Buscan acuerdo Pemex-Pdvsa

CARACAS.— Tras entonar rancheras mexicanas y llaneras venezolanas, en un sorpresivo duelo musical, y luego de gritar “¡Viva Zapata!”, el presidente Hugo Chávez expresó ayer su disposición para que “pronto” pueda firmarse un acuerdo entre las empresas estatales Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y Petróleos Mexicanos (Pemex).

“Ojalá eso pudiera ser pronto, ya que ese era el sueño de Simón Bolívar: nuestra unión, la integración”, afirmó el mandatario, en un acto en el que fue condecorado por la Fundación Emiliano Zapata (1879-1919), en un reconocimiento que le entregó Ana María Zapata, de 93 años e hija del revolucionario mexicano.

Chávez advirtió: “No hay solución nacional para los problemas de América Latina. Sólo unidos nosotros podremos hacer realidad ese grito de libertad de Zapata”, y recordó una serie de convenios suscritos recientemente por Venezuela con Brasil y con otras naciones del área en materia energética.

La oferta de Chávez se registra en momentos en que los nexos México-Caracas son golpeados por la decisión del presidente de nacionalizar la industria cementera venezolana, lo que ha afectado a la empresa transnacional Cementos Mexicanos (Cemex). El miércoles de esta semana, Chávez nacionalizó Siderurgia del Orinoco, una empresa en la que hay inversiones de la firma Hylsamex, de México.

Las relaciones bilaterales, que sufrieron un deterioro en la fase final del anterior gobierno de México por roces entre Chávez con el entonces presidente Vicente Fox, habían empezado a recomponerse a finales del año anterior. Este año, Chávez se ha reunido dos veces con el presidente mexicano Felipe Calderón.

El jefe de Estado no dio mayores detalles sobre los términos del pacto entre Pemex y Pdvsa, que figuran entre las más importantes compañías petroleras de América Latina.

Por su parte, Margarita Zapata, nieta del caudillo y presidenta de la fundación, afirmó que el homenaje se rindió al gobernante venezolano, porque “creemos que el proyecto que lleva a cabo el presidente Hugo Chávez Frías es la continuidad de la Revolución Mexicana que quedó interrumpida con el asesinato de Zapata”.

La actividad, prosiguió la nieta, es el inicio de la “conmemoración del Centenario de la Revolución Mexicana en Venezuela”.

A su llegada a esta capital, la hija de Zapata había expresado el deseo de conocer “personalmente” y “darle un abrazote” de “hermano” a Chávez, a quien definió como “un hombre valioso para el futuro de la patria”.

El acto se realizó en el Museo de Bellas Artes de Caracas, al ser inaugurada la exposición Emiliano Zapata. Tierra y libertad. 1879-1919, en homenaje al aniversario de la muerte del mexicano.

La condecoración a Chávez —alguna vez conferida al ahora ex presidente de Cuba, Fidel Castro— coincide con el 89 aniversario de la muerte del rebelde agrarista. La nieta de Zapata describió a Castro como “uno de los grandes precursores de la revolución social en América Latina, y gran heredero del general Zapata”.

La actividad, relataron varios de los asistentes, fue un contrapunteo o duelo entre mariachis mexicanos interpretando rancheras y bandas venezolanos entonando llaneras. Entre otras, Chávez cantó piezas de la Revolución Mexicana, como “Adelita”, y “Maisanta”, tonada de la guerra en los llanos de Venezuela en la que combatió Pedro Pérez Jiménez, viejo guerrillero que está en la línea familiar del presidente venezolano.

Junto a otros tres nietos de Zapata, el presidente mencionó que “un día como hoy (10 de abril) asesinaron a Emiliano Zapata, le montaron una celada”, y subrayó que “sólo a través de la muerte pudieron frenar el impulso” de su revolución. “Me siento bañado de honores y ojalá yo merezca esta medalla”, describió.
Nota de José Meléndez, El Universal, 11 de abril.

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