La crisis diplomática desatada por el operativo militar que terminó con la muerte del vocero internacional de las FARC, alias Raúl Reyes, en un campamento en Ecuador, alcanzó ayer un nuevo hito. El presidente colombiano, Álvaro Uribe. no se conformó con continuar su ronda de llamadas a presidentes latinoamericanos para explicar lo sucedido el sábado, sino que pasó a la ofensiva contra el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, al anunciar que lo denunciará ante la Corte Penal Internacional (CPI) por “patrocinar y financiar genocidas”.
La iniciativa sería procedente porque el organismo está facultado para investigar a quienes patrocinen a quienes cometan crímenes de guerra y de lesa humanidad, explicó el ex procurador Jaime Bernal. El problema radica en que la CPI considere que es el organismo adecuado para estudiar esta denuncia cuando se podría acudir a otras instancias como la ONU y la OEA.
Otro punto que determina la procedencia de la demanda es la actitud de Venezuela frente a la denuncia de Colombia. “La CPI actúa cuando un Estado se declara incompetente para investigar o si lo hace deja dudas de su eficiencia. En este caso es previsible lo que podría pasar”, explicó Bernal.
Sin embargo, Liliana Obregón, decana de Relaciones Internacionales de la Universidad de Los Andes, considera que el de Uribe es más un pronunciamiento político que jurídico. “No se sabe hasta qué punto se puede hablar del crimen de genocidio”.
El gobierno de Venezuela calificó de “risible” la amenaza de Uribe de demandar a Chávez ante la CPI y la calificó como un “intento cobarde y ruin” de eludir su responsabilidad por haber violado la soberanía de Ecuador.
El ministro de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, dijo que en un intento por eludir su responsabilidad política en la “agresión planificada y ejecutada contra la república de Ecuador” Uribe esgrime la “risible amenaza de llevar a la Corte Penal Internacional al presidente Chávez”. Agregó que el anuncio de Uribe ataca “vilmente la honorabilidad del jefe de Estado venezolano, montando un expediente burdo sobre la base de falsificaciones e inventos”.
Mientras, Uribe ha logrado el respaldo de dirigentes políticos y económicos de Cololmbia y ha visto como su popularidad ascendía. Algunos sondeos le dan al mandatario 84 por ciento de popularidad (hace un mes tenía 80 por ciento) y en los foros de los medios de comunicación el respaldo de la gente es innegable. Sin embargo, se deja ver un llamado a la concordia y a la búsqueda de salidas políticas en lugar de una alternativa de guerra.
Pero el respaldo que más esperaba Uribe llegó ayer luego de que el presidente de EU, George W. Bush , alentara su lucha contra el terrorismo y reiterara el interés en que el Congreso de su país apruebe el TLC. “EU apoya plenamente la democracia de Colombia y nos oponemos firmemente a cualquier acto de agresión que pudiera desestabilizar la región. EU seguirá al lado de Colombia, ya que se enfrenta a la violencia y el terror y la lucha contra los narcotraficantes”, le dijo Bush a Uribe.
Joaquín Gómez, el sustituto
(Bogotá•AFP)
• La guerrilla de las FARC anunció ayer que Joaquín Gómez, de 61 años, apodado El Guajiro, un ingeniero educado en la Unión Soviética, reemplazará en el Secretariado —la cúpula de siete miembros de la organización— a Raúl Reyes abatido el sábado en Ecuador. Gómez, cuyo verdadero nombre es Milton de Jesús Toncel, es el actual comandante del llamado Bloque Sur de las FARC que actúa en los departamentos colombianos fronterizos con Ecuador y Perú. Considerado uno de los hombres más cercanos a Reyes, integró junto a él el grupo de negociadores de las FARC para los fallidos diálogos de paz con el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002). Integrante de la línea dura y militarista de las FARC, el gobierno de Estados Unidos lo acusa de narcotráfico y ofrece por este hombre de 1.68 metros de estatura, moreno y de complexión robusta y pelo rizado una recompensa de 2.5 millones de dólares.
La iniciativa sería procedente porque el organismo está facultado para investigar a quienes patrocinen a quienes cometan crímenes de guerra y de lesa humanidad, explicó el ex procurador Jaime Bernal. El problema radica en que la CPI considere que es el organismo adecuado para estudiar esta denuncia cuando se podría acudir a otras instancias como la ONU y la OEA.
Otro punto que determina la procedencia de la demanda es la actitud de Venezuela frente a la denuncia de Colombia. “La CPI actúa cuando un Estado se declara incompetente para investigar o si lo hace deja dudas de su eficiencia. En este caso es previsible lo que podría pasar”, explicó Bernal.
Sin embargo, Liliana Obregón, decana de Relaciones Internacionales de la Universidad de Los Andes, considera que el de Uribe es más un pronunciamiento político que jurídico. “No se sabe hasta qué punto se puede hablar del crimen de genocidio”.
El gobierno de Venezuela calificó de “risible” la amenaza de Uribe de demandar a Chávez ante la CPI y la calificó como un “intento cobarde y ruin” de eludir su responsabilidad por haber violado la soberanía de Ecuador.
El ministro de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, dijo que en un intento por eludir su responsabilidad política en la “agresión planificada y ejecutada contra la república de Ecuador” Uribe esgrime la “risible amenaza de llevar a la Corte Penal Internacional al presidente Chávez”. Agregó que el anuncio de Uribe ataca “vilmente la honorabilidad del jefe de Estado venezolano, montando un expediente burdo sobre la base de falsificaciones e inventos”.
Mientras, Uribe ha logrado el respaldo de dirigentes políticos y económicos de Cololmbia y ha visto como su popularidad ascendía. Algunos sondeos le dan al mandatario 84 por ciento de popularidad (hace un mes tenía 80 por ciento) y en los foros de los medios de comunicación el respaldo de la gente es innegable. Sin embargo, se deja ver un llamado a la concordia y a la búsqueda de salidas políticas en lugar de una alternativa de guerra.
Pero el respaldo que más esperaba Uribe llegó ayer luego de que el presidente de EU, George W. Bush , alentara su lucha contra el terrorismo y reiterara el interés en que el Congreso de su país apruebe el TLC. “EU apoya plenamente la democracia de Colombia y nos oponemos firmemente a cualquier acto de agresión que pudiera desestabilizar la región. EU seguirá al lado de Colombia, ya que se enfrenta a la violencia y el terror y la lucha contra los narcotraficantes”, le dijo Bush a Uribe.
Joaquín Gómez, el sustituto
(Bogotá•AFP)
• La guerrilla de las FARC anunció ayer que Joaquín Gómez, de 61 años, apodado El Guajiro, un ingeniero educado en la Unión Soviética, reemplazará en el Secretariado —la cúpula de siete miembros de la organización— a Raúl Reyes abatido el sábado en Ecuador. Gómez, cuyo verdadero nombre es Milton de Jesús Toncel, es el actual comandante del llamado Bloque Sur de las FARC que actúa en los departamentos colombianos fronterizos con Ecuador y Perú. Considerado uno de los hombres más cercanos a Reyes, integró junto a él el grupo de negociadores de las FARC para los fallidos diálogos de paz con el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002). Integrante de la línea dura y militarista de las FARC, el gobierno de Estados Unidos lo acusa de narcotráfico y ofrece por este hombre de 1.68 metros de estatura, moreno y de complexión robusta y pelo rizado una recompensa de 2.5 millones de dólares.
Nota de Clara Vélez y agencias, Milenio, 5 de marzo.
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