Son los primeros pasos: obispo Arizmendi Esquivel

San Cristóbal de Las Casas, Chis., 18 de marzo. El catequista de la diócesis local Zacario Hernández Hernández fue liberado este martes por desistimiento de la acción penal tras cumplir 35 días en huelga de hambre en la prisión de El Amate, informó el obispo Felipe Arizmendi Esquivel.

“Estamos muy contentos porque son los primeros pasos que esperábamos de esta liberación por la que hemos estado insistiendo tanto”, dijo en entrevista después de la misa de Óleos celebrada al mediodía en la catedral de San Cristóbal.

Precisó que el indígena tzotzil fue entregado a los sacerdotes y fieles laicos que estaban terminando su oración frente al reclusorio; el próximo domingo estará en la misa de las 12 horas en la catedral.

Manifestó que la noche del lunes el catequista “suspendió la huelga, porque ya tenía un documento (de liberación) en sus manos. Nos alegra mucho porque lo veíamos deteriorado en su salud… y esperamos que así puedan seguir los demás casos”. Insistió en que se revisen los expedientes de los otros reos que están en ayuno en los penales de El Amate, San Cristóbal y Playas de Catazajá.

No obstante, subrayó que la diócesis “sólo avala la inocencia” de los cuatro indígenas originarios de la comunidad de Tres Cruces, municipio de San Juan Chamula: el catequista Zacario, Enrique Hernández, Pascual Heredia Hernández y Mariano Heredia Gómez, que está arraigado en su casa por su avanzada edad.

Arizmendi Esquivel dijo que ayer recibió la carta de un interno “a quien he tratado antes, y me dijo: ‘señor obispo: No todos los que están en huelga de hambre son inocentes. Que no lo vayan a engañar porque algunos nos han platicado los crímenes que han cometido y ahora están en huelga de hambre y se declaran inocentes. No lo vayan a engañar’”.

Se refiere a los otros 36 presos que mantienen su ayuno en penales de la entidad, pero el gobierno del estado no ha informado si los liberará. La excarcelación de Zacario, quien estaba acusado de homicidio y lesiones, “significa que la palabra que el gobernador (Juan Sabines Guerrero) empeñó con nosotros los obispos se empieza a cumplir”.

El lunes por la madrugada una comisión de funcionarios estatales, encabezada por el secretario de Gobierno, Antonio Morales Messner, decidió beneficiar con la ley de sentencia suspendida al indígena tzotzil.

Zacario y su hermano Enrique Hernández, además de Pascual Heredia Hernández, fueron detenidos en 2003, acusados de dar muerte a católicos tradicionalistas del poblado Tres Cruces, municipio de San Juan Chamula.

Los indígenas argumentan que fueron acusados injustamente porque los tradicionalistas ven en los catequistas un peligro para sus intereses políticos y económicos, por la propagación que hacían de la teología de la liberación.

El pasado fin de semana, en el contexto de una marcha-peregrinación de centenas de católicos de al menos 10 parroquias de la zona tzotzil, de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, el párroco Joel Padrón dijo que el caso de Zacario “revela lo que realmente pasa en las cárceles de Chiapas, donde la mayoría de la población penitenciaria es indígena y muchos no saben ni de qué los acusan”.

Joel Padrón, que este día encabezó otra marcha que partió de la ciudad de San Cristóbal hasta el penal de El Amate, reiteró que se revise el sistema de procuración indígena en Chiapas, “porque la justicia que aplican los ladinos no es tan efectiva como la que a veces pueden procurar los propios indígenas”. El párroco estuvo preso en 1991 porque el entonces gobernador Patrocinio González Garrido lo acusó de delitos derivados de su apoyo a los movimientos de campesinos que demandaban tierra.

Nota de Elio Henríquez y Ángeles Mariscal, corresponsales, La Jornada, 19 de marzo.


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