El Ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia, Juventino Castro, consideró que la iniciativa de reforma energética del Presidente Felipe Calderón propone una trampa a la Constitución por abrir áreas de Pemex a la inversión privada.
"Cualquier reforma que pretenda que una área estratégica fundamental para el país acepte la intervención de particulares debe clasificársele como institucional, si llegara a aprobarse la resolución final quedaría en manos de la Suprema Corte, pero eso no impide concluir que la esperada iniciativa propone claramente trampear a la Constitución", advirtió el ministro jubilado en el pleno de San Lázaro que se encuentra tomado por diputados del FAP.
En una sesión de análisis de la propuesta de Calderón, Castro consideró que a Pemex se le ha llevado al fracaso con fines aviesos para lograr justificar la intervención de empresas y capitales internacionales que están dispuestos a intervenir en el país.
Mencionó que ningún tipo de contratos con particulares podrían en realidad salvar a una industria "maliciosamente saboteada".
El Ministro en retiro señaló que está permitido y se debe permitir que la empresa y su subsidiaria puedan celebrar con personas físicas o morales toda clase de actos, convenios, contratos y suscribir títulos de créditos, con el fin de que se lleven a cabo las diversas actividades de Pemex.
"Lo que hay que vigilar y fiscalizar en realidad es que bajo el pretexto de que se pueden celebrar contratos, como los contratos de servicios múltiples, así se permita y legitime a empresas privadas o particulares para llevar a cabo funciones industriales y obtener beneficios que sólo pueden corresponder a la Nación", argumentó en su intervención.
"Cualquier reforma que pretenda que una área estratégica fundamental para el país acepte la intervención de particulares debe clasificársele como institucional, si llegara a aprobarse la resolución final quedaría en manos de la Suprema Corte, pero eso no impide concluir que la esperada iniciativa propone claramente trampear a la Constitución", advirtió el ministro jubilado en el pleno de San Lázaro que se encuentra tomado por diputados del FAP.
En una sesión de análisis de la propuesta de Calderón, Castro consideró que a Pemex se le ha llevado al fracaso con fines aviesos para lograr justificar la intervención de empresas y capitales internacionales que están dispuestos a intervenir en el país.
Mencionó que ningún tipo de contratos con particulares podrían en realidad salvar a una industria "maliciosamente saboteada".
El Ministro en retiro señaló que está permitido y se debe permitir que la empresa y su subsidiaria puedan celebrar con personas físicas o morales toda clase de actos, convenios, contratos y suscribir títulos de créditos, con el fin de que se lleven a cabo las diversas actividades de Pemex.
"Lo que hay que vigilar y fiscalizar en realidad es que bajo el pretexto de que se pueden celebrar contratos, como los contratos de servicios múltiples, así se permita y legitime a empresas privadas o particulares para llevar a cabo funciones industriales y obtener beneficios que sólo pueden corresponder a la Nación", argumentó en su intervención.
Nota de Claudia Salazar, Reforma, 22 de abril.
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