El negocio del crudo, en aguas profundas

Petróleos Mexicanos debe arriesgarse a invertir en exploración y producción en aguas profundas, donde hay más evidencias de encontrar petróleo, porque son más rentables frente a los campos maduros, coincidieron especialistas del sector.

Los yacimientos maduros son en realidad una oportunidad de negocio para crear pequeñas empresas petroleras y Pemex no debería desperdiciar sus escasos recursos en su explotación.

En la mesa de energía, titulada "Mitos y Realidades de las Tecnológicas Petroleras", organizado por El Economista, especialistas y funcionarios del sector coincidieron en que Pemex debe enfocarse a grandes proyectos y destinar mayores recursos a la exploración de hidrocarburos en el Golfo de México.

Por otro lado, lo ideal es que la reforma energética, que se encuentra en la mesa de debate, debería considerar la creación de pequeñas empresas nacionales que se dediquen a explotar pozos de crudo que para las grandes petroleras ya no resultan rentables. Es un esquema que ya ocurre en Estados Unidos, Hungría, Canadá y Colombia, principalmente.


En aguas profundas, nadie va solo.

Duncan Wood, especialista del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Lourdes Melgar consultora independiente y exdirectora de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Energía y Ricardo Padilla y Sánchez, jefe de la División de Ingeniería en Ciencias de la Tierra, de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, dicen que la industria petrolera ya no es la que se tenía hace 10 años y ahora ninguna empresa desarrolla sola los proyecto de crudo.

Esto es importante porque Pemex proyecta extraer de pozos agotados hasta 25,000 barriles diarios entre 2008 y 2021, mientras que en aguas profundas estima obtener hasta 500,000 barriles diarios en el mismo periodo, en ambos casos los costo de producción son similares van de 15 a 20 dólares por barril.

Desarrollar este tipo de negocios por separado implicaría crear un tremendo auge de la industria petrolera, de la economía en México y dejarían trabajar a Pemex con mucha más eficiencia, consideran los expertos.

"Hay que jugar con el riesgo, arriesgarlo para ir a aguas profundas con las asociaciones que sean necesarias, porque durante años se ha invertido mucho en producción, pero los campos declinan naturalmente y llegamos a las crisis", expresa Ricardo Padilla. Hay evidencias en el Golfo de México, sobre todo en el yacimiento transfronterizo entre Estados Unidos y México llamado "perdido", en donde se tiene que explorar y explotar para no perder oportunidades frente al país vecino.

Por lo que "la reforma a hidrocarburos no solo debe beneficiar nada más a los grandes contratistas de Pemex", expresa Lourdes Melgar. Chevron Texaco y ExxonMobil para lograr el éxito en sus perforaciones en aguas profundas reparten la responsabilidad, su desarrollo se debe a que los pozos los realizan entre tres y cinco empresas, añadió Duncan. De hecho es "una oportunidad que no se está aprovechando", reconoció Teodulo Gutiérrez, subdirector Técnico de Exploración de Pemex.


Pronostican crisis.

Y aunque es complicado en México, hay nichos para todas las empresas, por ejemplo, las grandes empresas venden los campos muy maduros pequeños porque sus costos son muy altos que no le son rentables y se lo dan a otras compañías pequeñas.

Hay una urgencia real de descubrir nuevos yacimientos petroleros, porque en unos 15 años, advirtió Duncan, se vendrá en el país una crisis del petróleo.

Pemex podría convertirse en importador no solo de combustibles sino también de crudo. Inmediatamente de esto se vendrá una crisis política, económica y demográfica, dijo. Al respecto, Carlos Hernández, director técnico de Exploración y Producción de la Secretaría de Energía, añadió que bajo este escenario de urgencia de empezar hoy, se tiene que determinar qué queremos tener como país y qué renta petrolera queremos tener en el futuro.

"Esa discusión es el motor que va a dirigir a los que estén en pro de una reforma y que estén a favor de una reforma para que Pemex se abra y tenga otra participación, además de más moderna comparada con la industria mundial".

Se necesitan "nuevas formas de contratación, capacidad de ejecución y que no le quiten el dinero a la paraestatal. Ahí es donde va a estar la discusión en el Congreso y va hacer, al final de cuentas, la cápsula donde se va a comprimir la discusión de los foros que vienen".

Y aunque con todas "las ineficiencias que pueda tener la iniciativa" es un punto de partida, eso es muy claro, pero creo que trata de atender todos los puntos importantes del sector energético, añadió el funcionario.
Nota de Margarita Palma Gutiérrez, El Econonomista, 28 de abril.

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