LA HABANA.— El calor de la isla terminó por derretir ese témpano en el que se habían convertido las relaciones entre los gobiernos mexicano y cubano.
Este día no hubo espacio para recordar declaraciones hostiles como las que intercambiaron los entonces presidentes Vicente Fox y Fidel Castro Ruz, que llevaron a la salida de los embajadores y dejaron la relación bilateral en el congelador.
Ayer en La Habana las frases amables salían de los diplomáticos a la menor provocación. La canciller Patricia Espinosa elogiaba al gobierno cubano, y en respuesta el canciller de la isla, Felipe Pérez Roque, hacía lo propio en referencia al pueblo y gobierno de México.
Habían pasado entonces ya los momentos complicados, pues para que esta reunión fuera posible tuvieron que vencer algunos obstáculos de última hora, como la intención de la delegación mexicana de sostener un encuentro con la disidencia, que al final no prosperó.
“Reconocemos en el gobierno cubano a un interlocutor con el cual se puede construir hacia el futuro, así como unir fuerzas para ir adelante”, dijo Espinosa Cantellano.
Ambos diplomáticos reconocían que este espacio de diálogo, en el marco de la Tercera Reunión del Mecanismo Permanente de Información y Consulta Política, marcaba un antes y un después en la relación bilateral, y lo demostraban públicamente.
Sólo en un tema hubo aún mucha cautela. La canciller mexicana nunca se refirió abiertamente al tema de los derechos humanos, el que sí fue mencionado por el canciller de la isla en al clausurar el encuentro.
La confianza depositada en México fue evidente del lado cubano al reconocer la intención del presidente Felipe Calderón de mantener un acercamiento con el gobierno de Cuba. La muestra de confianza llegó hasta las palabras, pues Pérez Roque en todo momento le habló de tú y no de usted a la funcionaria mexicana, quien siempre marcó una distancia al tratar al canciller cubano de usted.
Este viernes continuará la reconciliación, pues se dará paso a una agenda de encuentros con personalidades del gobierno de la isla como el vicepresidente del Consejo de Estado, Carlos Lage, el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, y con el jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Fernando Ramírez.
Este día no hubo espacio para recordar declaraciones hostiles como las que intercambiaron los entonces presidentes Vicente Fox y Fidel Castro Ruz, que llevaron a la salida de los embajadores y dejaron la relación bilateral en el congelador.
Ayer en La Habana las frases amables salían de los diplomáticos a la menor provocación. La canciller Patricia Espinosa elogiaba al gobierno cubano, y en respuesta el canciller de la isla, Felipe Pérez Roque, hacía lo propio en referencia al pueblo y gobierno de México.
Habían pasado entonces ya los momentos complicados, pues para que esta reunión fuera posible tuvieron que vencer algunos obstáculos de última hora, como la intención de la delegación mexicana de sostener un encuentro con la disidencia, que al final no prosperó.
“Reconocemos en el gobierno cubano a un interlocutor con el cual se puede construir hacia el futuro, así como unir fuerzas para ir adelante”, dijo Espinosa Cantellano.
Ambos diplomáticos reconocían que este espacio de diálogo, en el marco de la Tercera Reunión del Mecanismo Permanente de Información y Consulta Política, marcaba un antes y un después en la relación bilateral, y lo demostraban públicamente.
Sólo en un tema hubo aún mucha cautela. La canciller mexicana nunca se refirió abiertamente al tema de los derechos humanos, el que sí fue mencionado por el canciller de la isla en al clausurar el encuentro.
La confianza depositada en México fue evidente del lado cubano al reconocer la intención del presidente Felipe Calderón de mantener un acercamiento con el gobierno de Cuba. La muestra de confianza llegó hasta las palabras, pues Pérez Roque en todo momento le habló de tú y no de usted a la funcionaria mexicana, quien siempre marcó una distancia al tratar al canciller cubano de usted.
Este viernes continuará la reconciliación, pues se dará paso a una agenda de encuentros con personalidades del gobierno de la isla como el vicepresidente del Consejo de Estado, Carlos Lage, el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, y con el jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Fernando Ramírez.
Nota de Natalia Gómez Quintero, El Universal, 14 de marzo.
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