Nicaragua rompe con Colombia

Veinticuatro horas después de que la canciller ecuatoriana María Isabel Salvador aceptara a nombre de su gobierno que la Organización de Estados Americanos (OEA) lleve a cabo una mediación para resolver la crisis desatada por el ataque militar colombiano contra una base de las FARC en Ecuador, ayer, el presidente Rafael Correa echó por tierra estas diligencias tras visitar al mandatario venezolano Hugo Chávez, y cambió radicalmente su postura para exigir la condena internacional a Bogotá, a la que pide se sume la OEA, y advirtió que de no hacerlo “habrá que tirarla al basurero de la historia”.

Antes de entrevistarse en Managua con el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, Correa indicó que “si esta (agresión) queda impune, la OEA no servirá para nada y por eso esperamos una condena” en la Asamblea General de esa organización el próximo 17 marzo, ya que de no concretarse, “habrá que tirar al organismo al basurero de la historia porque habremos perdido toda la fe” en él.

SANTO DOMINGO.

Por otra parte, los cancilleres del Grupo de Río, reunidos en Santo Domingo, República Dominicana, arribaron ayer para celebrar su XX cumbre con la intención de mediar en el conflicto de Colombia con Venezuela y Ecuador y mitigar la crisis regional y revitalizar su importancia como organismo internacional.

El canciller dominicano, Carlos Morales Troncoso, inauguró la reunión en la que oficialmente no se incluyó el conflicto entre los tres países andinos, pero el interés de la cumbre está centrado en las repercusiones de la crisis, la posible presencia de los tres presidentes y el eventual papel mediador del Grupo de Río.

La cancillería dominicana confirmó el arribo del presidente colombiano Álvaro Uribe, y señaló que más tarde lo harían los mandatarios de Ecuador, Rafael Correa, y Hugo Chávez de Venezuela, donde los tres protagonistas de la polémica podrían verse durante una cena convocada por el mandatario dominicano Leonel Fernández.

Panamá.

En tanto, en Panamá, Rafael Correa calificó de “mentiroso e insolente” a su homólogo colombiano, Álvaro Uribe, y le pidió al gobierno panameño de Martín Torrijos su “solidaridad” en el litigio que mantiene con su país vecino.

Correa visitó ayer Panamá procedente de Nicaragua en una visita “relámpago” de dos horas.
Por otra parte, militares ecuatorianos aseguran haber detenido a cinco supuestos guerrilleros de las FARC en la zona selvática de Nueva Loja, cercana con Colombia, informó un oficial del Ejército que no precisó cuándo se hizo la captura.

Managua se apunta a la crisis y rompe relaciones con Álvaro Uribe
A río revuelto, ganancia de pescadores. Esto habrá pensado el presidente sandinista Daniel Ortega, quien ayer se metió de lleno en la crisis ecuato-colombiana, instigada con dureza desde Venezuela, y anunció su decisión unilateral de que Nicaragua rompe relaciones diplomáticas con Colombia.

La excusa buscada por Ortega, uno de los aliados más fieles de Chávez y partidario de su revolución, ha sido la “solidaridad” con Ecuador.

“Nicaragua, en este momento, anuncia que rompe relaciones diplomáticas con Colombia”, dijo el presidente Daniel Ortega junto con su aliado y homólogo ecuatoriano, Rafael Correa.

La verdadera excusa, sin embargo, sería otra de mayor calado y que la señaló el propio Ortega: castigar así al gobierno de Álvaro Uribe por las “reiteradas amenazas militares” que denuncia que recibe de tropas colombianas, en alerta en la isla de San Andrés, reclamada por Nicaragua.
Según Ortega, Colombia debe “respetar el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ)”, por el litigio que enfrentan los dos países por la delimitación marítima en el Caribe.

El mandatario ecuatoriano, que ayer recaló en Managua, cuarta etapa de una gira

latinoamericana que comenzó el martes para denunciar la violación de su territorio, reanudó sus ataques contra el presidente colombiano, Álvaro Uribe, blanco de diatribas en sus escalas en Lima, Brasilia y Caracas.

“Latinoamérica, si no paramos ahora a un tipo como Uribe, que incluso no tiene ningún escrúpulo, después estaremos llorando lágrimas de sangre”, advirtió.

El gobernante ecuatoriano devolvió, además, el favor a Ortega y expresó toda su “solidaridad para que se solucione el problema limítrofe Nicaragua-Colombia, siempre por medios pacíficos, en base al derecho y a la justicia como lo ha hecho Nicaragua”.

Nota de Agencias en Santo Domingo y Quito, Crónica, 7 de marzo.