El presidente de la Comisión de Energía del Senado, Francisco Labastida, plantea que a Pemex se le dé flexibilidad para que pueda hacer asociaciones con firmas extranjeras y sacar el petróleo de yacimientos transfronterizos, que se encuentran en los límites marítimos entre México y Estados Unidos.
Según el senador, de no hacerse nada, de no participar en la explotación de esos yacimientos, se podrían perder 9 mil millones de barrilles, que son los estimados en la zona conocida como Cinturón Plegado. Se trata de petróleo que está en la frontera, en aguas mexicanas y estadounidenses, a profundidades que exigen tecnología de punta para sacarlo y que México no tiene.
Desde 2001, es la información de la que dispone el senador, hay cuatro empresas estadounidenses que están a cinco kilómetros de esa zona y existe el riesgo que sustraigan el crudo que está en la frontera a través del efecto popote.
Eso es lo que le preocupa a Labastida, y por eso su posición personal de que se le den facilidades a Pemex para que pueda establecer asociaciones y contar con tecnología de punta que le permita sacar el petróleo que es de los mexicanos.
Las asociaciones se harían, es su idea, sin que impliquen la firma de contratos de riesgo o que México tenga que pagar el servicio con hidrocarburos.
Para el legislador esto se tiene que hacer con mucho cuidado, con la asesoría de abogados que defiendan los intereses de los mexicanos, para que no se vaya a entregar o regalar el petróleo y se garantice a nuestro país el desarrollo y el aprendizaje en el uso de la nueva tecnología petrolera, que perfora a profundidades de más de 2 mil metros.
Además, para fundamentar su posición, Labastida recuerda que Pemex ya ha realizado inversiones en asociación.
Considera que ir por ese petróleo es vital para el país, “defenderlo significa simplemente defender los interés del país y de los mexicanos”. De no hacerlo, por el efecto popote, los extranjeros podrían quedarse con ese recurso, insiste el senador del PRI.
Según el senador, de no hacerse nada, de no participar en la explotación de esos yacimientos, se podrían perder 9 mil millones de barrilles, que son los estimados en la zona conocida como Cinturón Plegado. Se trata de petróleo que está en la frontera, en aguas mexicanas y estadounidenses, a profundidades que exigen tecnología de punta para sacarlo y que México no tiene.
Desde 2001, es la información de la que dispone el senador, hay cuatro empresas estadounidenses que están a cinco kilómetros de esa zona y existe el riesgo que sustraigan el crudo que está en la frontera a través del efecto popote.
Eso es lo que le preocupa a Labastida, y por eso su posición personal de que se le den facilidades a Pemex para que pueda establecer asociaciones y contar con tecnología de punta que le permita sacar el petróleo que es de los mexicanos.
Las asociaciones se harían, es su idea, sin que impliquen la firma de contratos de riesgo o que México tenga que pagar el servicio con hidrocarburos.
Para el legislador esto se tiene que hacer con mucho cuidado, con la asesoría de abogados que defiendan los intereses de los mexicanos, para que no se vaya a entregar o regalar el petróleo y se garantice a nuestro país el desarrollo y el aprendizaje en el uso de la nueva tecnología petrolera, que perfora a profundidades de más de 2 mil metros.
Además, para fundamentar su posición, Labastida recuerda que Pemex ya ha realizado inversiones en asociación.
Considera que ir por ese petróleo es vital para el país, “defenderlo significa simplemente defender los interés del país y de los mexicanos”. De no hacerlo, por el efecto popote, los extranjeros podrían quedarse con ese recurso, insiste el senador del PRI.
Nota de Arturo Zárate Vite, El Universal, 7 de marzo.
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