BOGOTÁ.- El llamado escándalo de la "parapolítica" (nexo de políticos con los grupos paramilitares) alcanzó ayer uno de sus puntos más altos en Colombia, luego de que la Fiscalía detuvo al ex senador Mario Uribe, primo del Presidente Álvaro Uribe.
Poco después de conocerse la orden judicial, el ex congresista, un viejo colaborador del Mandatario, se refugió en la Embajada de Costa Rica en donde solicitó asilo político.
Sin embargo, tras siete horas de protestas afuera de la sede diplomática por parte de víctimas de los paramilitares, el Gobierno de San José declaró "improcedente" otorgar el asilo lo que permitió la detención del político.
Hace varias semanas, las ex congresistas Eleonora Pineda y Rocío Arias, también acusadas de nexos con los paramilitares y actualmente detenidas, habían solicitado infructuosamente asilo político a Costa Rica.
La orden de capturar a Mario Uribe, jefe del movimiento político Colombia Democrática de la coalición oficialista y ex presidente del Congreso, se produjo tres días después de que la Corte Suprema vinculara a la misma investigación a la presidenta del Legislativo, Nancy Gutiérrez, también cercana al oficialismo.
Según la Fiscalía, la orden de arresto contra Uribe se giró por los delitos de concierto para delinquir y formalizar acuerdos para promover grupos armados al margen de la ley.
"Uribe es investigado por una reunión que sostuvo con el ex cabecilla paramilitar Salvatore Mancuso antes de las elecciones de 2002 y con Jairo Castillo Peralta, alias 'Pitirri', en noviembre de 1998", precisó.
En las reuniones, el ex senador habría buscado beneficiarse electoralmente y negociar tierras gracias a sus nexos con los grupos irregulares de ultraderecha.
Tras la orden de arresto, el Presidente Uribe se declaró dolido por la situación de su primo.
"La medida de aseguramiento contra el senador Mario Uribe me duele. Asumo este dolor con patriotismo, sin mengua en el cumplimiento de mis responsabilidades, con el interés único de proteger las instituciones", señaló en un comunicado.
El pasado domingo el Presidente Uribe se reunió con los miembros de la coalición oficialista, la más afectada por las detenciones.
En ese encuentro se analizaron alternativas como la creación de un supertribunal que se encargue de juzgar a magistrados, congresistas y al Presidente.
Esa idea fue rechazada por la Oposición que pidió la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente para superar la crisis política.
Poco después de conocerse la orden judicial, el ex congresista, un viejo colaborador del Mandatario, se refugió en la Embajada de Costa Rica en donde solicitó asilo político.
Sin embargo, tras siete horas de protestas afuera de la sede diplomática por parte de víctimas de los paramilitares, el Gobierno de San José declaró "improcedente" otorgar el asilo lo que permitió la detención del político.
Hace varias semanas, las ex congresistas Eleonora Pineda y Rocío Arias, también acusadas de nexos con los paramilitares y actualmente detenidas, habían solicitado infructuosamente asilo político a Costa Rica.
La orden de capturar a Mario Uribe, jefe del movimiento político Colombia Democrática de la coalición oficialista y ex presidente del Congreso, se produjo tres días después de que la Corte Suprema vinculara a la misma investigación a la presidenta del Legislativo, Nancy Gutiérrez, también cercana al oficialismo.
Según la Fiscalía, la orden de arresto contra Uribe se giró por los delitos de concierto para delinquir y formalizar acuerdos para promover grupos armados al margen de la ley.
"Uribe es investigado por una reunión que sostuvo con el ex cabecilla paramilitar Salvatore Mancuso antes de las elecciones de 2002 y con Jairo Castillo Peralta, alias 'Pitirri', en noviembre de 1998", precisó.
En las reuniones, el ex senador habría buscado beneficiarse electoralmente y negociar tierras gracias a sus nexos con los grupos irregulares de ultraderecha.
Tras la orden de arresto, el Presidente Uribe se declaró dolido por la situación de su primo.
"La medida de aseguramiento contra el senador Mario Uribe me duele. Asumo este dolor con patriotismo, sin mengua en el cumplimiento de mis responsabilidades, con el interés único de proteger las instituciones", señaló en un comunicado.
El pasado domingo el Presidente Uribe se reunió con los miembros de la coalición oficialista, la más afectada por las detenciones.
En ese encuentro se analizaron alternativas como la creación de un supertribunal que se encargue de juzgar a magistrados, congresistas y al Presidente.
Esa idea fue rechazada por la Oposición que pidió la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente para superar la crisis política.
Nota de Octavio Pineda, corresponsal, Reforma, 23 de abril.
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