La Iglesia católica se manifestó en favor de una reforma en el sector energético, en la cual se consideren “alianzas estratégicas” entre la iniciativa privada y Petróleos Mexicanos (Pemex), “pues el país –justificó– carece de los recursos financieros suficientes para explotar las reservas localizadas a grandes profundidades”.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) consideró “urgente” modificar el sector energético e indicó que al no existir una “reforma concreta”, el Congreso de la Unión es “el responsable de buscar cómo hacerlo”.
Esperamos que “el Congreso seriamente ponga el interés de la nación y no sus intereses político-partidistas para encontrar la fórmula en que esas reservas patrimoniales que tenemos sean un detonante del desarrollo económico del país”, destacó.
Asimismo precisó que no importa qué instancia federal o instituto político presente la iniciativa de reforma sino que ésta tenga lugar en el consenso.
“Es responsabilidad del Congreso si lo presenta un partido o dos o tres juntos, sería mucho mejor. Si lo presenta el Ejecutivo para nosotros es igual. Es el Congreso el que tiene que analizar. La presentación de la iniciativa es realidad hasta cierto punto secundario, lo importante es la reforma que surja del consenso”, afirmó.
Urge la reforma, dicen prelados
Reveló que los religiosos apoyan esta determinación, luego de que este lunes la secretaria de Energía, Georgina Kessel, se reunió con los 22 obispos de su consejo permanente para presentarles el diagnóstico del gobierno federal, es decir, un día antes de la “síntesis” que presentó al pleno de su 85 asamblea el titular de Gobernación, Juan Camilo Mouriño.
“Lo que vimos es que quien conoce ese diagnóstico, al menos es nuestra opinión como obispos, llama con urgencia a realizar la reforma; urge resolver los problemas en la industria petrolera del país para que sea la rectora de las políticas y las reservas patrimoniales de un energético tan importante”, afirmó Carlos Aguiar, presidente de la CEM.
Al cierre de los trabajos de la 85 asamblea plenaria de la conferencia, el prelado consideró que “todos están de acuerdo” en que las reservas patrimoniales “tienen que ser para servir al desarrollo del país, por tanto no a intereses trasnacionales sino al desarrollo nacional”.
La sociedad, consideró, coincide en que la industria petrolera “está en declive” y se ha quedado a la saga de la tecnología; además de que el sector energético “tiene que ser gestionado y conducido por el Estado”, refirió.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) consideró “urgente” modificar el sector energético e indicó que al no existir una “reforma concreta”, el Congreso de la Unión es “el responsable de buscar cómo hacerlo”.
Esperamos que “el Congreso seriamente ponga el interés de la nación y no sus intereses político-partidistas para encontrar la fórmula en que esas reservas patrimoniales que tenemos sean un detonante del desarrollo económico del país”, destacó.
Asimismo precisó que no importa qué instancia federal o instituto político presente la iniciativa de reforma sino que ésta tenga lugar en el consenso.
“Es responsabilidad del Congreso si lo presenta un partido o dos o tres juntos, sería mucho mejor. Si lo presenta el Ejecutivo para nosotros es igual. Es el Congreso el que tiene que analizar. La presentación de la iniciativa es realidad hasta cierto punto secundario, lo importante es la reforma que surja del consenso”, afirmó.
Urge la reforma, dicen prelados
Reveló que los religiosos apoyan esta determinación, luego de que este lunes la secretaria de Energía, Georgina Kessel, se reunió con los 22 obispos de su consejo permanente para presentarles el diagnóstico del gobierno federal, es decir, un día antes de la “síntesis” que presentó al pleno de su 85 asamblea el titular de Gobernación, Juan Camilo Mouriño.
“Lo que vimos es que quien conoce ese diagnóstico, al menos es nuestra opinión como obispos, llama con urgencia a realizar la reforma; urge resolver los problemas en la industria petrolera del país para que sea la rectora de las políticas y las reservas patrimoniales de un energético tan importante”, afirmó Carlos Aguiar, presidente de la CEM.
Al cierre de los trabajos de la 85 asamblea plenaria de la conferencia, el prelado consideró que “todos están de acuerdo” en que las reservas patrimoniales “tienen que ser para servir al desarrollo del país, por tanto no a intereses trasnacionales sino al desarrollo nacional”.
La sociedad, consideró, coincide en que la industria petrolera “está en declive” y se ha quedado a la saga de la tecnología; además de que el sector energético “tiene que ser gestionado y conducido por el Estado”, refirió.
Nota de Gabriel León Zaragoza, La Jornada, 5 de abril.
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