SAN DIEGO.- En agosto próximo iniciará el proceso para brindar a los indocumentados que viven en San Francisco identificaciones, anunció el Alcalde de esta ciudad, Gavin Newson mediante anuncios en medios electrónicos y espectaculares.
Con esta medida, indicó el funcionario, se busca recordar a los migrantes irregulares que la ciudad los estima.
"Estamos de pie para decir a nuestros residentes que a nosotros no nos interesa su situación migratoria; nos interesan ustedes, como seres humanos, como residentes de nuestra ciudad, que queremos que participen en la vida de San Francisco", afirmó el Alcalde.
"Invitamos a la gente a que salga de las sombras y haga uso de sus servicios públicos", agregó Newson.
El autor de esta ley local, Tom Ammiano, destacó que las identificaciones son necesarias para proteger a comunidades vulnerables que, de otra forma, se expondrían a ser víctimas de la delincuencia.
Ammiano se basó en los testimonios de ancianos, indocumentados y pordioseros de la ciudad, quienes le platicaron lo que calificó como verdaderas historias de terror que sufrieron por carecer de documento de identificación.
Con estas credenciales, las comunidades vulnerables podrían usar cualquier servicio del Gobierno de San Francisco y de organizaciones sin fines de lucro a las que la Alcaldía apoye económicamente.
La medida sólo tiene un precedente, el de la ciudad de New Haven, en el estado de Connecticut, que proporciona identificaciones municipales para todos sus residentes, sin distinción de la condición migratoria de los mismos.
Gerardo Sandoval, uno de los miembros del Cabildo de San Francisco, explicó que el Gobierno de la ciudad había aprobado la ley de identificación a migrantes porque las Administraciones federales y estatales habían dejado un vacío en relación al tema de la migración.
De acuerdo con datos del censo de 2006, la ciudad de San Francisco tiene unos 770 mil habitantes, de los cuales 22 por ciento son ciudadanos naturalizados.
Cuando Ammiano propuso la ley de identificaciones, el año pasado, el área de la bahía de San Francisco registraba nuevos tipos de delitos contra los indocumentados.
En Oakland, al este de la ciudad, grupos de pandilleros asaltaban continuamente a los indocumentados, a quienes llamaban "cajero automático amigo", pues los migrantes portaban sus ahorros en efectivo, por carecer de identificaciones para abrir cuentas bancarias.
Asimismo, la falta de identificaciones facilita que se lleven a cabo abusos por parte de los dueños del lugar donde trabajan, según activistas defensores de los inmigrantes.
Carlos Torres, director del Instituto Laboral de La Raza, en el Distrito La Misión, dijo que entre 90 y 95 por ciento de los casos de abuso laboral que la ONG representa ante la Corte son de trabajadores sin identificaciones.
Con esta medida, indicó el funcionario, se busca recordar a los migrantes irregulares que la ciudad los estima.
"Estamos de pie para decir a nuestros residentes que a nosotros no nos interesa su situación migratoria; nos interesan ustedes, como seres humanos, como residentes de nuestra ciudad, que queremos que participen en la vida de San Francisco", afirmó el Alcalde.
"Invitamos a la gente a que salga de las sombras y haga uso de sus servicios públicos", agregó Newson.
El autor de esta ley local, Tom Ammiano, destacó que las identificaciones son necesarias para proteger a comunidades vulnerables que, de otra forma, se expondrían a ser víctimas de la delincuencia.
Ammiano se basó en los testimonios de ancianos, indocumentados y pordioseros de la ciudad, quienes le platicaron lo que calificó como verdaderas historias de terror que sufrieron por carecer de documento de identificación.
Con estas credenciales, las comunidades vulnerables podrían usar cualquier servicio del Gobierno de San Francisco y de organizaciones sin fines de lucro a las que la Alcaldía apoye económicamente.
La medida sólo tiene un precedente, el de la ciudad de New Haven, en el estado de Connecticut, que proporciona identificaciones municipales para todos sus residentes, sin distinción de la condición migratoria de los mismos.
Gerardo Sandoval, uno de los miembros del Cabildo de San Francisco, explicó que el Gobierno de la ciudad había aprobado la ley de identificación a migrantes porque las Administraciones federales y estatales habían dejado un vacío en relación al tema de la migración.
De acuerdo con datos del censo de 2006, la ciudad de San Francisco tiene unos 770 mil habitantes, de los cuales 22 por ciento son ciudadanos naturalizados.
Cuando Ammiano propuso la ley de identificaciones, el año pasado, el área de la bahía de San Francisco registraba nuevos tipos de delitos contra los indocumentados.
En Oakland, al este de la ciudad, grupos de pandilleros asaltaban continuamente a los indocumentados, a quienes llamaban "cajero automático amigo", pues los migrantes portaban sus ahorros en efectivo, por carecer de identificaciones para abrir cuentas bancarias.
Asimismo, la falta de identificaciones facilita que se lleven a cabo abusos por parte de los dueños del lugar donde trabajan, según activistas defensores de los inmigrantes.
Carlos Torres, director del Instituto Laboral de La Raza, en el Distrito La Misión, dijo que entre 90 y 95 por ciento de los casos de abuso laboral que la ONG representa ante la Corte son de trabajadores sin identificaciones.
Nota de Notimex en San Francisco, Reforma, 7 de abril.
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