Mina de oro en aguas profundas

El gobierno federal posee cálculos conservadores de lo que representa el “tesoro” y la verdadera dimensión de los recursos petroleros prospectivos que México posee en el golfo de México, y del valor de los jugosos contratos que podría entregar a empresas nacionales o extranjeras dispuestas a ir con Petróleos Mexicanos al reto de aguas profundas.

En datos difundidos entre inversionistas (con la leyenda Sener: prohibida su reproducción), la Secretaría de Energía y Pemex parten de la base de dos escenarios posibles respecto del valor bruto del probable potencial petrolero de nuestro país a profundidades de más de 2 mil metros, que oscila entre 850 mil millones y un billón 500 mil millones de dólares.

Dicho cálculo sin embargo, se realizó tomando un precio de referencia de la mezcla del petróleo mexicano de 50 dólares por barril, valor muy por debajo de los actuales niveles que alcanzan el umbral de los 90 dólares y con costos de producción de 13.63 dólares por barril.

Las autoridades energéticas estiman que para extraer ese potencial tendría que entregar contratos a empresas privadas nacionales y extranjeras por 232 mil millones a 409 mil millones de dólares en un periodo de 30 años, y aún así, obtener cuantiosas utilidades.

El beneficio económico para México, una vez descontados los costos totales de descubrimiento y desarrollo, se calculan entre 618 mil millones y un billón 91 mil millones de dólares, algo así como tres o cinco años de presupuesto anual del gobierno federal.

Pemex plantea que en este momento sólo una veintena de firmas de ingeniería, construcción, servicios, perforación y operadoras podrían contribuir al desarrollo de los programas de exploración y explotación de aguas profundas de México.

En su conferencia magistral Deep Water Professional Development Program, el director de Pemex Exploración y Producción, Carlos Morales refirió que México podría utilizar los servicios de empresas TransOcean, FMC Technologies, BP, Technip, Chevron, Bhpbilliton, Marine Contractors, Shell, Aker Kvaerner, Cooper Cameron, Statoil, Pegasus, Schlumberger, Petrobras, Bluewater e Intec Engineering, entre otras.

Los escenarios planteados por Sener y Pemex varían de acuerdo al número de pozos que podrían perforarse:

En el escenario A, se obtienen 17 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente con la perforación de mil 700 pozos a lo largo de tres décadas, lo que permitiría una producción de 567 millones de barriles diarios en promedio anual e ingresos de 4 mil millones de dólares adicionales por año.

El segundo escenario (B), prevé el desarrollo de recursos prospectivos de 30 mil millones de barriles con la perforación de 3 mil pozos en el mismo periodo y una producción anual de mil millones de barriles e ingresos por 7 mil 100 millones de dólares anuales extras.

El planteamiento oficial versa en el sentido de que la tasa de éxito en los dos escenarios es el mismo que se registra en el golfo de México, en la zona petrolera de aguas profundas de Estados Unidos, calculada en 30%, es decir, de cada 10 pozos perforados 3 resultarían exitosos. La obtención de estos recursos alargaría el periodo de vida de las actuales reservas 15 o 26 años más, según el volumen de hidrocarburos que finalmente encuentren en las regiones con recursos prospectivos y los actuales niveles de extracción.

La información a la cual tuvo acceso EL UNIVERSAL, señala que tentativamente la extensión geográfica del golfo de México es de 575 mil kilómetros cuadrados, lo cual rebasa la capacidad de ejecución eficiente de cualquier compañía petrolera.

En esta región productora se han definido cinco áreas con dos enfoques para su exploración y desarrollo: Perdido, en donde tenativamente hay un potencial de 8 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente (aceite y gas, mmmbpce) y que se comparte con Estados Unidos en los límites marítimos transfronterizos; Lamprea y Lankahuasa Profunda que aportarían otros 9 mmmbpce; Coatzacoalcos Profundo con 10 mmmbpce; y Campeche Profundo con 2.4 mmmbpce.

De esta forma, según los programas preliminares elaborados por autoridades del sector, México estaría elevando la producción de crudo en aguas profundas del punto en que se inicia la producción (2011) a 2015 en 371 mil barriles diarios en promedio.

La producción de gas pasaría también de cero a 416 millones de pies cúbicos diarios en promedio.


Yacimientos transfronterizos


Respecto a los yacimientos transfronterizos, las autoridades del sector plantean la urgencia de acuerdos tanto legislativos como presupuestales, ya que del lado norteamericano se registra un incremento importante en perforaciones.

Citan que entre 1992 y 2006 el número de pozos exploratorios pasó de cinco a 101, de acuerdo con información de la US Minerals and Management Service. Esta actividad arroja un promedio de 3.5 pozos por equipo en 2006 y 12 nuevos descubrimientos en aguas profundas. Con base en datos históricos del golfo de México en EU, el Departamento de Energía de ese país calcula que son mil pozos de exploración los que han ayudado a generar reservas por 10 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente, en tirantes de agua de más de 305 metros o mil pies.
Nota de Noé Cruz, El Universal, 24 de marzo.

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