Debate de 50 días y ni uno más: PRI-PAN

La designación de un recinto legislativo alterno se perfila como la única alternativa para desahogar la agenda del Congreso, ante la negativa de Andrés Manuel López Obrador y del Frente Amplio Progresista a un acuerdo para dar curso en el Senado a la iniciativa de reforma energética luego de 50 días de debate ininterrumpido, propuesto por el coordinador del PRI, Manlio Fabio Beltrones, y avalado por sus homólogos del PAN, Santiago Creel, y del PVEM, Francisco Agundis.

Esto debido a que los tiempos legislativos obligan a la aprobación de la legislación secundaria en materia electoral que, en opinión de Emilio Gamboa, líder de la bancada priista en San Lázaro, de no aprobarse “pondría en riesgo la realización de las elecciones intermedias de 2009” para renovar las diputaciones federales.

Además, existe presión para el reinicio de los trabajos en el Senado y la Cámara de Diputados —suspendidos por la toma de sus tribunas por legisladores del FAP—, ya que está programado que el próximo jueves, en sesión general del Congreso, sea recibida la presidenta de India, Pratibha Patil.

Por la mañana, el priista Manlio Fabio Beltrones presentó una propuesta que fue avalada por sus similares del PAN y del PVEM para debatir la reforma energética en un plazo de 50 días ininterrumpidos.

Por la noche, luego de una reunión con Andrés Manuel López Obrador, los coordinadores parlamentarios del Frente Amplio Progresista, en voz de Dante Delgado, rechazaron la propuesta por considerar que el tiempo no es suficiente y porque “no nos vamos a prestar a un debate simulado, legitimador, que obligue a nuestra organización a extender un cheque en blanco”.

De esta manera, las acciones de resistencia civil pacífica que incluyen la toma de las tribunas en Xicoténcatl y San Lázaro se mantienen (salvo que este martes se logre un acuerdo) y con ello quedan en el aire temas por discutir, como el viaje del presidente Felipe Calderón a Estados Unidos.

La propuesta de Beltrones se convirtió en acuerdo de la Junta de Coordinación Política del Senado que se hizo público en un documento en el que se plantea que se debata la mencionada reforma en un plazo de 50 días ininterrumpidos (siete semanas) a partir de que la Comisión de Energía emita la Convocatoria y con el compromiso de dictaminar hasta concluido este proceso.

El documento de cuatro puntos, que también se puso a consideración de los coordinadores del FAP, contempla el compromiso de las bancadas a facilitar que los trabajos de las comisiones dictaminadoras se lleven en orden, al igual que las sesiones plenarias y la instalación de la Comisión Permanente.

“En razón de lo anterior, los coordinadores de los grupos parlamentarios se comprometen a disponer lo conducente para asegurar el acceso a la tribuna, al recinto y a las instalaciones del Senado a fin de permitir el normal desarrollo de sus actividades”.

Beltrones consideró que los 50 días ininterrumpidos parecen un plazo “sumamente aconsejable” y expuso que un acuerdo para debatir sin la participación del Frente Amplio no es lo más conveniente, por lo que “estaremos siempre pensando en cómo lograr una suscripción unánime para regresar a lo que es la normalidad de los trabajos del Senado”.

A su vez, el coordinador de los senadores panistas, Santiago Creel, coincidió en que dos meses son suficientes para efectuar el debate nacional y su partido quiere ser lo más flexible para realizarlo pues “siempre ha estado a favor de ese análisis”.

Pero la propuesta no fue bien recibida por los coordinadores parlamentarios del FAP ni por el mismo López Obrador, quienes dejaron clara su postura de que “no se moverán de la propuesta de llevar el debate hasta agosto”.

El coordinador de los senadores del Partido del Trabajo, Alejandro González Yánez, precisó la postura del Frente Amplio Progresista:

—¿Qué se tiene qué hacer para que se desactive la resistencia?

—Que se acepte la propuesta del tiempo suficiente para el debate”.

Precisamente la propuesta del “tiempo suficiente” de las bancadas del FAP, con el beneplácito de Andrés Manuel López Obrador, es que el debate sobre el tema del petróleo se realice durante el período de receso del Congreso que va del 1 de mayo al 30 de agosto, es decir, cuatro meses, 120 días.

Esta misma posición fue reforzada por el gobierno legítimo de Andrés Manuel López Obrador. Su secretaria de patrimonio nacional, Claudia Sheinbaum, en conferencia de prensa y a nombre del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, adelantó: “mantendremos nuestras acciones de resistencia civil pacífica en defensa de la Constitución y del petróleo. Exigimos un debate nacional plural y democrático”.

Dijo que el acuerdo PRI-PAN no ofrece garantías de equidad, transparencia, difusión y acceso de toda la población a los argumentos de las partes, y lo que pretenden es justificar un acuerdo ya tomado entre Beltrones y Felipe Calderón.
Nota de Angélica Mercado, Fernando Damián y Heliodoro Cárdenas, Milenio, 15 de abril.

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