El Partido Acción Nacional (PAN) decidió no esperar a que el Ejecutivo presente o proponga una iniciativa de proyecto de reforma energética al Congreso.
El senador panista Rubén Camarillo Ortega adelantó que su partido presentará en el actual periodo ordinario de sesiones del Congreso, a finales de abril, su propia iniciativa, la cual no descarta cambios constitucionales para permitir que el capital privado, nacional o extranjero, pueda alcanzar alianzas con Pemex para ir a aguas profundas en el golfo de México, donde se encuentra “el tesoro” que le daría viabilidad económica al país los próximos 20 ó 30 años.
“Si más adelante el Presidente presenta una iniciativa, la analizaremos para ver hasta dónde podemos llegar, aunque es un hecho que estamos en un mismo proyecto”, añadió el panista, quien es secretario de la Comisión de Energía del Senado.
En entrevista con EL UNIVERSAL, explicó que la bancada del PAN no va a plantear ninguna reforma pensando a quién le conviene, ni a modo de las multinacionales. “No nos interesa qué piensa ExxonMobil, Shell o cualquier otra empresa nacional o extranjera, lo que nos interesa es cómo pudiera haber concurrencia de todas ellas en una situación de ganar para México”. Precisó que la reforma energética está conceptualizada en tres partes.
Primero, dijo, es una reforma en materia de hidrocarburos, de petróleo, después vendrá una segunda parte que tiene que ver con la industria eléctrica y una tercera que tiene que ver con energías renovables. “Hoy nos hemos ocupado de hablar sólo de la parte de la reforma energética del petróleo. La reforma que planteamos es ver cómo resolvemos la problemática del sector y acceder a la nueva generación de yacimientos que se encuentran a profundidades de 2 mil y 2 mil 500 metros”.
La otra parte de la reforma, señaló, es cómo le vamos a hacer los mexicanos para dejar de importar los petrolíferos o los petroquímicos que actualmente consumimos en grandes volúmenes.
Al ser cuestionado sobre si la iniciativa que proponen pasa por la privatización de Pemex, Camarillo Ortega aseguró que no se necesita privatizar la industria petrolera. “Nadie ha hablado de la privatización, lo único en que hemos insistido es cómo vamos a extraer el petróleo que tenemos en aguas profundas para los próximos 20 ó 30 años”.
Se le preguntó si se requieren cambios constitucionales para conseguir más recursos petroleros, a lo que comentó: “Nosotros no hemos desechado ninguna de las opciones porque tenemos que entrarle forzosamente a aguas profundas”.
Indicó que las decisiones que se tomen en el Congreso no van a dar resultados el día de mañana, ni siquiera la administración de Felipe Calderón verá un solo barril de petróleo de los yacimientos en aguas profundas... cuando veamos reflejados los resultados de una reforma que hagamos al día de hoy.
—¿Hay un plan B en caso de no concretarse la reforma?
—El plan B es seguir como estamos. El problema es cómo le vamos a decir a los ciudadanos que esta Legislatura no supo ponerse de acuerdo para aprovechar la oportunidad de que Pemex y los mexicanos pudiéramos acceder a la riqueza que tenemos en aguas profundas.
El senador panista Rubén Camarillo Ortega adelantó que su partido presentará en el actual periodo ordinario de sesiones del Congreso, a finales de abril, su propia iniciativa, la cual no descarta cambios constitucionales para permitir que el capital privado, nacional o extranjero, pueda alcanzar alianzas con Pemex para ir a aguas profundas en el golfo de México, donde se encuentra “el tesoro” que le daría viabilidad económica al país los próximos 20 ó 30 años.
“Si más adelante el Presidente presenta una iniciativa, la analizaremos para ver hasta dónde podemos llegar, aunque es un hecho que estamos en un mismo proyecto”, añadió el panista, quien es secretario de la Comisión de Energía del Senado.
En entrevista con EL UNIVERSAL, explicó que la bancada del PAN no va a plantear ninguna reforma pensando a quién le conviene, ni a modo de las multinacionales. “No nos interesa qué piensa ExxonMobil, Shell o cualquier otra empresa nacional o extranjera, lo que nos interesa es cómo pudiera haber concurrencia de todas ellas en una situación de ganar para México”. Precisó que la reforma energética está conceptualizada en tres partes.
Primero, dijo, es una reforma en materia de hidrocarburos, de petróleo, después vendrá una segunda parte que tiene que ver con la industria eléctrica y una tercera que tiene que ver con energías renovables. “Hoy nos hemos ocupado de hablar sólo de la parte de la reforma energética del petróleo. La reforma que planteamos es ver cómo resolvemos la problemática del sector y acceder a la nueva generación de yacimientos que se encuentran a profundidades de 2 mil y 2 mil 500 metros”.
La otra parte de la reforma, señaló, es cómo le vamos a hacer los mexicanos para dejar de importar los petrolíferos o los petroquímicos que actualmente consumimos en grandes volúmenes.
Al ser cuestionado sobre si la iniciativa que proponen pasa por la privatización de Pemex, Camarillo Ortega aseguró que no se necesita privatizar la industria petrolera. “Nadie ha hablado de la privatización, lo único en que hemos insistido es cómo vamos a extraer el petróleo que tenemos en aguas profundas para los próximos 20 ó 30 años”.
Se le preguntó si se requieren cambios constitucionales para conseguir más recursos petroleros, a lo que comentó: “Nosotros no hemos desechado ninguna de las opciones porque tenemos que entrarle forzosamente a aguas profundas”.
Indicó que las decisiones que se tomen en el Congreso no van a dar resultados el día de mañana, ni siquiera la administración de Felipe Calderón verá un solo barril de petróleo de los yacimientos en aguas profundas... cuando veamos reflejados los resultados de una reforma que hagamos al día de hoy.
—¿Hay un plan B en caso de no concretarse la reforma?
—El plan B es seguir como estamos. El problema es cómo le vamos a decir a los ciudadanos que esta Legislatura no supo ponerse de acuerdo para aprovechar la oportunidad de que Pemex y los mexicanos pudiéramos acceder a la riqueza que tenemos en aguas profundas.
Nota de Noé Cruz Serrano, El Universal, 6 de marzo.
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