El gobierno del presidente venezolano Hugo Chávez logró la aprobación en el Congreso de una nueva contribución especial aplicada desde ayer a las “ganancias súbitas” de las empresas petroleras, en pleno boom de los precios internacionales del crudo.
Pese a que el nuevo aporte iba a ser considerado un impuesto, finalmente fue definido como “contribución especial,” por lo que los ingresos recaudados irán al Fonden, un fondo de desarrollo nacional que maneja el Ejecutivo, en vez de ir al fisco, y serán cobrados de forma mensual y no anual.
“Los recursos provenientes de la recaudación de esta contribución especial serán destinados por el Ejecutivo nacional a la ejecución de proyectos de desarrollo de infraestructura, de producción y desarrollo social y al fortalecimiento del poder comunal,” reza la ley publicada en la Gaceta oficial que circuló ayer.
La contribución obligatoria de las petroleras se aplicará en una tasa de 50 por ciento —sobre el excedente— cuando el precio del crudo supere los 70 dólares por barril, y en 60 por ciento cuando rebase los 100 dólares por barril, que será liquidado en dólares.
Si el precio del barril supera los 100 dólares, se sumaría a esa cifra anterior a 60 por ciento de la diferencia entre el precio del momento y los 100 dólares, dice el texto legal, aprobado en primera discusión por la Asamblea Nacional a principios de abril.
La contribución se fijará por el volumen de hidrocarburos líquidos, naturales o mejorados, y productos derivados, exportados al exterior directa o indirectamente. Las empresas podrán contabilizar este aporte como costo a fines del cálculo del pago de impuestos sobre la renta.
El ministro de Energía, Rafael Ramírez, dijo el martes que esta contribución especial, que deben pagar la estatal Petróleos de Venezuela y a sus socias privadas en el país, supondría una recaudación de 9 mil millones de dólares anuales con los actuales precios del crudo.
Pese a que el nuevo aporte iba a ser considerado un impuesto, finalmente fue definido como “contribución especial,” por lo que los ingresos recaudados irán al Fonden, un fondo de desarrollo nacional que maneja el Ejecutivo, en vez de ir al fisco, y serán cobrados de forma mensual y no anual.
“Los recursos provenientes de la recaudación de esta contribución especial serán destinados por el Ejecutivo nacional a la ejecución de proyectos de desarrollo de infraestructura, de producción y desarrollo social y al fortalecimiento del poder comunal,” reza la ley publicada en la Gaceta oficial que circuló ayer.
La contribución obligatoria de las petroleras se aplicará en una tasa de 50 por ciento —sobre el excedente— cuando el precio del crudo supere los 70 dólares por barril, y en 60 por ciento cuando rebase los 100 dólares por barril, que será liquidado en dólares.
Si el precio del barril supera los 100 dólares, se sumaría a esa cifra anterior a 60 por ciento de la diferencia entre el precio del momento y los 100 dólares, dice el texto legal, aprobado en primera discusión por la Asamblea Nacional a principios de abril.
La contribución se fijará por el volumen de hidrocarburos líquidos, naturales o mejorados, y productos derivados, exportados al exterior directa o indirectamente. Las empresas podrán contabilizar este aporte como costo a fines del cálculo del pago de impuestos sobre la renta.
El ministro de Energía, Rafael Ramírez, dijo el martes que esta contribución especial, que deben pagar la estatal Petróleos de Venezuela y a sus socias privadas en el país, supondría una recaudación de 9 mil millones de dólares anuales con los actuales precios del crudo.
Nota de agencias en Caracas, Milenio, 17 de abril.
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