Francisco Rojas señala que cualquier reforma en Pemex necesita involucrar al sindicato petrolero.
"No tengo duda de que el sindicato se debe convertir -como fue en mi caso durante muchos años- (en) la ayuda fundamental para hacer de Pemex lo que hicimos.
"Hicimos un gran cambio estructural: un gran cambio en materia de productos ambientales, un gran cambio en el propio contrato colectivo, un gran cambio en la fuerza laboral, y todo fue con ellos. Sin la ayuda de ellos no se hubiera podido hacer lo que se hizo", sostuvo el ex director de la paraestatal en entrevista.
¿Cómo ve al PRI en el tema de la reforma energética?
La publicación de la revista Forma, dedicada al debate de la reforma energética por parte de la Fundación Colosio, demuestra el interés del PRI en que haya orden en el debate. Porque no puede haber debate más desordenado que aquel que no tiene materia.
Debatimos la reforma energética sin tener un planteamiento de la reforma energética.
Hemos tratado de mostrar puntos de vista de diferentes actores, contrapuestos unos con otros. El Consejo Coordinador Empresarial no piensa lo mismo que Manuel Bartlett o que Rogelio Ramírez de la O.
Como ex director de Pemex, ¿considera que hay o no consenso para la reforma? El líder del PRI en el Senado dice que no hay condiciones.
Hay condiciones para ciertas cosas. Las condiciones están para que analicemos parte de los asuntos que se están ventilando, como la autonomía de gestión técnica y financiera de Pemex, su estructura corporativa interna, el Consejo de Administración. En todo eso hay un relativo consenso.
A lo mejor hay matices sobre qué debe ser el órgano regulador o qué no debe de ser, cómo debe ser el Consejo de Administración; pero esa es una parte en la que puede haber consenso.
La otra parte es lo que, de todas maneras, tenemos que hacer. No podemos seguir con el volumen de importaciones que tenemos: es una locura. Y tampoco podemos dejar que Pemex tenga los recursos líquidos y no los invierta. Hay consenso en que necesitamos dos o tres refinerías; en eso ya no hay duda. Pero lo peor que podemos hacer es no hacer nada, seguir como estamos. Hagamos algo ya.
¿Ve una reforma en dos fases?
Yo lo haría en una sola. Tengo mi opinión y usted la verá en la revista. Nuestro estatuto constitucional y legal ordenan seguir como estamos; pero, sobre todo, no sólo porque así está en el programa de acción, no sólo porque Pemex lo necesita, porque así lo dicen las leyes, sino porque tenemos cómo hacerlo.
¿No a la entrada del sector privado?
Yo no la veo necesaria.
Coincide con usted un sector del PRD, Andrés Manuel López Obrador entre ellos.
No sé si coincida conmigo, porque él parece que no quiere hacer muchas cosas. Yo sí quiero hacer muchas cosas.
También habla del fortalecimiento de Pemex.
Pero cuando hablamos con frases no decimos mayor cosa.
¿Ve coyuntura para unir fuerzas?
Hay algunas cosas en las que podríamos llegar a consensos.
¿Con López Obrador, también?
No sé si él quiera. Yo lo que quiero es que lleguemos a un consenso todos los mexicanos. Pemex siempre ha sido un motivo de orgullo, de unidad, de dignidad de los mexicanos. Entonces, no puede ser que ahora convirtamos este asunto de Pemex en un asunto de polarización social de los mexicanos.
¿Usted ve reforma energética en este periodo ordinario?
No.
¿Pero sí ve la reforma de Pemex?
Puede ser difícil por los tiempos. Es que volvemos al mismo problema: no hay una propuesta. No sabemos qué tan difícil o qué tan fácil puede ser llegar a un acuerdo.
Los panistas proponen fortalecer Pemex con mayor transparencia. Hablan de transparentar transferencias al sindicato.
La transparencia y la rendición de cuentas nos compete a todos. No tengo duda de que el sindicato se debe convertir -como fue en mi caso durante muchos años- en la ayuda fundamental para hacer de Pemex lo que hicimos.
Hicimos un gran cambio estructural, hicimos un gran cambio en materia de productos ambientales, hicimos un gran cambio en el propio contrato colectivo, y todo fue con ellos. Sin la ayuda de ellos, no hubiera podido hacer lo que hice.
¿Hay que sumarlos a la reforma?
Por supuesto, también son mexicanos. En aquella época fue: para que Pemex siga siendo de los mexicanos, debemos de hacer lo que estamos haciendo.
La mayoría está contra la reforma.
Así lo percibo, pero no lo afirmo.
"No tengo duda de que el sindicato se debe convertir -como fue en mi caso durante muchos años- (en) la ayuda fundamental para hacer de Pemex lo que hicimos.
"Hicimos un gran cambio estructural: un gran cambio en materia de productos ambientales, un gran cambio en el propio contrato colectivo, un gran cambio en la fuerza laboral, y todo fue con ellos. Sin la ayuda de ellos no se hubiera podido hacer lo que se hizo", sostuvo el ex director de la paraestatal en entrevista.
¿Cómo ve al PRI en el tema de la reforma energética?
La publicación de la revista Forma, dedicada al debate de la reforma energética por parte de la Fundación Colosio, demuestra el interés del PRI en que haya orden en el debate. Porque no puede haber debate más desordenado que aquel que no tiene materia.
Debatimos la reforma energética sin tener un planteamiento de la reforma energética.
Hemos tratado de mostrar puntos de vista de diferentes actores, contrapuestos unos con otros. El Consejo Coordinador Empresarial no piensa lo mismo que Manuel Bartlett o que Rogelio Ramírez de la O.
Como ex director de Pemex, ¿considera que hay o no consenso para la reforma? El líder del PRI en el Senado dice que no hay condiciones.
Hay condiciones para ciertas cosas. Las condiciones están para que analicemos parte de los asuntos que se están ventilando, como la autonomía de gestión técnica y financiera de Pemex, su estructura corporativa interna, el Consejo de Administración. En todo eso hay un relativo consenso.
A lo mejor hay matices sobre qué debe ser el órgano regulador o qué no debe de ser, cómo debe ser el Consejo de Administración; pero esa es una parte en la que puede haber consenso.
La otra parte es lo que, de todas maneras, tenemos que hacer. No podemos seguir con el volumen de importaciones que tenemos: es una locura. Y tampoco podemos dejar que Pemex tenga los recursos líquidos y no los invierta. Hay consenso en que necesitamos dos o tres refinerías; en eso ya no hay duda. Pero lo peor que podemos hacer es no hacer nada, seguir como estamos. Hagamos algo ya.
¿Ve una reforma en dos fases?
Yo lo haría en una sola. Tengo mi opinión y usted la verá en la revista. Nuestro estatuto constitucional y legal ordenan seguir como estamos; pero, sobre todo, no sólo porque así está en el programa de acción, no sólo porque Pemex lo necesita, porque así lo dicen las leyes, sino porque tenemos cómo hacerlo.
¿No a la entrada del sector privado?
Yo no la veo necesaria.
Coincide con usted un sector del PRD, Andrés Manuel López Obrador entre ellos.
No sé si coincida conmigo, porque él parece que no quiere hacer muchas cosas. Yo sí quiero hacer muchas cosas.
También habla del fortalecimiento de Pemex.
Pero cuando hablamos con frases no decimos mayor cosa.
¿Ve coyuntura para unir fuerzas?
Hay algunas cosas en las que podríamos llegar a consensos.
¿Con López Obrador, también?
No sé si él quiera. Yo lo que quiero es que lleguemos a un consenso todos los mexicanos. Pemex siempre ha sido un motivo de orgullo, de unidad, de dignidad de los mexicanos. Entonces, no puede ser que ahora convirtamos este asunto de Pemex en un asunto de polarización social de los mexicanos.
¿Usted ve reforma energética en este periodo ordinario?
No.
¿Pero sí ve la reforma de Pemex?
Puede ser difícil por los tiempos. Es que volvemos al mismo problema: no hay una propuesta. No sabemos qué tan difícil o qué tan fácil puede ser llegar a un acuerdo.
Los panistas proponen fortalecer Pemex con mayor transparencia. Hablan de transparentar transferencias al sindicato.
La transparencia y la rendición de cuentas nos compete a todos. No tengo duda de que el sindicato se debe convertir -como fue en mi caso durante muchos años- en la ayuda fundamental para hacer de Pemex lo que hicimos.
Hicimos un gran cambio estructural, hicimos un gran cambio en materia de productos ambientales, hicimos un gran cambio en el propio contrato colectivo, y todo fue con ellos. Sin la ayuda de ellos, no hubiera podido hacer lo que hice.
¿Hay que sumarlos a la reforma?
Por supuesto, también son mexicanos. En aquella época fue: para que Pemex siga siendo de los mexicanos, debemos de hacer lo que estamos haciendo.
La mayoría está contra la reforma.
Así lo percibo, pero no lo afirmo.
Entrevista de Guadalupe Irízar, Reforma, 3 de marzo.
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