Crece temor de IP venezolana

CARACAS.— La nacionalización de la Siderurgia del Orinoco (Sidor), adoptada al amanecer del pasado miércoles por el gobierno venezolano, aumentó ayer la desconfianza de la iniciativa privada sobre el futuro de la economía de Venezuela.

Techint, empresa argentina con mayoría de acciones de Sidor y que ha operado la principal acerera venezolana en alianza con firmas de México, Brasil y Venezuela, pidió al gobierno de Argentina que acuda ante el presidente Hugo Chávez y defienda los intereses del capital argentino en este país.


La iniciativa privada venezolana reaccionó molesta a la nueva nacionalización adoptada por Chávez. El jueves de la semana anterior, Venezuela anunció que nacionalizará la industria cementera, golpeando a las firmas Cemex, de México; Holcim, de Suiza, y Lafarge, de Francia. En 2007, el presidente nacionalizó los estratégicos sectores de electricidad, telecomunicaciones e industria petrolera.


La estatización de Sidor es una “mala señal”, advirtió ayer la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), organización líder del empresariado nacional.


Al recordar que Sidor alcanzó metas importantes, tras ser privatizada en 1998, Fedecámaras precisó que “su producción se incrementó, se dio valor agregado y rendimiento superior al mineral del hierro y al acero. Ahora veremos cómo funciona estando nuevamente en manos del gobierno, cuando sabemos lo que ha ocurrido históricamente”.


Asimismo, la decisión genera inquietud entre los socios de Venezuela en distintos bloques comerciales, ya que la mayoría accionaria de Sidor pertenece a una compañía de un país que, como Argentina, es parte del Mercosur, al que el gobierno venezolano está intentando ingresar.

El más fuerte accionista es Ternium, con 60% y que pertenece al Grupo Techint, del que son parte Hylsamex, de México, y Siderar, de Argentina. Sivensa, de Venezuela, y Usiminas, de Brasil, integran Sidor, que tiene unos 4 mil500 empleados y exporta a 60 países, como Estados Unidos, China, México y el resto de América Latina.
Nota de José Meléndez, El Universal, 11 de abril.

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