WASHINGTON (EFE y AP).— La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) incluyó a Colombia, Cuba, Haití y Venezuela en su lista de países de Latinoamérica que necesitan mejorar la defensa y vigilancia de los derechos humanos, según un informe divulgado ayer.
Los cuatro países constan en el Informe Anual de la CIDH, organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), que recoge los avances y retrocesos registrados durante 2007 en materia de derechos humanos en el continente.
La CIDH, que el año pasado recibió la cifra sin precedentes de mil 456 denuncias y tramitó un récord de mil 251 casos y peticiones, incluye en su “lista negra” a los mismos cuatro países que figuraban en el informe anterior. En el caso de Colombia, la CIDH advierte que, pese a la desmovilización de los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), “persiste la violencia derivada del conflicto armado”.
A la vez, subraya las crecientes denuncias sobre violación de los derechos fundamentales por parte de miembros de la Fuerza Pública, así como los ataques contra defensores de derechos humanos y líderes sociales por la guerrilla y otros grupos armados ilegales.
Sobre Cuba, que fue excluido en 1962 de la OEA, la CIDH manifiesta que las restricciones a los derechos políticos, la libertad de expresión y de difusión del pensamiento, la falta de elecciones y de independencia del poder judicial “configuran una situación permanente de transgresión de los derechos fundamentales de los ciudadanos”.
Por ello, insta al Estado, entre otras cosas, a aplicar las reformas necesarias conforme a sus obligaciones internacionales sobre derechos humanos y a ordenar la liberación “inmediata e incondicional” del opositor cubano Óscar Elías Biscet y de otros 77 disidentes.
En lo referente a Venezuela, la CIDH considera que existe “un ambiente hostil para el disenso político” que afecta “gravemente el pleno goce y disfrute” de los derechos protegidos por acuerdos internacionales. Además, se mostró preocupada por la represión que existe a la protesta social, el hostigamiento a ONGs y el funcionamiento de la justicia.
También criticó la negativa del presidente Hugo Chávez a una visita de la CIDH.
Finalmente, respecto de Haití, la CIDH observa una notable “mejoría” en materia de seguridad y de derechos humanos, aunque la situación, advirtió, sigue “siendo precaria” y las instituciones del Estado son “frágiles y deficientes”, igual que la situación social y económica.
Los cuatro países constan en el Informe Anual de la CIDH, organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), que recoge los avances y retrocesos registrados durante 2007 en materia de derechos humanos en el continente.
La CIDH, que el año pasado recibió la cifra sin precedentes de mil 456 denuncias y tramitó un récord de mil 251 casos y peticiones, incluye en su “lista negra” a los mismos cuatro países que figuraban en el informe anterior. En el caso de Colombia, la CIDH advierte que, pese a la desmovilización de los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), “persiste la violencia derivada del conflicto armado”.
A la vez, subraya las crecientes denuncias sobre violación de los derechos fundamentales por parte de miembros de la Fuerza Pública, así como los ataques contra defensores de derechos humanos y líderes sociales por la guerrilla y otros grupos armados ilegales.
Sobre Cuba, que fue excluido en 1962 de la OEA, la CIDH manifiesta que las restricciones a los derechos políticos, la libertad de expresión y de difusión del pensamiento, la falta de elecciones y de independencia del poder judicial “configuran una situación permanente de transgresión de los derechos fundamentales de los ciudadanos”.
Por ello, insta al Estado, entre otras cosas, a aplicar las reformas necesarias conforme a sus obligaciones internacionales sobre derechos humanos y a ordenar la liberación “inmediata e incondicional” del opositor cubano Óscar Elías Biscet y de otros 77 disidentes.
En lo referente a Venezuela, la CIDH considera que existe “un ambiente hostil para el disenso político” que afecta “gravemente el pleno goce y disfrute” de los derechos protegidos por acuerdos internacionales. Además, se mostró preocupada por la represión que existe a la protesta social, el hostigamiento a ONGs y el funcionamiento de la justicia.
También criticó la negativa del presidente Hugo Chávez a una visita de la CIDH.
Finalmente, respecto de Haití, la CIDH observa una notable “mejoría” en materia de seguridad y de derechos humanos, aunque la situación, advirtió, sigue “siendo precaria” y las instituciones del Estado son “frágiles y deficientes”, igual que la situación social y económica.
Nota de El Universal, 5 de abril.
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