Los usuarios de servicios públicos que recurren a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para presentar una queja reciben en general una atención inadecuada, concluye un reporte del Programa Atalaya.
El programa -en el que participan especialistas del ITAM, FLACSO y Fundar- indica que en muchos casos la CNDH elabora de manera deficiente las solicitudes de información a las autoridades involucradas, no pone a disposición del quejoso las respuestas, no utiliza su facultad de practicar inspecciones y concluye clos expedientes con meras "orientaciones".
"Llama la atención que en una gran parte de los casos concluidos por orientación la CNDH sugirió al quejoso, meses después de iniciada la queja, la adopción de medidas que bien pudieron ser aconsejadas desde que el organismo tuvo conocimiento de los hechos, como por ejemplo acudir a los órganos internos de control", indica el reporte Desempeño de la CNDH en la Atención de Quejas contra la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, la Profeco, la CFE, y la Conagua.
Destaca que esos cuatro organismos concentran 25 por ciento de las quejas presentadas ante la CNDH.
Entre los reclamos destacan cobros excesivos o injustificados por suministro eléctrico, falta de información, malos tratos, violaciones al derecho de petición y favoritismos por parte de los conciliadores de la Profeco.
"Las principales irregularidades en la atención de las quejas están relacionadas con la elaboración deficiente por parte de la CNDH de las solicitudes de información dirigidas a las autoridades, así como inactividad ante informes omisos o incompletos rendidos por las autoridades y la convalidación de dichos informes a pesar de sus deficiencias", señaló el Programa Atalaya.
"La CNDH utiliza fórmulas o enunciados prediseñados al solicitar información a las autoridades, que al no ser acompañadas de fórmulas específicas para el caso concreto facilitan respuestas vagas e incompletas por parte de las autoridades".
Según el Programa, la CNDH se limita a investigar los hechos narrados en la comunicación inicial del quejoso, sin incorporar elementos adicionales. Además, sostuvo, la comisión valida lo sostenido por la autoridad aunque no esté apoyado en evidencias.
La CNDH, advirtió el Programa, operan bajo la lógica de postergar o desplazar el estudio y solución de quejas.
"Únicamente quienes pacientemente logran completar el recorrido del circuito (Luz y Fuerza-Profeco-CNDH) pueden aspirar a que se estudie con mayor profundidad su caso y, con suerte, a que se modifiquen los montos exigidos o las modalidades de pago", apuntó.
El programa -en el que participan especialistas del ITAM, FLACSO y Fundar- indica que en muchos casos la CNDH elabora de manera deficiente las solicitudes de información a las autoridades involucradas, no pone a disposición del quejoso las respuestas, no utiliza su facultad de practicar inspecciones y concluye clos expedientes con meras "orientaciones".
"Llama la atención que en una gran parte de los casos concluidos por orientación la CNDH sugirió al quejoso, meses después de iniciada la queja, la adopción de medidas que bien pudieron ser aconsejadas desde que el organismo tuvo conocimiento de los hechos, como por ejemplo acudir a los órganos internos de control", indica el reporte Desempeño de la CNDH en la Atención de Quejas contra la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, la Profeco, la CFE, y la Conagua.
Destaca que esos cuatro organismos concentran 25 por ciento de las quejas presentadas ante la CNDH.
Entre los reclamos destacan cobros excesivos o injustificados por suministro eléctrico, falta de información, malos tratos, violaciones al derecho de petición y favoritismos por parte de los conciliadores de la Profeco.
"Las principales irregularidades en la atención de las quejas están relacionadas con la elaboración deficiente por parte de la CNDH de las solicitudes de información dirigidas a las autoridades, así como inactividad ante informes omisos o incompletos rendidos por las autoridades y la convalidación de dichos informes a pesar de sus deficiencias", señaló el Programa Atalaya.
"La CNDH utiliza fórmulas o enunciados prediseñados al solicitar información a las autoridades, que al no ser acompañadas de fórmulas específicas para el caso concreto facilitan respuestas vagas e incompletas por parte de las autoridades".
Según el Programa, la CNDH se limita a investigar los hechos narrados en la comunicación inicial del quejoso, sin incorporar elementos adicionales. Además, sostuvo, la comisión valida lo sostenido por la autoridad aunque no esté apoyado en evidencias.
La CNDH, advirtió el Programa, operan bajo la lógica de postergar o desplazar el estudio y solución de quejas.
"Únicamente quienes pacientemente logran completar el recorrido del circuito (Luz y Fuerza-Profeco-CNDH) pueden aspirar a que se estudie con mayor profundidad su caso y, con suerte, a que se modifiquen los montos exigidos o las modalidades de pago", apuntó.
Nota de Silvia Garduño, Reforma, 14 de marzo.
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