Nueva York, 2 de abril. México, bajo el gobierno de Felipe Calderón, está al borde de un “gran paso” que Estados Unidos desea asegurar sea exitoso, declaró hoy Thomas Shannon, secretario asistente de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental.
El principal diplomático de Estados Unidos encargado de la relación interamericana declaró, en un foro con empresarios, académicos y diplomáticos en la sede del Consejo de las Américas/Americas Society, que “México es un país que está procediendo por un cambio dinámico… un país al borde de un gran paso adelante en su desarrollo social y económico, y tenemos que encontrar la forma de ayudarlos a ser exitosos”.
Para Estados Unidos, agregó, tener un vecino seguro y desarrollado al sur de la frontera es lo más deseable, “y México es capaz de hacerlo: tiene el liderazgo y creo que tiene el amplio compromiso popular y tiene la visión”.
En declaraciones a periodistas al concluir el foro, Shannon consideró que el presidente Calderón está “profundizando y consolidando” cambios que comenzaron con la elección de Vicente Fox y transformaron el país en democracia multipartidista. Calderón, dijo, está enfrentando de manera audaz desafíos internos, como la lucha contra el narcotráfico, donde goza de amplio apoyo popular. Destacó la reforma del sistema penal y otras, aunque no mencionó por su nombre la fiscal o la energética, y subrayó que el gobierno mexicano está promoviendo “un cambio dinámico” mediante las reformas que está impulsando. “El éxito de este gobierno es algo que queremos ayudar”, afirmó.
Enfatizó que la Iniciativa Mérida, al igual que la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN), refleja la importancia “estratégica” de México para Estados Unidos.
Recordó que los mandatarios de Estados Unidos, México y Canadá se reunirán en Nueva Orleáns próximamente para la cuarta reunión de la ASPAN, donde además del tema comercial analizarán cómo “defender” este “espacio económico compartido”, y resumió que sería “blindando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte”, tanto contra el “terrorismo” como ante los desastres naturales.
Dijo que se espera que en esta reunión se concrete “una forma duradera de comunicación y cooperación en América del Norte, lo cual es tan importante para nuestro bienestar”.
Acerca de la Iniciativa Mérida, recordó que el Congreso ya tiene solicitudes para el presupuesto de 1.1 mil millones de dólares de un total de 1.4 mil millones para México y Centroamérica, cuyo propósito es apoyar la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico, y “hacerlo al mismo tiempo que permita la reforma política y económica” de estos países.
Dijo que la iniciativa fue a raíz de que “México y Centroamérica nos solicitaron, por primera vez, apoyar su ‘agenda de seguridad’; no se trata de que Estados Unidos imponga un modelo de seguridad sobre esa región, sino que esa región nos presenta su propio modelo”.
Este diálogo, afirmó, también ha llevado al acuerdo de México, Centroamérica y Estados Unidos, que “ahora comparten una agenda de seguridad que está directamente vinculada con el desarrollo social y económico, y la consolidación de instituciones democráticas”. Con esto, dijo, se reconocen “responsabilidades compartidas” y Estados Unidos acepta que es el principal mercado de drogas ilícitas, destino del movimiento ilegal de personas y origen de flujo de armas y de dinero blanqueado a la región, y estos puntos forman parte del tema de seguridad de todos.
Al preguntarle si habrá mecanismos para monitorear –particularmente en cuanto al respeto de derechos humanos– esta asistencia a México, Shannon informó que como casi todos los fondos de asistencia serán por conducto del Departamento de Estado, sí habrá “cartas de entendimiento” que incluyen el “monitoreo de uso final” y otros mecanismos para verificar la utilización por parte de México de la capacitación y equipo que sea otorgado por Washington. En tanto, subrayó, el “árbitro supremo” que se encargará de que se rindan cuentas acerca de la Iniciativa Mérida será “el mismo pueblo mexicano” –por conducto de sus representantes, los medios de comunicación y otros actores–, porque “en la relación mutua Estados Unidos no debe imponerse, ésta es una lucha mexicana”.
El principal diplomático de Estados Unidos encargado de la relación interamericana declaró, en un foro con empresarios, académicos y diplomáticos en la sede del Consejo de las Américas/Americas Society, que “México es un país que está procediendo por un cambio dinámico… un país al borde de un gran paso adelante en su desarrollo social y económico, y tenemos que encontrar la forma de ayudarlos a ser exitosos”.
Para Estados Unidos, agregó, tener un vecino seguro y desarrollado al sur de la frontera es lo más deseable, “y México es capaz de hacerlo: tiene el liderazgo y creo que tiene el amplio compromiso popular y tiene la visión”.
En declaraciones a periodistas al concluir el foro, Shannon consideró que el presidente Calderón está “profundizando y consolidando” cambios que comenzaron con la elección de Vicente Fox y transformaron el país en democracia multipartidista. Calderón, dijo, está enfrentando de manera audaz desafíos internos, como la lucha contra el narcotráfico, donde goza de amplio apoyo popular. Destacó la reforma del sistema penal y otras, aunque no mencionó por su nombre la fiscal o la energética, y subrayó que el gobierno mexicano está promoviendo “un cambio dinámico” mediante las reformas que está impulsando. “El éxito de este gobierno es algo que queremos ayudar”, afirmó.
Enfatizó que la Iniciativa Mérida, al igual que la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN), refleja la importancia “estratégica” de México para Estados Unidos.
Recordó que los mandatarios de Estados Unidos, México y Canadá se reunirán en Nueva Orleáns próximamente para la cuarta reunión de la ASPAN, donde además del tema comercial analizarán cómo “defender” este “espacio económico compartido”, y resumió que sería “blindando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte”, tanto contra el “terrorismo” como ante los desastres naturales.
Dijo que se espera que en esta reunión se concrete “una forma duradera de comunicación y cooperación en América del Norte, lo cual es tan importante para nuestro bienestar”.
Acerca de la Iniciativa Mérida, recordó que el Congreso ya tiene solicitudes para el presupuesto de 1.1 mil millones de dólares de un total de 1.4 mil millones para México y Centroamérica, cuyo propósito es apoyar la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico, y “hacerlo al mismo tiempo que permita la reforma política y económica” de estos países.
Dijo que la iniciativa fue a raíz de que “México y Centroamérica nos solicitaron, por primera vez, apoyar su ‘agenda de seguridad’; no se trata de que Estados Unidos imponga un modelo de seguridad sobre esa región, sino que esa región nos presenta su propio modelo”.
Este diálogo, afirmó, también ha llevado al acuerdo de México, Centroamérica y Estados Unidos, que “ahora comparten una agenda de seguridad que está directamente vinculada con el desarrollo social y económico, y la consolidación de instituciones democráticas”. Con esto, dijo, se reconocen “responsabilidades compartidas” y Estados Unidos acepta que es el principal mercado de drogas ilícitas, destino del movimiento ilegal de personas y origen de flujo de armas y de dinero blanqueado a la región, y estos puntos forman parte del tema de seguridad de todos.
Al preguntarle si habrá mecanismos para monitorear –particularmente en cuanto al respeto de derechos humanos– esta asistencia a México, Shannon informó que como casi todos los fondos de asistencia serán por conducto del Departamento de Estado, sí habrá “cartas de entendimiento” que incluyen el “monitoreo de uso final” y otros mecanismos para verificar la utilización por parte de México de la capacitación y equipo que sea otorgado por Washington. En tanto, subrayó, el “árbitro supremo” que se encargará de que se rindan cuentas acerca de la Iniciativa Mérida será “el mismo pueblo mexicano” –por conducto de sus representantes, los medios de comunicación y otros actores–, porque “en la relación mutua Estados Unidos no debe imponerse, ésta es una lucha mexicana”.
Nota de David Brooks, La Jornada, 3 de abril.
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