Las contradicciones marcaron ayer la ceremonia del 79 aniversario del PRI.
De una parte, la presidenta nacional del tricolor intentó atajar las intenciones de sectores de su partido que pugnan por la privatización del petróleo y los llamó a no confundirse ni comprometerse con el gobierno federal, ya que cualquier propuesta en nombre del PRI en materia energética requerirá del consenso interno, en apoyo a los legisladores, pero recogiendo además “la experiencia” de los gobernadores priístas.
“Que nadie se confunda, la posición de la dirigencia es clara y determinante: no a la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex)”, enfatizó, pero ayer mismo, horas antes de festejar el 79 aniversario del tricolor, se habían reunido seis gobernadores de su partido, “los que producimos todo el petróleo del país”, quienes se pronunciaron por permitir en Pemex “inversiones complementarias fuera del sector público”.
En su discurso, Paredes Rangel propuso crear un cuerpo especializado para combatir al narcotráfico, y liberar “al honorable Ejército Mexicano de esta misión, que lo expone y lo distrae”, aunque poco después el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, defendió la militarización en esa lucha y se dijo partidario de la presencia de las fuerzas armadas en las calles del país.
“Es una posición de ella; yo ahí tendría que hacer otra reflexión: no hay las condiciones para constituir otra fuerza de sustitución contra el crimen organizado con su capacidad tecnológica y de adiestramiento”, reviró el gobernador de Veracruz, mientras que sobre el tema energético sostuvo que “evidentemente requerimos de atraer inversión para fortalecer a Pemex.
“Hoy mismo hemos conversado gobernadores de seis estados que producimos todo el petróleo y el gas: Chiapas¸ Tabasco, Campeche, San Luis Potosí (sic), Tamaulipas y Veracruz. Requerimos inversión complementaria y explotar los pozos marginales para los cuales no hay recursos, y esos fondos están fuera del sector publico.”
Ante más de 10 mil militantes que llenaron el Auditorio Nacional, la mitad de los cuales fueron acarreados por el gobierno de Veracruz, al igual que la orquesta y el cantante que amenizaron los minutos previos al inicio de la ceremonia, Paredes Rangel trazó “el bosquejo de algunas de las cosas en las que empeñaré mi lucha”.
Lo hizo en un escenario que frente a otras celebraciones similares fue inclusive austero; ante ex dirigentes del tricolor que vieron pasar por sus manos recursos económicos infinitos; frente a senadores, diputados y presidentes municipales que no responden necesariamente a los intereses de partido y a gobernadores que, en algunos casos, actuaron en contra de su candidato presidencial en 2006.
La fiesta del tricolor es, a pesar de todo, aseveró Paredes, “la certeza de que los agoreros de nuestra desaparición, los que apostaron por el aniquilamiento de nuestra fuerza, además de no tener razón histórica, han carecido de la objetividad necesaria para realizar un análisis veraz y superar sus fobias o su escaso rigor científico”.
En su discurso, convocó a los otros partidos a presentar una iniciativa para promover la sustitución de candidatos ante evidencia de patrocinios oscuros; demandó al gobierno federal una nueva política social, que evite las prácticas clientelares que intercambien apoyos institucionales por lealtades electorales; a invertir “lo que sea necesario” en la educación pública y laica, así como a una revisión integral del Seguro Popular, entre otros puntos.
De una parte, la presidenta nacional del tricolor intentó atajar las intenciones de sectores de su partido que pugnan por la privatización del petróleo y los llamó a no confundirse ni comprometerse con el gobierno federal, ya que cualquier propuesta en nombre del PRI en materia energética requerirá del consenso interno, en apoyo a los legisladores, pero recogiendo además “la experiencia” de los gobernadores priístas.
“Que nadie se confunda, la posición de la dirigencia es clara y determinante: no a la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex)”, enfatizó, pero ayer mismo, horas antes de festejar el 79 aniversario del tricolor, se habían reunido seis gobernadores de su partido, “los que producimos todo el petróleo del país”, quienes se pronunciaron por permitir en Pemex “inversiones complementarias fuera del sector público”.
En su discurso, Paredes Rangel propuso crear un cuerpo especializado para combatir al narcotráfico, y liberar “al honorable Ejército Mexicano de esta misión, que lo expone y lo distrae”, aunque poco después el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, defendió la militarización en esa lucha y se dijo partidario de la presencia de las fuerzas armadas en las calles del país.
“Es una posición de ella; yo ahí tendría que hacer otra reflexión: no hay las condiciones para constituir otra fuerza de sustitución contra el crimen organizado con su capacidad tecnológica y de adiestramiento”, reviró el gobernador de Veracruz, mientras que sobre el tema energético sostuvo que “evidentemente requerimos de atraer inversión para fortalecer a Pemex.
“Hoy mismo hemos conversado gobernadores de seis estados que producimos todo el petróleo y el gas: Chiapas¸ Tabasco, Campeche, San Luis Potosí (sic), Tamaulipas y Veracruz. Requerimos inversión complementaria y explotar los pozos marginales para los cuales no hay recursos, y esos fondos están fuera del sector publico.”
Ante más de 10 mil militantes que llenaron el Auditorio Nacional, la mitad de los cuales fueron acarreados por el gobierno de Veracruz, al igual que la orquesta y el cantante que amenizaron los minutos previos al inicio de la ceremonia, Paredes Rangel trazó “el bosquejo de algunas de las cosas en las que empeñaré mi lucha”.
Lo hizo en un escenario que frente a otras celebraciones similares fue inclusive austero; ante ex dirigentes del tricolor que vieron pasar por sus manos recursos económicos infinitos; frente a senadores, diputados y presidentes municipales que no responden necesariamente a los intereses de partido y a gobernadores que, en algunos casos, actuaron en contra de su candidato presidencial en 2006.
La fiesta del tricolor es, a pesar de todo, aseveró Paredes, “la certeza de que los agoreros de nuestra desaparición, los que apostaron por el aniquilamiento de nuestra fuerza, además de no tener razón histórica, han carecido de la objetividad necesaria para realizar un análisis veraz y superar sus fobias o su escaso rigor científico”.
En su discurso, convocó a los otros partidos a presentar una iniciativa para promover la sustitución de candidatos ante evidencia de patrocinios oscuros; demandó al gobierno federal una nueva política social, que evite las prácticas clientelares que intercambien apoyos institucionales por lealtades electorales; a invertir “lo que sea necesario” en la educación pública y laica, así como a una revisión integral del Seguro Popular, entre otros puntos.
Nota de Ciro Pérez SIlva, La Jornada, 5 de marzo.
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