Extranjeras podrían rescatar a Pemex

Nació hace 70 años con la pugna entre el Estado y las empresas extranjeras por el control de uno de los recursos naturales más importantes que posee México, el petróleo, y hoy enfrenta el dilema de permitir que sean o no las compañías extranjeras el principal motor de la reactivación futura des la industria petrolera nacional.

Pemex arriba a la conmemoración de siete décadas de nacionalización de esta industria en medio de una disputa similar entre quienes promueven cambios que abran la oportunidad a la inversión privada en áreas hasta ahora delegadas en exclusividad al Estado y quienes se oponen porque consideran innecesaria esa apertura.

En 1938, el acto de nacionalización del presidente Lázaro Cárdenas inauguró una nueva etapa de la historia del petróleo mexicano al darle al gobierno federal pleno y exclusivo control sobre el petróleo y los fierros que operaban compañías como Mexicana de Petróleo El Águila y la Mexican Petroleum Company, encabezadas por los empresarios Edward L. Doheny y Weetman D. Pearson, acérrimos rivales que a pesar de todo lograron colocar a esta industria entre una de las más importantes del mundo en su momento, al alcanzar un nivel histórico de reservas y colocar a México como uno de los principales actores petroleros del mundo.

A partir de ese año, Pemex ha transitado por momentos de empuje pero también por periodos de crisis:

—Los continuos intentos y las historias de fracaso por hacer de la extracción de crudo un negocio rentable en nuestro que se remonta a 1850, aunque fue en 1880 cuando la compañía norteamericana Waters-Pierce Oil Company obtuvo los primeros resultados.

—Los descubrimientos de grandes yacimientos en la región de la Huasteca veracruzana que dieron un gran impulso a la producción nacional de 3.6 millones de barriles anuales en 1910, a 12.5 millones en 1911.

—Durante la segunda guerra mundial México se convirtió en el segundo productor de petróleo del orbe y las compañías petroleras que operaban en el país en los principales proveedores de los países aliados.

—Cuando los pozos perforados y operados por El Águila y la Mexican Petroleum Company empezaron a arrojar agua con sal, síntoma del primer gran declive de los yacimientos de crudo en México.

—En la era moderna, con el diseño de políticas energéticas sustentadas en que con el máximo nivel de reservas alcanzadas (72 mil millones de barriles en los setentas) estaba garantizado el suministro de petróleo para 50 años y que la época del petróleo fácil y barato no nos alcanzaría, equívoco que al final se traducido en una nueva y preocupante segunda fase de declinación en el megaproyecto Cantarell.

—Y, la enorme dependencia de las finanzas públicas y del fisco respecto al petróleo, lo que ha contribuido a que Pemex asuma el papel de la empresa petrolera más endeudada del mundo.

Hoy, a 70 años de la expropiación petrolera, Pemex se enfrenta a una nueva disyuntiva y los actores son los mismos de 1938, el Estado y la iniciativa privada, pero sobre todo las empresas extranjeras, quienes poseen la tecnología y los recursos financieros para enfrentar los retos futuros de la industria.

El senador Rubén Camarillo, del Partido Acción Nacional (PAN), explicó que el transito de Pemex por estos 70 años obligan a tomar nuevos derroteros que garanticen el suministro de hidrocarburos para los próximos años y que los cambios que pudiera darse “no significa un paso hacia la privatización”, sino abrir algunas áreas de la industria como refinación, transporte y almacenamiento. Debemos tomar en cuenta, añadió, que en 1938 lo que se privatizo fueron los fierros, las plantas, los complejos y que en este momento permitir la participación del capital privado en ellos no constituye pérdida de soberanía.

El legislador perredista Graco Ramírez opina, sin embargo, que antes de abrir la industria se deben tomar otras alternativas y darle a Petróleos Mexicanos la autonomía financiera que necesita para crecer.

Francisco Labastida, senador priísta, avala alianzas con empresas petroleras multinacionales pero sólo en la exploración y explotación de yacimientos transfronterizos, “más allá considera innecesarias esas alianzas”, mientras que Cuauhtemoc Cárdenas advierte que tomará las calles si la posición del gobierno federal es privatizar a la industria.

Así, entre una y otra posición Pemex espera definiciones y una reforma que quizá no sea de fondo.
Nota de Noé Cruz Serrano, El Universal, 18 de marzo.

0 Responses to "Extranjeras podrían rescatar a Pemex"