La necesidad de impulsar una reforma energética pretende evitar una caída en las finanzas públicas.
De acuerdo con el diagnósticos del sector entregado a los senadores del Partido Acción Nacional, si no se modifica el marco legal que rige a Pemex, la caída en la producción y las reservas "empezará a incidir en la contribución fiscal una vez que de restablezcan menores niveles de precios".
"Se requiere un giro importante en la política energética si se desea evitar una mayor caída de la producción y de la contribución al gasto público.
"México tiene una riqueza significativa en materia de hidrocarburos que se puede aprovechar para restablecer los niveles de producción y evitar la caída de la aportación de Pemex al gasto público", indica.
En el documento, se sostiene que la reforma es indispensable para evitar en el corto plazo un recorte abrupto en la contribución fiscal de Pemex al Estado, es decir, eliminar el riesgo de una reducción en el pago de derechos que afecte las finanzas públicas y también una caída en el monto del superávit de la paraestatal.
"La problemática descrita permite anticipar una reducción gradual en la aportación de Pemex a las finanzas públicas que actualmente asciende al 36 por ciento.
"Resulta necesario, por tanto, diseñar una estrategia tendiente a aminorar el efecto de la reducción de reservas en el corto plazo.
"Pero más importante aún, a restablecer los niveles de contribución en los próximos años", se señala en el informe.
Otro problema
Según el diagnóstico entregado a los panistas, los problemas de refinación en México no son menores.
De acuerdo con los datos de la Secretaría de Energía, la capacidad de refinación de petrolíferos prácticamente no ha aumentado en los últimos 15 años, pues desde 1979 no se construye una refinería en México.
"No se tiene una limitada capacidad de refinación, sino que su nivel de utilización es relativamente bajo. Además nuestra capacidad de almacenamiento de petrolíferos es muy reducida: tres días de consumo.
"En otros países productores dicha capacidad es superior: Reino Unido, 19 días; Estados Unidos y Canadá, 22 días; Noruega 51 días", dice.
Se afirma que mientras la capacidad de refinación se ha atorado, la brecha entre producción y demanda -sobre todo de gasolinas- ha crecido.
De acuerdo con el diagnósticos del sector entregado a los senadores del Partido Acción Nacional, si no se modifica el marco legal que rige a Pemex, la caída en la producción y las reservas "empezará a incidir en la contribución fiscal una vez que de restablezcan menores niveles de precios".
"Se requiere un giro importante en la política energética si se desea evitar una mayor caída de la producción y de la contribución al gasto público.
"México tiene una riqueza significativa en materia de hidrocarburos que se puede aprovechar para restablecer los niveles de producción y evitar la caída de la aportación de Pemex al gasto público", indica.
En el documento, se sostiene que la reforma es indispensable para evitar en el corto plazo un recorte abrupto en la contribución fiscal de Pemex al Estado, es decir, eliminar el riesgo de una reducción en el pago de derechos que afecte las finanzas públicas y también una caída en el monto del superávit de la paraestatal.
"La problemática descrita permite anticipar una reducción gradual en la aportación de Pemex a las finanzas públicas que actualmente asciende al 36 por ciento.
"Resulta necesario, por tanto, diseñar una estrategia tendiente a aminorar el efecto de la reducción de reservas en el corto plazo.
"Pero más importante aún, a restablecer los niveles de contribución en los próximos años", se señala en el informe.
Otro problema
Según el diagnóstico entregado a los panistas, los problemas de refinación en México no son menores.
De acuerdo con los datos de la Secretaría de Energía, la capacidad de refinación de petrolíferos prácticamente no ha aumentado en los últimos 15 años, pues desde 1979 no se construye una refinería en México.
"No se tiene una limitada capacidad de refinación, sino que su nivel de utilización es relativamente bajo. Además nuestra capacidad de almacenamiento de petrolíferos es muy reducida: tres días de consumo.
"En otros países productores dicha capacidad es superior: Reino Unido, 19 días; Estados Unidos y Canadá, 22 días; Noruega 51 días", dice.
Se afirma que mientras la capacidad de refinación se ha atorado, la brecha entre producción y demanda -sobre todo de gasolinas- ha crecido.
Nota de Claudia Guerrero, Reforma, 4 de marzo.
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