ISLA MUJERES, QR.— En los principales muelles de la Laguna Makax, en la zona de Punta Sam, cuatro poderosas lanchas con matrícula de Florida y con tres motores fuera de borda de 200 caballos de fuerza cada uno, trajinan entre los dos muelles de esta zona perteneciente a la colonia Caridad del Cobre y la pequeña Isla Contoy, la zona preferida por los traficantes de indocumentados cubanos que trasladan por lo menos 20% de los cerca de 14 mil ciudadanos de la isla que utilizan México como paso a Estados Unidos.
Una quinta lancha, color blanco, con matrícula estadounidense FL5125WM, reposa bajo un árbol entre las marinas conocidas como Paradero de Óscar y Sol, pero a diferencia de las otras cuatro, esta embarcación rápida, de lujo, tiene bandera mexicana. Este tipo de lanchas con sistema satelital y que alcanzan velocidades superiores a los 150 kilómetros por hora son usadas, según pescadores, pobladores y la Armada de México, para el tráfico de indocumentados cubanos, pero sobre todo navegan con toda impunidad por los mares de Quintana Roo.
Por lo menos una vez a la semana, la Quinta Región Naval de la Secretaría de Marina localiza lanchas rápidas sin permisos en alguna de las marinas de Isla Mujeres, Isla Contoy —ubicada en los límites del Golfo de México y El Caribe— Cancún o Playa del Carmen; o las intercepta en altamar, y en su mayoría, según la propia dependencia, provienen de Miami, son conducidas por cubanos radicados en Estados Unidos y forman parte de una flotilla que utiliza la nueva ruta llamada “del sur” (Cuba-México-EU) para hacer un jugoso negocio con ilegales de la isla.
Personal de la Quinta Región Naval y de la Capitanía de Puerto de la Isla Mujeres consultados por EL UNIVERSAL confirmaron que en los últimos dos meses han sido recuperadas tres embarcaciones de las mismas características, con registro de robo en La Florida. En uno de los operativos han sido detenidos por lo menos dos cubanos que presuntamente habían robado la nave en Miami.
La última semana de febrero y la primera de marzo, efectivos de la Quinta Región Naval de Isla Mujeres interceptaron una embarcación deportiva (tipo Avanti) dotada con tres motores fuera de borda con capacidad de 250 caballos cada uno. Sus tripulantes eran cubanos radicados en la Florida. Otra lancha rápida del mismo tipo fue localizada en la marina El Sol.
Desde que uno penetra a la marina Paradero de Óscar se siente el ambiente cubano: el mesero y el cocinero son de la isla grande del Caribe; su ambientación es parecida a algunos pequeños muelles de la provincia La Habana o Cienfuegos. Es un muelle con capacidad para por lo menos 30 embarcaciones de unos 37 pies de eslora.
Escasa vigilancia
En estas marinas no existe vigilancia física por parte de la autoridad. Las cuatro lanchas rápidas (FL2318ME, FL2547MT, FL7738NP y FL2713LN) tenían varias semanas, algunas meses, sin que ninguna autoridad supervisara las naves ni sus documentos. La Guardia Costera de Estados Unidos ha señalado que en el condado Miami-Dade fueron robadas el año pasado más de 250 embarcaciones, algunas de ellas localizadas posteriormente en México.
Los muelles o marinas privadas de Laguna Makax contrastan con los muelles públicos llamados Enrique Lima o Velásquez que se ubican sobre el malecón de Isla Mujeres. En estos últimos hay lanchas de un solo motor y con matrículas mexicanas.
Las fuertes corrientes y marejadas altas provocadas por los vientos del sur, paralizaron durante varios días las embarcaciones de 25 pies de unas ocho cooperativas dedicadas a la pesca de langosta que finalizó en febrero. “Esta fue una mala temporada para la pesca de langosta, no habrá lagosta para nosotros, pero tampoco cubanos para los de Miami”, expresa el pescador Ramiro G. López.
En el malecón de Islas Mujeres los pescadores matan el tiempo tomando cerveza. Todos aquí evitan hablar sobre el tráfico de indocumentados cubanos, aunque en voz baja pronuncian los nombres de lugares donde se concentran naves y personas dedicadas al nuevo y millonario negocio en esta isla descubierta por los españoles en 1517, y que fue refugio de piratas por alrededor de 200 años.
La mayoría de los pescadores prefieren esquivar el tema que los ha enfrentado con autoridades. Para los pescadores de Isla Mujeres la migración ilegal de cubanos “simplemente no existe”. Es el presidente de la Cooperativa Justicia Social, Baltasar Gómez Catzin: “Nosotros no les hacemos caso, los ignoramos”. ¿Por qué?, se le inquiere. “Tuvimos muchos problemas en un principio; el pescador prefiere no meterse en problemas”.
Acepta que algunas personas extranjeras “se aprovechan de los pescadores. Vienen polleros, explica Gómez Catzin, “buscan en las calles quién los ayude. Nosotros no le entramos a eso”, puntualiza. Existe una gran preocupación entre representantes de las cooperativas pesqueras Adolfo López Mateos, Un día perfecto, Boteros Libres, ALM y ACM, entre otras, porque, aseguran, los cubanos de Florida llegan con dinero, compran embarcaciones, combustible, rentan casas y ninguna autoridad los investiga.
Rubisel Aceves, presidente de la Cooperativa Caribe, es más claro al señalar que el tráfico de cubanos lo hacen personas nacidas en EU, “siempre son cubanos, iguales que ellos”.
“Nosotros sólo lo reportamos a la Armada. Es mejor reportarlo, igual que un cargamento de cocaína, si no, te echa la culpa. Reportarlo sin tocar ni la droga ni a los cubanos”. Los dirigentes de los pescadores hacen un símil entre el tráfico de cubanos y de drogas: “Es casi lo mismo”. Y no es para menos. En febrero se registró un bombardeo de droga en las costas de Quintana Roo. En lo que va de 2008, la Secretaría de Marina ha decomisado cerca de 80 kilogramos de mariguana y ocho de cocaína.
La ruta mexicana a Estados Unidos
La migración de cubanos por el territorio mexicano se ha convertido en la última década en una gran cascada y su caudal crece año con año. Tan sólo en 2007 se calcula que 70% de los cubanos —14 mil— que llegaron a EU, lo hicieron por territorio mexicano.
El incremento de la migración cubana por el país puso en alerta no sólo al gobierno mexicano, sino también al de EU, que teme que nuestro país sea el objetivo próximo de una migración masiva. Las secretarías de Relaciones Exteriores y Gobernación realizaron, de acuerdo con información confirmada por fuentes de la Cancillería mexicana, preparativos como prevención de una vertiginosa escalada del fenómeno migratorio.
Una quinta lancha, color blanco, con matrícula estadounidense FL5125WM, reposa bajo un árbol entre las marinas conocidas como Paradero de Óscar y Sol, pero a diferencia de las otras cuatro, esta embarcación rápida, de lujo, tiene bandera mexicana. Este tipo de lanchas con sistema satelital y que alcanzan velocidades superiores a los 150 kilómetros por hora son usadas, según pescadores, pobladores y la Armada de México, para el tráfico de indocumentados cubanos, pero sobre todo navegan con toda impunidad por los mares de Quintana Roo.
Por lo menos una vez a la semana, la Quinta Región Naval de la Secretaría de Marina localiza lanchas rápidas sin permisos en alguna de las marinas de Isla Mujeres, Isla Contoy —ubicada en los límites del Golfo de México y El Caribe— Cancún o Playa del Carmen; o las intercepta en altamar, y en su mayoría, según la propia dependencia, provienen de Miami, son conducidas por cubanos radicados en Estados Unidos y forman parte de una flotilla que utiliza la nueva ruta llamada “del sur” (Cuba-México-EU) para hacer un jugoso negocio con ilegales de la isla.
Personal de la Quinta Región Naval y de la Capitanía de Puerto de la Isla Mujeres consultados por EL UNIVERSAL confirmaron que en los últimos dos meses han sido recuperadas tres embarcaciones de las mismas características, con registro de robo en La Florida. En uno de los operativos han sido detenidos por lo menos dos cubanos que presuntamente habían robado la nave en Miami.
La última semana de febrero y la primera de marzo, efectivos de la Quinta Región Naval de Isla Mujeres interceptaron una embarcación deportiva (tipo Avanti) dotada con tres motores fuera de borda con capacidad de 250 caballos cada uno. Sus tripulantes eran cubanos radicados en la Florida. Otra lancha rápida del mismo tipo fue localizada en la marina El Sol.
Desde que uno penetra a la marina Paradero de Óscar se siente el ambiente cubano: el mesero y el cocinero son de la isla grande del Caribe; su ambientación es parecida a algunos pequeños muelles de la provincia La Habana o Cienfuegos. Es un muelle con capacidad para por lo menos 30 embarcaciones de unos 37 pies de eslora.
Escasa vigilancia
En estas marinas no existe vigilancia física por parte de la autoridad. Las cuatro lanchas rápidas (FL2318ME, FL2547MT, FL7738NP y FL2713LN) tenían varias semanas, algunas meses, sin que ninguna autoridad supervisara las naves ni sus documentos. La Guardia Costera de Estados Unidos ha señalado que en el condado Miami-Dade fueron robadas el año pasado más de 250 embarcaciones, algunas de ellas localizadas posteriormente en México.
Los muelles o marinas privadas de Laguna Makax contrastan con los muelles públicos llamados Enrique Lima o Velásquez que se ubican sobre el malecón de Isla Mujeres. En estos últimos hay lanchas de un solo motor y con matrículas mexicanas.
Las fuertes corrientes y marejadas altas provocadas por los vientos del sur, paralizaron durante varios días las embarcaciones de 25 pies de unas ocho cooperativas dedicadas a la pesca de langosta que finalizó en febrero. “Esta fue una mala temporada para la pesca de langosta, no habrá lagosta para nosotros, pero tampoco cubanos para los de Miami”, expresa el pescador Ramiro G. López.
En el malecón de Islas Mujeres los pescadores matan el tiempo tomando cerveza. Todos aquí evitan hablar sobre el tráfico de indocumentados cubanos, aunque en voz baja pronuncian los nombres de lugares donde se concentran naves y personas dedicadas al nuevo y millonario negocio en esta isla descubierta por los españoles en 1517, y que fue refugio de piratas por alrededor de 200 años.
La mayoría de los pescadores prefieren esquivar el tema que los ha enfrentado con autoridades. Para los pescadores de Isla Mujeres la migración ilegal de cubanos “simplemente no existe”. Es el presidente de la Cooperativa Justicia Social, Baltasar Gómez Catzin: “Nosotros no les hacemos caso, los ignoramos”. ¿Por qué?, se le inquiere. “Tuvimos muchos problemas en un principio; el pescador prefiere no meterse en problemas”.
Acepta que algunas personas extranjeras “se aprovechan de los pescadores. Vienen polleros, explica Gómez Catzin, “buscan en las calles quién los ayude. Nosotros no le entramos a eso”, puntualiza. Existe una gran preocupación entre representantes de las cooperativas pesqueras Adolfo López Mateos, Un día perfecto, Boteros Libres, ALM y ACM, entre otras, porque, aseguran, los cubanos de Florida llegan con dinero, compran embarcaciones, combustible, rentan casas y ninguna autoridad los investiga.
Rubisel Aceves, presidente de la Cooperativa Caribe, es más claro al señalar que el tráfico de cubanos lo hacen personas nacidas en EU, “siempre son cubanos, iguales que ellos”.
“Nosotros sólo lo reportamos a la Armada. Es mejor reportarlo, igual que un cargamento de cocaína, si no, te echa la culpa. Reportarlo sin tocar ni la droga ni a los cubanos”. Los dirigentes de los pescadores hacen un símil entre el tráfico de cubanos y de drogas: “Es casi lo mismo”. Y no es para menos. En febrero se registró un bombardeo de droga en las costas de Quintana Roo. En lo que va de 2008, la Secretaría de Marina ha decomisado cerca de 80 kilogramos de mariguana y ocho de cocaína.
La ruta mexicana a Estados Unidos
La migración de cubanos por el territorio mexicano se ha convertido en la última década en una gran cascada y su caudal crece año con año. Tan sólo en 2007 se calcula que 70% de los cubanos —14 mil— que llegaron a EU, lo hicieron por territorio mexicano.
El incremento de la migración cubana por el país puso en alerta no sólo al gobierno mexicano, sino también al de EU, que teme que nuestro país sea el objetivo próximo de una migración masiva. Las secretarías de Relaciones Exteriores y Gobernación realizaron, de acuerdo con información confirmada por fuentes de la Cancillería mexicana, preparativos como prevención de una vertiginosa escalada del fenómeno migratorio.
Nota de Juan Balboa, enviado, El Universal, 24 de marzo.
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