Petróleos Mexicanos contrata prácticamente la totalidad de sus actividades exploratorias, de perforación y algunas de producción a empresas privadas nacionales e internacionales con sobrecostos de 10 al 25 por ciento respecto a lo que paga cualquier petrolera del mundo.
Expertos dijeron que la Ley de Obra Pública y Adquisiciones no da certeza jurídica a los proveedores, lo que se compensa con un sobrecosto.
Según un análisis comparativo sobre los costos de los equipos que contrata Pemex con respecto al mercado internacional hecho por la Red Mexicana de Energía (Remexen) y presentado en foros públicos con la Asociación Mexicana de Derecho Energético, la incertidumbre jurídica en los contratos para proveedores privados y las limitaciones tecnológicas encarecen sus costos.
Por ejemplo, Schlumberger y Halliburton rentan a Pemex plataformas petroleras y equipo de perforación con costos adicionales del 10 al 25 por ciento, dependiendo del contrato.
Según Pemex, la renta de las plataformas para perforación en aguas profundas va de 480 mil a 530 mil dólares diarios y en aguas someras de 380 mil a 480 mil dólares, mientras que por la perforación de un pozo paga 100 millones de dólares.
Pero según Remexen, a nivel internacional el promedio de renta de equipo y perforación de pozos va de 240 mil a 400 mil dólares diarios y 80 millones, respectivamente.
Pemex Exploración y Producción, la subsidiaria que más contratos firma con privados, reconoce que las restricciones en el marco jurídico bajo el que opera se los cobra el contratista y a la larga paga más que otras petroleras por un mismo servicio.
Particularmente Schlumberger le cobra a Pemex hasta 50 por ciento más por perforar un pozo de mil 500 metros en relación a lo que hace en EU, según los costos de mercado.
En 2006, Pemex realizó 3 mil 590 contratos con proveedores privados, nacionales y extranjeros, mientras que en 2007 fueron 2 mil 939.
David Enríquez, experto legal en contratos de servicios para la industria petrolera e integrante de Remexen, detalló que a nivel internacional se utilizan modelos contractuales estandarizados, donde las partes pueden medir sus riesgos.
En el caso de México, Pemex es juez y parte en la asignación de un contrato y hay altas probabilidades de rescindirlo, lo que genera incertidumbre jurídica que los contratistas cobran.
Expertos dijeron que la Ley de Obra Pública y Adquisiciones no da certeza jurídica a los proveedores, lo que se compensa con un sobrecosto.
Según un análisis comparativo sobre los costos de los equipos que contrata Pemex con respecto al mercado internacional hecho por la Red Mexicana de Energía (Remexen) y presentado en foros públicos con la Asociación Mexicana de Derecho Energético, la incertidumbre jurídica en los contratos para proveedores privados y las limitaciones tecnológicas encarecen sus costos.
Por ejemplo, Schlumberger y Halliburton rentan a Pemex plataformas petroleras y equipo de perforación con costos adicionales del 10 al 25 por ciento, dependiendo del contrato.
Según Pemex, la renta de las plataformas para perforación en aguas profundas va de 480 mil a 530 mil dólares diarios y en aguas someras de 380 mil a 480 mil dólares, mientras que por la perforación de un pozo paga 100 millones de dólares.
Pero según Remexen, a nivel internacional el promedio de renta de equipo y perforación de pozos va de 240 mil a 400 mil dólares diarios y 80 millones, respectivamente.
Pemex Exploración y Producción, la subsidiaria que más contratos firma con privados, reconoce que las restricciones en el marco jurídico bajo el que opera se los cobra el contratista y a la larga paga más que otras petroleras por un mismo servicio.
Particularmente Schlumberger le cobra a Pemex hasta 50 por ciento más por perforar un pozo de mil 500 metros en relación a lo que hace en EU, según los costos de mercado.
En 2006, Pemex realizó 3 mil 590 contratos con proveedores privados, nacionales y extranjeros, mientras que en 2007 fueron 2 mil 939.
David Enríquez, experto legal en contratos de servicios para la industria petrolera e integrante de Remexen, detalló que a nivel internacional se utilizan modelos contractuales estandarizados, donde las partes pueden medir sus riesgos.
En el caso de México, Pemex es juez y parte en la asignación de un contrato y hay altas probabilidades de rescindirlo, lo que genera incertidumbre jurídica que los contratistas cobran.
Nota de Alma Hernández, Reforma, 17 de marzo.
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