Chávez y Correa rompen relaciones con Colombia

La crisis diplomática que enfrenta a Colombia con Ecuador y Venezuela se agudizó al máximo ayer con el anuncio del presidente ecuatoriano Rafael Correa del rompimiento de las relaciones diplomáticas con Bogotá, seguida del anuncio de su aliado Hugo Chávez de la expulsión del embajador colombiano en Caracas, en represalia por la emboscada militar colombiana contra un campamento de las FARC en territorio colombiano, que acabó con la muerte del “número 2” de esa guerrilla Raúl Reyes.

El gobierno ecuatoriano comunicó al colombiano la ruptura de sus relaciones diplomáticas por la “evidente violación de la soberanía nacional y de la integridad territorial” de ese país.
Además, señaló el comunicado de la cancillería ecuatoriana, por “las muy graves acusaciones contenidas en el comunicado difundido en esta fecha por la Presidencia de Colombia, así como por las aseveraciones cínicas y temerarias del general Óscar Naranjo, director de la Policía Nacional de Colombia”.

El comunicado de Quito hace referencia a los datos aparecidos en la computadora del abatido Raúl Reyes, en la que se evidencian las relaciones del gobierno de Correa con las FARC, así como el envío de 300 millones de dólares del gobernante Hugo Chávez a sus aliados guerrilleros.
Aunque negada por Correa, su ministro de Seguridad Interna y Externa de Ecuador, Gustavo Larrea, reconoció que en enero se reunió con Raúl Reyes pero “fuera de Colombia y fuera de Ecuador” y para mostrar al vocero de las FARC el “interés [de Quito] porque se libere a los tres estadunidenses secuestrados, tres policías, tres militares y a Ingrid Betancourt”.

Desde Bogotá, el gobierno de Álvaro Uribe, expresó “su preocupación” porque se haya violado la normativa internacional “en su prohibición a los países de albergar terroristas”.
Represalia venezolana. Mientras, el gobierno de Chávez arremetía de nuevo contra Uribe, al que dedicó una nueva andanada de insultos y daba órdenes a su canciller, Nicolás Maduro, para que expulsara al embajador de Colombia, Fernando Marín, y a todo el personal de esa legación diplomática en Caracas.

“No podemos ser pusilánimes, ambiguos ni cobardes cuando a un hermano se le agrede. Es justo decir a los cuatro vientos que uno se siente satisfecho porque también con esto estamos defendiendo a Ecuador”, indicó al señalar que el ataque fue “coordinado” en la base militar que EU tiene en la ciudad ecuatoriana de Manta.

Sobre la denuncia de los 300 millones de dólares, Maduro dijo que “ya estamos acostumbrados a las mentiras de Uribe”.

Reunión en la OEA. La gravedad de la crisis fue reconocida por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien convocó a una sesión extraordinaria de los 34 países miembros a propuesta del presidente Correa, quien antes acudirá a Caracas —mañana miércoles— para coordinar su postura con Chávez.

Correa quiere que la OEA —y también la Comunidad Andina y el Mercosur— evalúen lo que considera una “masacre” en su territorio, tesis apoyada por su colega venezolano, Hugo Chávez.
Movimientos de guerra. Al igual que Chávez, que el domingo ordenó el envío de diez batallones a la frontera con Colombia para evitar que tropas de este país intenten una operación similar a la de Ecuador, Correa decidió militarizar su zona limítrofe.

Correa definió el ataque a las FARC como la “peor agresión que ha sufrido Ecuador por parte de Colombia” a su soberanía e integridad territorial.

Nota de agencias en Bogotá, Quito y Caracas, Crónica, 4 de marzo.