Caracas, 4 de marzo. Tras al anuncio oficial del cierre de las fronteras, unos 9 mil soldados venezolanos iniciaron este martes su movilización desde los cuarteles de los centroccidentales estados de Lara y Carabobo hacia la extensa zona limítrofe con Colombia, de unos 2 mil 200 kilómetros de extensión, lo que tensa las deterioradas relaciones entre los dos países.
“Nadie puede pensar que puede haber una guerra entre dos pueblos hermanos. No entiendo para qué envían tropas a la frontera si los venezolanos tenemos un colombiano en cada casa”, dijo una sorprendida ama de casa.
Más de 4 millones de colombianos, la mayoría de ellos escapados de la violencia en su país, viven en Venezuela, y la mayoría se dedica al sector de los servicios.
Si bien hay quienes señalan que ante un posible escenario de corte de las relaciones comerciales (de alrededor de 6 mil millones de dólares en 2007), el país que sufriría mayores dificultades sería Colombia, y otros temen que ese hecho desate un mayor desabastecimiento en Venezuela.
El ministro de Agricultura y Tierras venezolano, Elías Jaua, dijo que el plan de soberanía alimentaria no depende del mercado colombiano debido a políticas multipolares para prever otros espacios que puedan cooperar con el abastecimiento (Nicaragua, Argentina, Brasil e incluso Bielorrusia).
“Venezuela ya está preparada para solucionar cualquier tipo de adversidad que pudieran ocurrir en caso que se produzcan situaciones adversas en el comercio bilateral con Colombia”, aseguró y criticó la matriz mediática con informes exagerados sobre desabastecimientos de productos alimenticios, “política de terror contra nuestro pueblo” que incluye alertar de que “habrá hambruna”.
El último fin de semana, el presidente Hugo Chávez advirtió a su par colombiano Álvaro Uribe que si realiza una operación militar en Venezuela, similar a la emprendida en territorio ecuatoriano, se considerará “causa de guerra”, y ordenó el traslado de 10 batallones a la zona fronteriza.
El general retirado Alberto Muller Rojas, experto en geopolítica y asesor de Chávez, dijo que el traslado de las tropas a la zona fronteriza con Colombia “es una acción eminentemente preventiva”. Venezuela cuenta con alrededor de 100 mil hombres en su fuerza armada (incluyendo ejército, marina, aeronáutica y guardia nacional) y 280 mil en la reserva.
El general retirado Raúl Isaías Baduel, ex ministro de Defensa y hoy opositor, criticó la decisión y dijo que el anuncio debió manejarse con reserva: “Chávez quiere ir a la guerra como Mambrú: solo”. Solamente pretende obtener beneficio político, ya que su popularidad ha mermado desde el fracaso del referendo constitucional del pasado 2 de diciembre, añadió.
Por su parte, los partidos políticos opositores suscribieron hoy una declaración en que rechazan la decisión de Chávez de involucrar a Venezuela en una confrontación con Colombia por la muerte de un jefe guerrillero en Ecuador, hecho que consideran debe ser resuelto por vía diplomática.
Consideraron una irresponsabilidad el envío de tropas a la frontera con Colombia, “porque no es una decisión dirigida a garantizar la seguridad fronteriza o la soberanía del territorio nacional, lo que nunca ha hecho en nueve años de gobierno”, señalan.
Estiman que Chávez trata de desviar la atención de los problemas nacionales, con esta situación binacional planteada entre Ecuador y Colombia y “con unas voces patrioteras supuestamente nacionalistas intentan sustentar el incidente fronterizo que deben resolver los dos países involucrados”.
Mientras las tropas se dirigían en camiones y autobuses hacia la zona fronteriza, en Caracas la cancillería analizaba los escenarios diplomáticos y el repudio generalizado a la acción colombiana.
Pendientes de la reunión en la sede de la Organización de Estados Americanos y de la convocatoria a una reunión urgente de los cancilleres del Mercosur, lo más probable es que Venezuela se abstenga de participar en la cumbre de la Unión de Naciones del Sur en Cartagena de Indias.
El ministro del Interior Ramón Rodríguez Chacín dijo que “la crisis diplomática, comercial y política con Colombia tiene su origen en el petróleo y es promovida por Washington”. Recordó que Estados Unidos es el único país del mundo que se atrevió a felicitar a Uribe por ordenar una masacre.
El presidente George W. Bush criticó este martes las “maniobras provocadoras” del gobierno venezolano y dijo que su gobierno respaldará a Uribe y estará junto a Colombia en su lucha contra el terrorismo, tras exhortar al Congreso a que apruebe un tratado de libre comercio con Bogotá.
Para la inteligencia militar venezolana, no se trata de prevenir un conflicto sino de detener la escalada. No es una acción para derrocar a Chávez o a Correa, sino de una conspiración de largo aliento, monitoreada por Estados Unidos y destinada a apoderarse del petróleo de Venezuela y Ecuador, el gas de Bolivia y el agua y la biodiversidad de la Amazonia.
“Nadie puede pensar que puede haber una guerra entre dos pueblos hermanos. No entiendo para qué envían tropas a la frontera si los venezolanos tenemos un colombiano en cada casa”, dijo una sorprendida ama de casa.
Más de 4 millones de colombianos, la mayoría de ellos escapados de la violencia en su país, viven en Venezuela, y la mayoría se dedica al sector de los servicios.
Si bien hay quienes señalan que ante un posible escenario de corte de las relaciones comerciales (de alrededor de 6 mil millones de dólares en 2007), el país que sufriría mayores dificultades sería Colombia, y otros temen que ese hecho desate un mayor desabastecimiento en Venezuela.
El ministro de Agricultura y Tierras venezolano, Elías Jaua, dijo que el plan de soberanía alimentaria no depende del mercado colombiano debido a políticas multipolares para prever otros espacios que puedan cooperar con el abastecimiento (Nicaragua, Argentina, Brasil e incluso Bielorrusia).
“Venezuela ya está preparada para solucionar cualquier tipo de adversidad que pudieran ocurrir en caso que se produzcan situaciones adversas en el comercio bilateral con Colombia”, aseguró y criticó la matriz mediática con informes exagerados sobre desabastecimientos de productos alimenticios, “política de terror contra nuestro pueblo” que incluye alertar de que “habrá hambruna”.
El último fin de semana, el presidente Hugo Chávez advirtió a su par colombiano Álvaro Uribe que si realiza una operación militar en Venezuela, similar a la emprendida en territorio ecuatoriano, se considerará “causa de guerra”, y ordenó el traslado de 10 batallones a la zona fronteriza.
El general retirado Alberto Muller Rojas, experto en geopolítica y asesor de Chávez, dijo que el traslado de las tropas a la zona fronteriza con Colombia “es una acción eminentemente preventiva”. Venezuela cuenta con alrededor de 100 mil hombres en su fuerza armada (incluyendo ejército, marina, aeronáutica y guardia nacional) y 280 mil en la reserva.
El general retirado Raúl Isaías Baduel, ex ministro de Defensa y hoy opositor, criticó la decisión y dijo que el anuncio debió manejarse con reserva: “Chávez quiere ir a la guerra como Mambrú: solo”. Solamente pretende obtener beneficio político, ya que su popularidad ha mermado desde el fracaso del referendo constitucional del pasado 2 de diciembre, añadió.
Por su parte, los partidos políticos opositores suscribieron hoy una declaración en que rechazan la decisión de Chávez de involucrar a Venezuela en una confrontación con Colombia por la muerte de un jefe guerrillero en Ecuador, hecho que consideran debe ser resuelto por vía diplomática.
Consideraron una irresponsabilidad el envío de tropas a la frontera con Colombia, “porque no es una decisión dirigida a garantizar la seguridad fronteriza o la soberanía del territorio nacional, lo que nunca ha hecho en nueve años de gobierno”, señalan.
Estiman que Chávez trata de desviar la atención de los problemas nacionales, con esta situación binacional planteada entre Ecuador y Colombia y “con unas voces patrioteras supuestamente nacionalistas intentan sustentar el incidente fronterizo que deben resolver los dos países involucrados”.
Mientras las tropas se dirigían en camiones y autobuses hacia la zona fronteriza, en Caracas la cancillería analizaba los escenarios diplomáticos y el repudio generalizado a la acción colombiana.
Pendientes de la reunión en la sede de la Organización de Estados Americanos y de la convocatoria a una reunión urgente de los cancilleres del Mercosur, lo más probable es que Venezuela se abstenga de participar en la cumbre de la Unión de Naciones del Sur en Cartagena de Indias.
El ministro del Interior Ramón Rodríguez Chacín dijo que “la crisis diplomática, comercial y política con Colombia tiene su origen en el petróleo y es promovida por Washington”. Recordó que Estados Unidos es el único país del mundo que se atrevió a felicitar a Uribe por ordenar una masacre.
El presidente George W. Bush criticó este martes las “maniobras provocadoras” del gobierno venezolano y dijo que su gobierno respaldará a Uribe y estará junto a Colombia en su lucha contra el terrorismo, tras exhortar al Congreso a que apruebe un tratado de libre comercio con Bogotá.
Para la inteligencia militar venezolana, no se trata de prevenir un conflicto sino de detener la escalada. No es una acción para derrocar a Chávez o a Correa, sino de una conspiración de largo aliento, monitoreada por Estados Unidos y destinada a apoderarse del petróleo de Venezuela y Ecuador, el gas de Bolivia y el agua y la biodiversidad de la Amazonia.
Nota de Haram Ahorinian, La Jornada, 5 de marzo.
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