Más de 50 por ciento de los recursos potenciales de hidrocarburos del País se localizan en aguas profundas del Golfo de México -alrededor de 30 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente-, y llegar a ellos representará para Pemex "profundos" retos.
En un reporte, Pemex identifica los siguientes desafíos.
Dinero: perforar un pozo en aguas profundas cuesta entre 70 y 150 millones de dólares.
Tecnología: desarrollar la tecnología toma más de 15 años, y las empresas que la tienen la condicionan a asociarse con ellos en los proyectos de exploración, lo cual está prohibido por la Constitución.
Buscar crudo y gas natural en las profundidades del mar requiere la utilización de plataformas flotantes que se rentan en entre 480 mil y 530 mil dólares por día, y hay pocas en el mundo, destaca.
Complejidad de los proyectos: se necesitan habilidades para administrar este tipo de proyectos, que incluyen instalaciones submarinas sofisticadas, el uso de robots y nuevas tecnologías para la separación y bombeo de hidrocarburos en el fondo del mar, entre otras.
Altos riesgos: la complejidad de las estructuras geológicas y la dificultad de identificar yacimientos a altas profundidades disminuyen la probabilidad de descubrir reservas en aguas profundas, señala la petrolera mexicana.
El martes, REFORMA publicó que mientras Pemex pregona que México tiene un gran "tesoro" escondido bajo el mar, su búsqueda va para largo, debido principalmente a los incipientes trabajos de exploración.
Desde 2004, Pemex registra sólo cinco pozos exploratorios en esas zonas; en contraste, Estados Unidos perfora en promedio 100 pozos anuales en aguas profundas del Golfo de México.
Para Pemex, explorar crudo en aguas profundas representa una de las estrategias más importantes para encontrar nuevas reservas que compensen los yacimientos en declinación, como Cantarell, que le permitan mantener una producción de 3 millones de barriles en los próximos años.
En un reporte, Pemex identifica los siguientes desafíos.
Dinero: perforar un pozo en aguas profundas cuesta entre 70 y 150 millones de dólares.
Tecnología: desarrollar la tecnología toma más de 15 años, y las empresas que la tienen la condicionan a asociarse con ellos en los proyectos de exploración, lo cual está prohibido por la Constitución.
Buscar crudo y gas natural en las profundidades del mar requiere la utilización de plataformas flotantes que se rentan en entre 480 mil y 530 mil dólares por día, y hay pocas en el mundo, destaca.
Complejidad de los proyectos: se necesitan habilidades para administrar este tipo de proyectos, que incluyen instalaciones submarinas sofisticadas, el uso de robots y nuevas tecnologías para la separación y bombeo de hidrocarburos en el fondo del mar, entre otras.
Altos riesgos: la complejidad de las estructuras geológicas y la dificultad de identificar yacimientos a altas profundidades disminuyen la probabilidad de descubrir reservas en aguas profundas, señala la petrolera mexicana.
El martes, REFORMA publicó que mientras Pemex pregona que México tiene un gran "tesoro" escondido bajo el mar, su búsqueda va para largo, debido principalmente a los incipientes trabajos de exploración.
Desde 2004, Pemex registra sólo cinco pozos exploratorios en esas zonas; en contraste, Estados Unidos perfora en promedio 100 pozos anuales en aguas profundas del Golfo de México.
Para Pemex, explorar crudo en aguas profundas representa una de las estrategias más importantes para encontrar nuevas reservas que compensen los yacimientos en declinación, como Cantarell, que le permitan mantener una producción de 3 millones de barriles en los próximos años.
Nota de José Ángel Vela, Reforma, 20 de marzo.
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