Con un no rotundo a la privatización de Pemex y el rechazo a las narcocandidaturas, la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, encabezó el festejo del 79 aniversario del partido advirtiendo que una racha de triunfos no es suficiente para recuperar la confianza ciudadana y la Presidencia de la República.
Paredes también dejó en claro el dilema del PRI, que es oposición y gobierno al mismo tiempo, por lo que paralelo al discurso opositor, debe acompañar a sus gobernantes priistas. “Nuestro discurso no puede ser reactivo ni condescendiente con una cauda de intereses que aplauden la estridencia y la beligerancia porque ambas, al final, descalifican a la política o propician que los segmentos polarizantes predominen en el escenario”.
Reconociendo en todo momento el poder de los gobernadores, Paredes dijo que cualquier propuesta de reforma energética que se haga a nombre del PRI requerirá el consenso interno y dejó en claro que todos los priistas tienen como límite para negociar los documentos básicos del partido.
“La posición de la dirigencia del PRI es clara y determinante: No a la privatización de Pemex”, dijo la lideresa del partido al declararse por la rectoría del Estado en materia energética, fortalecer las empresas paraestatales y utilizar los recursos como palanca de desarrollo.
En su discurso, Paredes dijo que su partido debe evitar que el narco se infiltre en la política financiando campañas y, aunque el PRI no ha presentado ninguna iniciativa al respecto, convocó a todos los partidos a crear una ley que permita sustituir a candidatos “por la evidencia de patrocinios oscuros” porque “la erradicación de la inseguridad pública está por encima de propósitos
electorales”.
Así, demandó al gobierno federal más eficacia y menos estridencia en el combate al tráfico de drogas. “Es una tarea en la que, si se actúa con firmeza y honradez, sin manipulaciones para afectar a los adversarios políticos, se podrían construir consensos”.
También retomó algunas propuestas de senadores como Manlio Fabio Beltrones para modificar la política social, en una crítica al asistencialismo que se inició con el régimen priista, y el rechazo a lo que calificó de intentonas centralistas de la administración federal panista “con intenciones electoreras”.
Denunció el uso clientelar de los recursos públicos y advirtió que no se logrará la plena democratización si “ésta se sigue convirtiendo en la subasta de quién da más para obtener votos”.
A un año de haber rendido protesta, Paredes dijo que la presidencia a su cargo coordina esfuerzos, elude los escándalos y “no se entretiene en el juego de las vanidades”. Y retomando su discurso al responder el primer informe de gobierno de Vicente Fox, dijo que al hombre público se le evalúa por su capacidad de hacer, los propósitos lo significan y los hechos lo califican. “A ese juicio me atengo”, dijo.
En el 79 aniversario, la priista dijo que su partido es una salvaguarda del Estado y que ha sabido admitir la alternancia. Y habló de las derrotas electorales de 2000 que, dijo, causó perplejidad y desconcierto y de 2006 que ocasionó desánimo y depresión “ante el fracaso marcado por descalificaciones externas y las divisiones internas”.
Paredes también dejó en claro el dilema del PRI, que es oposición y gobierno al mismo tiempo, por lo que paralelo al discurso opositor, debe acompañar a sus gobernantes priistas. “Nuestro discurso no puede ser reactivo ni condescendiente con una cauda de intereses que aplauden la estridencia y la beligerancia porque ambas, al final, descalifican a la política o propician que los segmentos polarizantes predominen en el escenario”.
Reconociendo en todo momento el poder de los gobernadores, Paredes dijo que cualquier propuesta de reforma energética que se haga a nombre del PRI requerirá el consenso interno y dejó en claro que todos los priistas tienen como límite para negociar los documentos básicos del partido.
“La posición de la dirigencia del PRI es clara y determinante: No a la privatización de Pemex”, dijo la lideresa del partido al declararse por la rectoría del Estado en materia energética, fortalecer las empresas paraestatales y utilizar los recursos como palanca de desarrollo.
En su discurso, Paredes dijo que su partido debe evitar que el narco se infiltre en la política financiando campañas y, aunque el PRI no ha presentado ninguna iniciativa al respecto, convocó a todos los partidos a crear una ley que permita sustituir a candidatos “por la evidencia de patrocinios oscuros” porque “la erradicación de la inseguridad pública está por encima de propósitos
electorales”.
Así, demandó al gobierno federal más eficacia y menos estridencia en el combate al tráfico de drogas. “Es una tarea en la que, si se actúa con firmeza y honradez, sin manipulaciones para afectar a los adversarios políticos, se podrían construir consensos”.
También retomó algunas propuestas de senadores como Manlio Fabio Beltrones para modificar la política social, en una crítica al asistencialismo que se inició con el régimen priista, y el rechazo a lo que calificó de intentonas centralistas de la administración federal panista “con intenciones electoreras”.
Denunció el uso clientelar de los recursos públicos y advirtió que no se logrará la plena democratización si “ésta se sigue convirtiendo en la subasta de quién da más para obtener votos”.
A un año de haber rendido protesta, Paredes dijo que la presidencia a su cargo coordina esfuerzos, elude los escándalos y “no se entretiene en el juego de las vanidades”. Y retomando su discurso al responder el primer informe de gobierno de Vicente Fox, dijo que al hombre público se le evalúa por su capacidad de hacer, los propósitos lo significan y los hechos lo califican. “A ese juicio me atengo”, dijo.
En el 79 aniversario, la priista dijo que su partido es una salvaguarda del Estado y que ha sabido admitir la alternancia. Y habló de las derrotas electorales de 2000 que, dijo, causó perplejidad y desconcierto y de 2006 que ocasionó desánimo y depresión “ante el fracaso marcado por descalificaciones externas y las divisiones internas”.
Nota de Lorena López, Milenio, 5 de marzo.
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