Bogotá, 18 de abril. El gobierno de Colombia celebró hoy la advertencia de Ecuador a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), de que cualquier incursión de los rebeldes colombianos en territorio de su país será vista como una “acción de guerra” que tendrá respuesta.
“Me parece maravilloso y ojalá se cumpla porque para nosotros sería el mejor de los mundos. Nos facilita muchísimo nuestra labor si nuestros vecinos luchan contra las organizaciones terroristas con la misma intensidad que nosotros”, dijo el ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos.
Al comentar la declaración de la víspera del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, que combatirá a patrulla o campamento insurgente que se halle en su territorio fronterizo, Santos dijo a la cadena radial Caracol que así “lograremos la paz más pronto y la plena felicidad de los colombianos”.
“Todos los éxitos en materia de seguridad democrática, en la lucha contra las FARC y contra el Ejército de Liberación Nacional (ELN) –la segunda guerrilla del país–, se neutralizan si nuestros vecinos permiten que su territorio sirva como santuario para los grupos armados ilegales”, añadió.
Incluso el ministro afirmó que decisiones gubernamentales de este tipo ayudarán a la búsqueda de la paz en Colombia, pero sin mencionar que Correa hizo extensiva su advertencia de que no permitirá que la soberanía nacional sea “ultrajada” tampoco por las propias fuerzas armadas gubernamentales de Colombia.
Correa rompió las relaciones con Bogotá a raíz del bombardeo que aviones colombianos realizaron el pasado primero de marzo contra un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, muy cerca de la frontera de Ecuador con Colombia, en que murieron el líder rebelde Raúl Reyes y una veintena de insurgentes, incluyendo un ecuatoriano y cuatro estudiantes mexicanos.
Por su parte, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, afirmó desde Bogotá que las declaraciones de Correa le parecen “muy positivas”, y su decisión de no responder a las acusaciones de Bogotá facilita el proceso de distensión entre las dos naciones.
Este día, Correa subrayó que “se necesitan dos voluntades, no sólo una”, para superar la crisis bilateral. El mandatario insistió en que se requiere que Colombia ponga fin a la campaña mediática, en la que sostiene que el propio gobernante ecuatoriano tiene nexos con las FARC.
Tras su llegada este día a Quito para reunirse con Correa, Insulza se declaró optimista al comentar que hay un “buen ambiente” y expresó que su misión de buenos oficios en Colombia y Ecuador busca reducir la tensión entre ambas naciones. Añadió que “espero que culmine con la reanudación de las relaciones”.
La segunda visita del funcionario de la OEA a la capital ecuatoriana en la crisis se dio un día después que Correa anticipara que “ojalá que no nos vengan con la diplomacia de siempre, tratando de contentar a todo mundo, que es igual el agresor que el agredido, que se reduce sólo a conversar”.
En Madrid, la senadora opositora colombiana Piedad Córdoba declaró que el gobierno del presidente Álvaro Uribe “no tiene ningún interés en el acuerdo humanitario”, tras señalar que hay una “fuerte corriente” en su interior que rechaza un acuerdo para un canje de rehenes de las FARC por guerrilleros detenidos.
Córdoba, quien ha actuado como mediadora con las FARC junto con el presidente venezolano Hugo Chávez en el caso de los rehenes, estimó en cambio que las recientes liberaciones unilaterales de la principal guerrilla del país sudamericano muestran que de su parte hay voluntad de diálogo, en tanto que descartó que Ingrid Betancourt padezca algún mal grave.
Por su parte, el diputado opositor costarricense Mario Quirós informó que su país pedirá a Colombia mayor precisión sobre sus más recientes reportes, en que presuntamente se vincula a ciudadanos de Costa Rica con las FARC.
En otro orden de cosas, este viernes dejó la cárcel el dirigente histórico de la desmovilizada guerrilla colombiana del Ejército Popular de Liberación, Francisco Caraballo, luego de haber cumplido 14 años en prisión de un total de 29 a que estaba condenado. De 71 años de edad, Caraballo dijo que trabajará en favor de la paz.
Por último, la Corte Suprema de Justicia de Colombia abrió una investigación preliminar contra la presidenta del Senado, Nancy Patricia Gutiérrez, acusada de tener nexos con escuadrones paramilitares de ultraderecha. Hasta la fecha, 29 legisladores colombianos están la cárcel por esa causa y otros 33 están bajo investigación.
“Me parece maravilloso y ojalá se cumpla porque para nosotros sería el mejor de los mundos. Nos facilita muchísimo nuestra labor si nuestros vecinos luchan contra las organizaciones terroristas con la misma intensidad que nosotros”, dijo el ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos.
Al comentar la declaración de la víspera del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, que combatirá a patrulla o campamento insurgente que se halle en su territorio fronterizo, Santos dijo a la cadena radial Caracol que así “lograremos la paz más pronto y la plena felicidad de los colombianos”.
“Todos los éxitos en materia de seguridad democrática, en la lucha contra las FARC y contra el Ejército de Liberación Nacional (ELN) –la segunda guerrilla del país–, se neutralizan si nuestros vecinos permiten que su territorio sirva como santuario para los grupos armados ilegales”, añadió.
Incluso el ministro afirmó que decisiones gubernamentales de este tipo ayudarán a la búsqueda de la paz en Colombia, pero sin mencionar que Correa hizo extensiva su advertencia de que no permitirá que la soberanía nacional sea “ultrajada” tampoco por las propias fuerzas armadas gubernamentales de Colombia.
Correa rompió las relaciones con Bogotá a raíz del bombardeo que aviones colombianos realizaron el pasado primero de marzo contra un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, muy cerca de la frontera de Ecuador con Colombia, en que murieron el líder rebelde Raúl Reyes y una veintena de insurgentes, incluyendo un ecuatoriano y cuatro estudiantes mexicanos.
Por su parte, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, afirmó desde Bogotá que las declaraciones de Correa le parecen “muy positivas”, y su decisión de no responder a las acusaciones de Bogotá facilita el proceso de distensión entre las dos naciones.
Este día, Correa subrayó que “se necesitan dos voluntades, no sólo una”, para superar la crisis bilateral. El mandatario insistió en que se requiere que Colombia ponga fin a la campaña mediática, en la que sostiene que el propio gobernante ecuatoriano tiene nexos con las FARC.
Tras su llegada este día a Quito para reunirse con Correa, Insulza se declaró optimista al comentar que hay un “buen ambiente” y expresó que su misión de buenos oficios en Colombia y Ecuador busca reducir la tensión entre ambas naciones. Añadió que “espero que culmine con la reanudación de las relaciones”.
La segunda visita del funcionario de la OEA a la capital ecuatoriana en la crisis se dio un día después que Correa anticipara que “ojalá que no nos vengan con la diplomacia de siempre, tratando de contentar a todo mundo, que es igual el agresor que el agredido, que se reduce sólo a conversar”.
En Madrid, la senadora opositora colombiana Piedad Córdoba declaró que el gobierno del presidente Álvaro Uribe “no tiene ningún interés en el acuerdo humanitario”, tras señalar que hay una “fuerte corriente” en su interior que rechaza un acuerdo para un canje de rehenes de las FARC por guerrilleros detenidos.
Córdoba, quien ha actuado como mediadora con las FARC junto con el presidente venezolano Hugo Chávez en el caso de los rehenes, estimó en cambio que las recientes liberaciones unilaterales de la principal guerrilla del país sudamericano muestran que de su parte hay voluntad de diálogo, en tanto que descartó que Ingrid Betancourt padezca algún mal grave.
Por su parte, el diputado opositor costarricense Mario Quirós informó que su país pedirá a Colombia mayor precisión sobre sus más recientes reportes, en que presuntamente se vincula a ciudadanos de Costa Rica con las FARC.
En otro orden de cosas, este viernes dejó la cárcel el dirigente histórico de la desmovilizada guerrilla colombiana del Ejército Popular de Liberación, Francisco Caraballo, luego de haber cumplido 14 años en prisión de un total de 29 a que estaba condenado. De 71 años de edad, Caraballo dijo que trabajará en favor de la paz.
Por último, la Corte Suprema de Justicia de Colombia abrió una investigación preliminar contra la presidenta del Senado, Nancy Patricia Gutiérrez, acusada de tener nexos con escuadrones paramilitares de ultraderecha. Hasta la fecha, 29 legisladores colombianos están la cárcel por esa causa y otros 33 están bajo investigación.
Nota de DPA, AFP y Reuters, La Jornada, 19 de abril.
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