ya es pasado”, aseguró.

Colombia amenazó, a la vez, con promover un proyecto de resolución en el que se llamaba a los países a respetar sus compromisos en la lucha contra el terrorismo —como la contempla la Carta de la ONU— y en el derecho a la legítima defensa. Colombia está convencida de que Ecuador, y también Venezuela, por lo menos no hacen lo suficiente contra las FARC.

Se daba por descontado, en todo caso, una condena para Colombia por el operativo en el que murió el guerrillero de las FARC Raúl Reyes.

También se adoptarían, con algunos cambios, las seis recomendaciones que hizo una misión de la OEA que viajó al lugar de los hechos y que plantea el envío de una nueva misión con carácter más permanente para que verifique el cumplimiento de los acuerdos fronterizos, entre otras cosas, y la reiteración, como se hizo en la cumbre del Grupo de Río, de que Colombia violó la soberanía de su vecino.

Sobre la mesa había anoche, además, otra propuesta de resolución de Canadá, que buscaría el consenso, y que un miembro de una delegación describió como “excesivamente idealista”.

En este contexto, se informó que el presidente mexicano Felipe Calderón sostuvo el domingo una conversación telefónica con su par ecuatoriano Rafael Correa, quien le agradeció su contribución al acuerdo en la Cumbre de Río. Calderón, a la vez, pidió trabajar para que las cosas mejoren en la región y dijo que, en ese esfuerzo, pueden contar con México. (Con información de agencias)
Nota de El Tiempo y GDA, El Universal, 18 de marzo.



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