Repentina amistad de Chávez a Uribe esconde miedo a ser juzgado en La Haya

Una semana después de expulsar a todo el cuerpo diplomático de Colombia de Caracas, de amenazar con expropiar empresas colombianas, de militarizar la frontera y de haberse hartado de insultar al presidente Álvaro Uribe, del que acusó, entre muchas otras cosas, de ser “el lacayo del imperio en Sudamérica”, su homólogo venezolano, Hugo Chávez, ha dado un cambio de 180 grados en sus relaciones con sus vecinos y ahora quiere que sea su amigo.

Este repentino cambio de humor de Chávez se comenzó a notar desde que el colombiano Uribe anunciar que su gobierno iba a denunciar al líder bolivariano ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) de La Haya, por sus vínculos con las FARC, organización considerada terrorista para la comunidad internacional.

El cúmulo de evidencias acumuladas día a día gracias a los archivos de la computadora del guerrillero abatido Raúl Reyes parece haber animado a Chávez a pasar de la más pura enemistad a un rápido acercamiento que se concretó con una llamada telefónica a Uribe para fijar una pronta reunión y normalizar completamente las relaciones bilaterales.

El secretario de Prensa de Uribe, César Mauricio Velázquez, informó que los dos mandatarios “manifestaron su propósito de hacer aportes para que se fortalezcan las buenas relaciones entre los gobiernos del continente y acordaron fijar fecha para una próxima reunión”.

Los dos países limítrofes entraron en crisis desde que Uribe canceló a finales del año pasado la mediación que le había pedido a Chávez para la liberación de los secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), situación que se agravó el 1 de marzo por una incursión colombiana a territorio ecuatoriano contra una base de esa guerrilla.
Esta última crisis diplomática se desató tras una operación de tropas colombianas en territorio ecuatoriano, en la que fueron abatidos el 1 de marzo el segundo al mando de las FARC, Luis Édgar Devia, alias Raúl Reyes, y otros 24 rebeldes.

Ecuador rompió relaciones con Colombia y después se sumaron con acciones similares Venezuela, que expulsó a los diplomáticos colombianos y militarizó la frontera, y Nicaragua.

La situación se superó el pasado 7 de marzo en la Cumbre del Grupo de Río en Santo Domingo, cuando Uribe, Chávez, el ecuatoriano Rafael Correa (Ecuador) y el nicaragüense Daniel Ortega hicieron las paces. Ese día Uribe le reclamó a Chávez porque “no me quieres pasar al teléfono”.

Nota de Agencias en Bogotá y Caracas, Crónica, 17 de marzo.