La titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Josefina Vázquez Mota, afirmó que el gobierno, la academia y el sector empresarial deben mirar de forma distinta los cambios en los flujos migratorios hacia Estados Unidos y garantizar que este fenómeno sea “legal, mucho más digno y ordenado”.
Advirtió que “o se mira a la migración como un espacio de oportunidad, respeto y construcción, o se le ve desde la amenaza, los muros, las distancias y la no dignidad, lo cual sería no sólo dejar de reconocer la realidad, sino el peor camino de todos”.
Estados Unidos, destacó, no puede extender su prosperidad sin la comunidad mexicana, y México no puede mirar la migración sin atender sus propias responsabilidades y responder a millones de connacionales, para que “cuando vayan a otro país, lo hagan por una razón distinta a la pobreza”.
Dijo que actualmente en Estados Unidos se vive un sentimiento antinmigratorio, aunque no sólo en ese país. Agregó: “y diría que particularmente hay un sentimiento antimexicano que no podemos desestimar, pues cuando uno conversa con las comunidades (de connacionales) se da cuenta de que ha cambiado en gran medida su certeza, esquemas de vida y posibilidades de futuro”.
Al participar en el seminario Norteamérica y el dilema de la integración. Reflexiones y perspectivas sobre el futuro de la región, en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Vázquez Mota aseguró que a diferencia de los años 70, cuando 800 mil mexicanos residían en Estados Unidos, hoy suman 11.8 millones, cifra que representa 10 por ciento de la población nacional.
Entre los retos que enfrentan los mexicanos en ese país, reconoció que 270 mil migrantes mayores de 18 años son “analfabetos en español”, ya que no tienen ninguna formación académica, mientras que 850 mil sólo estudiaron hasta el cuarto año de primaria y 47 por ciento de mayores de edad sólo tiene secundaria, aunque la mayoría no la concluyó.
Falta mucho por hacer en educación para que la comunidad mexicana “logre algún día, como la irlandesa, tener injerencia en la política pública en Estados Unidos”, dijo, e indicó que 22 por ciento de los connacionales “no maneja” el idioma inglés de manera adecuada, mientras que 27 por ciento “lo hace de forma muy básica”.
Sin embargo, destacó que se impulsan acciones para consolidar las más de 300 plazas comunitarias que ahí existen, así como la firma de acuerdos con diversos gobiernos estatales y locales estadunidenses, donde la SEP participa en la certificación de competencias labores de cosmetólogas en Los Ángeles, jardineros en Las Vegas, floricultores y horticultores en Fresno, trabajadores de la industria de la construcción en Dallas y mecánicos en Kansas.
Advirtió que “o se mira a la migración como un espacio de oportunidad, respeto y construcción, o se le ve desde la amenaza, los muros, las distancias y la no dignidad, lo cual sería no sólo dejar de reconocer la realidad, sino el peor camino de todos”.
Estados Unidos, destacó, no puede extender su prosperidad sin la comunidad mexicana, y México no puede mirar la migración sin atender sus propias responsabilidades y responder a millones de connacionales, para que “cuando vayan a otro país, lo hagan por una razón distinta a la pobreza”.
Dijo que actualmente en Estados Unidos se vive un sentimiento antinmigratorio, aunque no sólo en ese país. Agregó: “y diría que particularmente hay un sentimiento antimexicano que no podemos desestimar, pues cuando uno conversa con las comunidades (de connacionales) se da cuenta de que ha cambiado en gran medida su certeza, esquemas de vida y posibilidades de futuro”.
Al participar en el seminario Norteamérica y el dilema de la integración. Reflexiones y perspectivas sobre el futuro de la región, en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Vázquez Mota aseguró que a diferencia de los años 70, cuando 800 mil mexicanos residían en Estados Unidos, hoy suman 11.8 millones, cifra que representa 10 por ciento de la población nacional.
Entre los retos que enfrentan los mexicanos en ese país, reconoció que 270 mil migrantes mayores de 18 años son “analfabetos en español”, ya que no tienen ninguna formación académica, mientras que 850 mil sólo estudiaron hasta el cuarto año de primaria y 47 por ciento de mayores de edad sólo tiene secundaria, aunque la mayoría no la concluyó.
Falta mucho por hacer en educación para que la comunidad mexicana “logre algún día, como la irlandesa, tener injerencia en la política pública en Estados Unidos”, dijo, e indicó que 22 por ciento de los connacionales “no maneja” el idioma inglés de manera adecuada, mientras que 27 por ciento “lo hace de forma muy básica”.
Sin embargo, destacó que se impulsan acciones para consolidar las más de 300 plazas comunitarias que ahí existen, así como la firma de acuerdos con diversos gobiernos estatales y locales estadunidenses, donde la SEP participa en la certificación de competencias labores de cosmetólogas en Los Ángeles, jardineros en Las Vegas, floricultores y horticultores en Fresno, trabajadores de la industria de la construcción en Dallas y mecánicos en Kansas.
Nota de Laura Poy Solano, La Jornada, 1º de marzo.
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