Mantienen cubanos esperanza de cambios

LA HABANA.- La expectativa por cambios económicos y sociales en Cuba sigue latente entre los cubanos, aunque sin alterar el ritmo normal en las calles, donde los mayores confían en que durante el quinquenio que gobernará Raúl Castro se realizarán las reformas necesarias para satisfacer las necesidades y reclamos de la población.

Para miles de jóvenes, sin embargo, emigrar sigue siendo un propósito a corto plazo, por lo que el nuevo Gobierno tiene el desafío de estimular su permanencia en la Isla y sobre todo su incorporación al proyecto gubernamental.

"No somos magos", ha repetido el Mandatario cubano en sus escasas intervenciones. Y en esa misma línea, desde hace semanas los medios de comunicación locales exhortan al realismo intentando frenar la ola de rumores que circulan a diario en este país caribeño.

Pero aunque la esperanza y ansiedad de los cubanos es grande por conocer los cambios, cabe mencionar que aguardan la llegada sin inmutarse y buscando solucionar sus problemas, algunos, a menudo, incluso al margen de la ley.

Pero mientras el despegue económico dentro del socialismo llega, uno de los mayores retos del Gobierno es estimular la productividad y comprometer con ésta a un segmento grande de la población para evitar que la Revolución cubana sea boicoteada por sus propios protagonistas, opinó hace unos días en un artículo el diputado Lázaro Barredo.

"Desgraciadamente hay un segmento no despreciable en nuestra sociedad que no tiene en el centro de sus inquietudes la mentalidad de productores", escribió el también director del diario oficial Granma.

"No se escucha que en el centro de las preocupaciones esté la productividad del trabajo, los costos, el rendimiento. Así no avanzaremos. Tenemos que halar parejo. Sería imperdonable que por nuestra inercia hipotecáramos el futuro", advirtió Barredo.

La opinión más generalizada en círculos diplomáticos y entre académicos es que el hermano menor de Fidel Castro está trabajando duro y llevando a cabo todo aquello a lo que se comprometió cuando asumió la Presidencia, hace un mes.

La cuestión ahora es convencer a una población sin verdadero sentido de la propiedad, con escaso acceso al consumo y poco motivada para trabajar, de que producir mucho y bien, es vital para reflotar la economía doméstica, estimó un sociólogo.

"Ese sí es el gran reto de Raúl. Persuadir a los cubanos de que van a mejorar sus vidas si dejan de robar al Estado y se ponen a trabajar de verdad", aseguró.

"Nuestra primera consigna hoy debe ser producción o muerte", manifestó el especialista.



El mercado negro


Para obtener el Cuc (moneda local con valor casi 10 centavos superior al dólar), muchos cubanos que no reciben remesas de sus familiares en el exterior, ni propinas del turismo o estímulos laborales en divisa se dedican a vender materiales y productos robados de almacenes estatales, obteniendo con ello jugosos ingresos.

Hasta donde ha podido constatar REFORMA, los vendedores clandestinos a domicilio siguen escapando a la Policía.

Por ejemplo, por el extenso barrio de Playa un día a la semana aparece un personaje que los vecinos llaman "el predicador", quien va cargado de libros sagrados que esparce en una casa amiga.

Dentro de sus biblias huecas, el hombre esconde paquetes de café de primera clase que ofrece a sus clientes a la mitad del precio que el producto tiene en las tiendas de la capital cubana.

También se puede ver a una joven regordeta que aparece con las primeras luces del alba envuelta en abrigos y tiritando de frío hasta que se libra de los kilos de carne congelada que lleva pegados al cuerpo para ofrecer a sus clientes capitalinos.

Vende, a menos de la mitad del precio que tienen los supermercados, unos enormes bistecs de vaca robados que le pueden llevar a la cárcel por muchos años.

"En cuatro días ganan más que en dos meses trabajando para el Estado. Así vivimos y esto no hay sistema que lo resista", comenta a REFORMA una compradora.

"La sed en el desierto genera espejismos y hacen falta más que oasis para calmarla", consideró hace unos días el director del periódico oficial Granma, al expresar su preocupación por el nivel de expectativas de que el Gobierno solucione rápido necesidades acumuladas.

Como los economistas consultados por REFORMA en La Habana, Barredo insistió en que la clave para elevar la calidad de vida de los cubanos es recuperar la industria local y reducir las millonarias importaciones actuales.
Nota de Yolanda Martínez, corresponsal, Reforma, 24 de marzo.

0 Responses to "Mantienen cubanos esperanza de cambios"