Teléfonos de México se ha convertido en una maquinaria gigantesca de captar efectivo, que ha depredado a sus clientes y empresas competidoras, denunció Francisco Gil Díaz, presidente de Telefónica México.
"Se ha gestado un caso impecable de lo que los economistas califican como captura regulatoria, se trata de una máquina gigantesca de capturar efectivo avalada por diversos gobiernos. Una que obtiene flujos de miles de millones de dólares anuales a la que se le permite depredar a sus clientes, sean estos los consumidores u otras empresas", advirtió Gil Díaz durante una conferencia en la Expo Canitec 2008.
Citó palabras del ex Presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, pronunciadas en una conferencia en la Universidad de Harvard recientemente, quien dijo que "no se puede privatizar un monopolio público para transformarlo en un monopolio privado", en referencia específica al caso de Telmex, empresa que fue vendida durante su Gobierno.
En ese discurso, el ex mandatario también dijo que algunas privatizaciones no gozan de buena reputación debido a que los procesos no se realizaron de forma transparente, recordó Gil.
En este sentido, el presidente de Telefónica reiteró que la privatización de Telmex ha sido un "fracaso abismal" si se juzga en comparación de lo que otros países han logrado en menos años, a partir de sus privatizaciones respectivas.
El presidente de Telefónica dijo que la parálisis de los reguladores ha impedido que Telmex cumpla con la condición básica de la interconexión de su red con la de otros competidores.
Aquí citó el caso de Grupo de Telecomunicaciones Mexicanas, una filial de telefonía fija de Telefónica Movistar, quien ha tenido que esperar casi dos años para que Telmex la interconecte, aseguró Gil Díaz.
Añadió que la telefónica tiene un comportamiento de monopolio porque niega, retrasa, deteriora e interrumpe este servicio básico.
"El monopolio se defiende. Aduce que en cada segmento de mercado hay competidores. Sin embargo, los porcentajes de participación y el número de empresas son irrelevantes para medir el grado de competencia cuando el espinazo y las terminaciones de último kilómetro (de la red) esta en manos de una empresa dominante", señaló Gil.
Rechazó las acusaciones de Telmex en el sentido de que Telefónica ejerce una posición monopólica en países de América Latina donde tiene presencia y acusó a América Móvil (filial en telefonía celular de Telmex) de tener las mayores concentraciones en países como Nicaragua, Educador y Colombia.
"Se ha gestado un caso impecable de lo que los economistas califican como captura regulatoria, se trata de una máquina gigantesca de capturar efectivo avalada por diversos gobiernos. Una que obtiene flujos de miles de millones de dólares anuales a la que se le permite depredar a sus clientes, sean estos los consumidores u otras empresas", advirtió Gil Díaz durante una conferencia en la Expo Canitec 2008.
Citó palabras del ex Presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, pronunciadas en una conferencia en la Universidad de Harvard recientemente, quien dijo que "no se puede privatizar un monopolio público para transformarlo en un monopolio privado", en referencia específica al caso de Telmex, empresa que fue vendida durante su Gobierno.
En ese discurso, el ex mandatario también dijo que algunas privatizaciones no gozan de buena reputación debido a que los procesos no se realizaron de forma transparente, recordó Gil.
En este sentido, el presidente de Telefónica reiteró que la privatización de Telmex ha sido un "fracaso abismal" si se juzga en comparación de lo que otros países han logrado en menos años, a partir de sus privatizaciones respectivas.
El presidente de Telefónica dijo que la parálisis de los reguladores ha impedido que Telmex cumpla con la condición básica de la interconexión de su red con la de otros competidores.
Aquí citó el caso de Grupo de Telecomunicaciones Mexicanas, una filial de telefonía fija de Telefónica Movistar, quien ha tenido que esperar casi dos años para que Telmex la interconecte, aseguró Gil Díaz.
Añadió que la telefónica tiene un comportamiento de monopolio porque niega, retrasa, deteriora e interrumpe este servicio básico.
"El monopolio se defiende. Aduce que en cada segmento de mercado hay competidores. Sin embargo, los porcentajes de participación y el número de empresas son irrelevantes para medir el grado de competencia cuando el espinazo y las terminaciones de último kilómetro (de la red) esta en manos de una empresa dominante", señaló Gil.
Rechazó las acusaciones de Telmex en el sentido de que Telefónica ejerce una posición monopólica en países de América Latina donde tiene presencia y acusó a América Móvil (filial en telefonía celular de Telmex) de tener las mayores concentraciones en países como Nicaragua, Educador y Colombia.
Nota de Verónica Gascón, Reforma, 24 de abril.
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