Descartan FARC liberar a Ingrid

BUENOS AIRES.— Ni los reiterados pedidos de Francia y la Unión Europea, ni la llegada ayer a Colombia de la misión humanitaria enviada por Francia, Suiza y España, permitieron seguir alimentando las esperanzas de la inmediata liberación de Ingrid Betancourt, ya que Rodrigo Granda, más conocido como el “canciller” de las FARC, lanzó un balde de agua fría a esa posibilidad, la que sólo concibió como “el fruto de un acuerdo político”.

En un artículo, dado a conocer por la Agencia Bolivariana de Noticias, Granda, excarcelado en octubre último por decisión de presidente Álvaro Uribe, advirtió que “sólo como consecuencia de un canje de prisioneros saldrán libres quienes están cautivos en nuestros campamentos”.

“No es admisible que nos pidan más gestos de paz cuando, después de tantas muestras fehacientes de nuestra voluntad política por encontrar salidas al conflicto, se nos responde con infamias y maleficencia", afirmó el representante de las FARC.

No obstante, la misión enca bezada por Francia, desembarcó ayer de un avión Falcon en el aeropuerto militar de Catam, en las afueras de Bogotá, a la espera de hacer contacto con la guerrilla o conocer el lugar donde podría estar cautiva Ingrid.

Ese equipo, que tiene como metas la de asistir a la ex candidata presidencial, de nacionalidad franco-colombiana e incluso, de ser posible, obtener su liberación, está encabezado por el ex cónsul francés en Bogotá, Noel Sáez y de un funcionario suizo junto a dos médicos, uno de nacionalidad española.

Siempre sosteniendo que el estado de salud de Betancourt es grave, el gobierno colombiano autorizó la operación. Ayer, el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, reiteró la autorización en el supuesto caso que fuese necesario que esa aeronave francesa aterrice en el aeropuerto de San José del Guaviare, en cuyas cercanías la rehén fue vista con vida hace algunos días. Pero la carta de Granda, que no fue más que el corolario de lo que en la víspera había advertido la agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol, de sólidos vínculos con la guerrilla), donde calificaron al presidente francés Nicolás Sarkozy de “iluso”, ya que las coordenadas que espera “no llegarán”.

Mientras el avión aguarda conocer si sus destino será el Guaviare o París, en la capital colombiana la expectativa y la confusión rodeaban el caso Ingrid.

“Cuando sepan adónde van, allí podríamos prestarles toda la ayuda y toda la colaboración. Internarse en la selva sin saber adónde van sería bastante ilógico y peligroso”, advertía Santos, mientras el recientemente liberado Luis Eladio Pérez, advirtió de que la muerte en cautiverio de Betancourt “sería el fin” de las FARC.

Tanto la carta de Granda, a través de la agencia venezolana de Noticias y las declaraciones de Astrid Betancourt, hermana de la secuestrada pidiendo que “no nos olvidemos del papel que puede jugar el presidente (Hugo) Chávez”, volvió a poner sobre el tapete el rol del mandatario venezolano en el conflicto.

De hecho, Chávez calificó anoche esta misión de “extremadamente complicada” y le pidió a los gobiernos de Colombia y de Estados Unidos “un conjunto de gestos” para reactivar el proceso de canje humanitario.

Chávez también informó que habló con su colega francés, Nicolás Sarkozy, a quien le expresó que está dispuesto a acompañarlo en una operación humanitaria para liberar a la ex candidata presidencial colombiana.

Se arrepiente secuestrador

Mientras la misión se afana por hacer contacto con la guerrilla, según lo afirmó el embajador español, Antonio Collado, ayer Norberto Une, el guerrillero que en febrero de 2002 secuestró cerca de San Vicente del Caguan a Betancourt, se declaró “arrepentido” y pidió “perdón” a la familia de ella, por que nunca pensó “que estaría tanto tiempo secuestrada”.

Nota de José Vales, El Universal, 4 de abril.