MÉRIDA, Yuc.— Las familias de los migrantes que cruzan a Estados Unidos son más propensas a sufrir “conductas suicidas”, tanto los que nacen allá como los que se quedan.
De acuerdo con Guillermo Borges, investigador del Instituto Nacional de Psiquiatría, esas familias registran dos veces más riesgos de presentar intentos de suicidio con respecto a los que no tienen ningún familiar migrante en el vecino país.
También afirma que los mexicanos que regresan de Estados Unidos a sus comunidades de origen tienen tres veces más riesgo de consumir alcohol y drogas que aquellos que nunca han salido.
En el marco de la novena Conferencia Mundial sobre Prevención de Lesiones y Promoción de la Seguridad, que se realiza en esta ciudad, el investigador habló sobre los resultados de la Encuesta Nacional de Co-Morbilidad Psiquiátrica que realiza el Instituto Nacional de Psquiatría, junto con otras naciones, para observar si la migración tiene un efecto sobre la salud mental de las personas.
El estudio abarcó a 5 mil mexicanos en su país y a mil 500 en Estados Unidos, en diferentes ciudades de ambos países, y entre las primeras conclusiones, advierte que los hijos de padres mexicanos, nacidos en EU, tienen tres veces más riesgo de tener conductas suicidas que los migrantes que llegan a ese país o con los que viven en México y que no tienen ninguna experiencia migratoria.
Durante el simposium con el tema “Prevalencia y Factores de Riesgo de Lesiones Autoinflingidas”, el investigador mexicano explica que este fenómeno se presenta porque los hijos de migrantes mexicanos nacidos en Estados Unidos, se comparan no con sus compatriotas, sino con los estadounidenses. “ Si yo fuera blanco, si yo fuera negro, estaría mejor, esos son sus pensamientos”, expresa, a la vez que advierte que este sector poblacional sufre de discriminaciones por parte de la población estadounidense.
Estas dos situaciones, advierte, explica el porqué de los intentos de suicidio en este sector.
De acuerdo con cifras oficiales, las tasas de suicidio en México se presentan en cinco de cada 100 mil habitantes, mientras que en Estados Unidos, es de 12 por 100 mil habitantes. Los mexicanos principalmente jóvenes usan las armas de fuego como un medio para quitarse la vida, en tanto que los estadounidenses usan las armas de fuego y medicamentos.
“El tener un familiar en territorio estadounidense sin duda es un proceso que ayuda a las familias mexicanas a vivir y a manejar sus gastos, pero esa ventaja también tiene sus consecuencias sobre la salud mental, el uso más elevado de sustancias adictivas, el alcohol e incrementos de suicidios en las familias del migrante, dice Guillermo Borges.
De acuerdo con Guillermo Borges, investigador del Instituto Nacional de Psiquiatría, esas familias registran dos veces más riesgos de presentar intentos de suicidio con respecto a los que no tienen ningún familiar migrante en el vecino país.
También afirma que los mexicanos que regresan de Estados Unidos a sus comunidades de origen tienen tres veces más riesgo de consumir alcohol y drogas que aquellos que nunca han salido.
En el marco de la novena Conferencia Mundial sobre Prevención de Lesiones y Promoción de la Seguridad, que se realiza en esta ciudad, el investigador habló sobre los resultados de la Encuesta Nacional de Co-Morbilidad Psiquiátrica que realiza el Instituto Nacional de Psquiatría, junto con otras naciones, para observar si la migración tiene un efecto sobre la salud mental de las personas.
El estudio abarcó a 5 mil mexicanos en su país y a mil 500 en Estados Unidos, en diferentes ciudades de ambos países, y entre las primeras conclusiones, advierte que los hijos de padres mexicanos, nacidos en EU, tienen tres veces más riesgo de tener conductas suicidas que los migrantes que llegan a ese país o con los que viven en México y que no tienen ninguna experiencia migratoria.
Durante el simposium con el tema “Prevalencia y Factores de Riesgo de Lesiones Autoinflingidas”, el investigador mexicano explica que este fenómeno se presenta porque los hijos de migrantes mexicanos nacidos en Estados Unidos, se comparan no con sus compatriotas, sino con los estadounidenses. “ Si yo fuera blanco, si yo fuera negro, estaría mejor, esos son sus pensamientos”, expresa, a la vez que advierte que este sector poblacional sufre de discriminaciones por parte de la población estadounidense.
Estas dos situaciones, advierte, explica el porqué de los intentos de suicidio en este sector.
De acuerdo con cifras oficiales, las tasas de suicidio en México se presentan en cinco de cada 100 mil habitantes, mientras que en Estados Unidos, es de 12 por 100 mil habitantes. Los mexicanos principalmente jóvenes usan las armas de fuego como un medio para quitarse la vida, en tanto que los estadounidenses usan las armas de fuego y medicamentos.
“El tener un familiar en territorio estadounidense sin duda es un proceso que ayuda a las familias mexicanas a vivir y a manejar sus gastos, pero esa ventaja también tiene sus consecuencias sobre la salud mental, el uso más elevado de sustancias adictivas, el alcohol e incrementos de suicidios en las familias del migrante, dice Guillermo Borges.
Nota de Ruth Rodríguez y Yazmín Rodríguez, El Universal, 17 de marzo.
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