BUENOS AIRES.— El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ordenó el domingo la movilización de 10 batallones de tanques hacia la frontera con Colombia y el cierre de su embajada en Bogotá tras la operación militar del sábado que culminó con la muerte del líder de las FARC, Raúl Reyes, en territorio ecuatoriano.
Siguiendo los pasos de Chávez, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, ordenó la retirada de su embajador en Bogotá y fue más lejos al expulsar al representante diplomático colombiano en Quito. También anunció que movilizó tropas a la frontera con Colombia y propuso una reunión con presidentes de la región para evitar “internacionalizar el conflicto”.
Precisó que la incursión del Ejército colombiano en territorio de Ecuador fue de 10 kilómetros, pues los disparos venían del lado sur y deploró que no se les diera parte para que interviniera la fuerza pública ecuatoriana, como ya había sucedido en ocasiones anteriores.
“Señor ministro de Defensa, muévame 10 batallones hacia la frontera con Colombia, de inmediato, batallones de tanques. La aviación militar que se despliegue”, dijo Chávez durante su programa semanal de radio y televisión Aló Presidente.
“Pongo a Venezuela en alerta y apoyaremos al Ecuador en cualquier circunstancia”, afirmó, y comentó más tarde que Correa también había movilizado tropas hacia Colombia.
El canciller Fernando Araujo leyó ayer un comunicado en el que el gobierno colombiano “desea presentar al gobierno de Ecuador sus excusas” por la incursión militar en la que participaron dos helicópteros del ejército de su país.
Simultáneamente, el gobierno colombiano aseguró anoche que en las computadoras halladas al cabecilla de las FARC abatido, Raúl Reyes, están documentos “en los que hay constancia de que el presidente de Ecuador, Rafael Correa, tiene una relación y unos compromisos” con los rebeldes.
El director de la Policía de Colombia, general Oscar Naranjo, presentó un documento con fecha del 18 de enero, según el cual Reyes tuvo un encuentro con el ministro de Seguridad ecuatoriano, Gustavo Larrea, del que no se precisa lugar o fecha.
Entre los temas tratados está el “interés del presidente (Correa) de oficializar las relaciones con la dirección de las FARC” por conducto de Larrea, según reza el texto del documento de Reyes divulgado a la prensa.
El viceministro de Defensa ecuatoriano, Miguel Carvajal, calificó de “patraña” las afirmaciones en el sentido de que el presidente Correa, tenía algún tipo de “vínculos” con las FARC.
En México, el presidente Felipe Calderón telefoneó ayer a sus homólogos de Ecuador y Colombia, de quienes recibió impresiones del incidente registrado el sábado en la frontera entre los dos países, informó en un comunicado la presidencia de la República.
Calderón les manifestó la voluntad del gobierno mexicano de “apoyar cualquier acción, a solicitud de las partes, que favorezca el diálogo entre sus naciones”. Y los exhortó a fortalecer el diálogo en el marco de los mecanismos y organismos regionales pertinentes.
Siguiendo los pasos de Chávez, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, ordenó la retirada de su embajador en Bogotá y fue más lejos al expulsar al representante diplomático colombiano en Quito. También anunció que movilizó tropas a la frontera con Colombia y propuso una reunión con presidentes de la región para evitar “internacionalizar el conflicto”.
Precisó que la incursión del Ejército colombiano en territorio de Ecuador fue de 10 kilómetros, pues los disparos venían del lado sur y deploró que no se les diera parte para que interviniera la fuerza pública ecuatoriana, como ya había sucedido en ocasiones anteriores.
“Señor ministro de Defensa, muévame 10 batallones hacia la frontera con Colombia, de inmediato, batallones de tanques. La aviación militar que se despliegue”, dijo Chávez durante su programa semanal de radio y televisión Aló Presidente.
“Pongo a Venezuela en alerta y apoyaremos al Ecuador en cualquier circunstancia”, afirmó, y comentó más tarde que Correa también había movilizado tropas hacia Colombia.
El canciller Fernando Araujo leyó ayer un comunicado en el que el gobierno colombiano “desea presentar al gobierno de Ecuador sus excusas” por la incursión militar en la que participaron dos helicópteros del ejército de su país.
Simultáneamente, el gobierno colombiano aseguró anoche que en las computadoras halladas al cabecilla de las FARC abatido, Raúl Reyes, están documentos “en los que hay constancia de que el presidente de Ecuador, Rafael Correa, tiene una relación y unos compromisos” con los rebeldes.
El director de la Policía de Colombia, general Oscar Naranjo, presentó un documento con fecha del 18 de enero, según el cual Reyes tuvo un encuentro con el ministro de Seguridad ecuatoriano, Gustavo Larrea, del que no se precisa lugar o fecha.
Entre los temas tratados está el “interés del presidente (Correa) de oficializar las relaciones con la dirección de las FARC” por conducto de Larrea, según reza el texto del documento de Reyes divulgado a la prensa.
El viceministro de Defensa ecuatoriano, Miguel Carvajal, calificó de “patraña” las afirmaciones en el sentido de que el presidente Correa, tenía algún tipo de “vínculos” con las FARC.
En México, el presidente Felipe Calderón telefoneó ayer a sus homólogos de Ecuador y Colombia, de quienes recibió impresiones del incidente registrado el sábado en la frontera entre los dos países, informó en un comunicado la presidencia de la República.
Calderón les manifestó la voluntad del gobierno mexicano de “apoyar cualquier acción, a solicitud de las partes, que favorezca el diálogo entre sus naciones”. Y los exhortó a fortalecer el diálogo en el marco de los mecanismos y organismos regionales pertinentes.
Nota de José Vales, El Universal, 3 de marzo.
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