El proyecto abre las puertas a la IP en refinación

El presidente Felipe Calderón envió al Senado su iniciativa de reforma energética, que da pie a un régimen mixto de inversiones en Pemex. Aunque se especifica que tendrán que licitarse todas las inversiones en actividades sustantivas, también se permitirá la inversión privada mediante adjudicaciones directas y por invitación a terceros en el área de servicios.

No sólo eso. En materia de refinación, la administración panista propone que, además de Pemex y sus subsidiarias, los sectores privado y social puedan realizar actividades de transporte, almacenamiento y distribución de gas, y que éstos sean “propietarios de ductos, instalaciones y equipos en los términos de las disposiciones reglamentarias, técnicas y de regulación que se expidan”.

En este tema (relacionado con las gasolinas) se menciona que Pemex y organismos subsidiarios podrán contratar con terceros los servicios de refinación de petróleo, aunque “dicha contratación no podrá, en modo alguno, transmitir la propiedad del hidrocarburo al contratista, quien tendrá la obligación de entregar a la paraestatal todos los productos y residuos aprovechables”.

La iniciativa llegó al Senado a las 19:16 horas de ayer y fue entregada al secretario de la Mesa Directiva de esa cámara, Víctor Orduña, y al secretario de Servicios Parlamentarios, Arturo Garita, en ausencia del panista y presidente, Santiago Creel.

Calderón envió al Senado una iniciativa que busca reformar cuatro leyes: Orgánica de Petróleos Mexicanos, Orgánica de la Administración Pública Federal, Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional, y de la Comisión Reguladora de Energía, además de crear la Ley de la Comisión del Petróleo. La propuesta se turnó de inmediato a las comisiones de Energía y Estudios Legislativos.

Detalles de la propuesta

En su argumentación, el Presidente sostiene que la propuesta busca dotar a Pemex de mayor autonomía de gestión, ampliar la transparencia y rendición de cuentas, aprovechar mejor los recursos tecnológicos disponibles, multiplicar su capacidad de operación y garantizar que el petróleo siga siendo propiedad de los mexicanos.

En materia de arrendamientos, servicios y obras públicas, Calderón propuso un régimen mixto para distinguir las actividades de carácter productivo de las que no lo son. Pretende sacar a las primeras de las leyes de adquisiciones y de obras, porque limitan el tope de gasto.

Se subraya también que se privilegiará la licitación pública. Sin embargo, abre la posibilidad para que Pemex “bajo su responsabilidad, opte por no llevarla a cabo (la licitación) y celebrar contratos a través de procedimientos de invitación a cuando menos tres personas, o adjudicación directa”.

En este esquema entran la prevención o remediación de derrames, los servicios de evaluación de riesgos, coberturas financieras, servicios de peritos, y mantenimiento o conservación de equipos industriales del fabricante original.

Se reitera que sólo la nación podrá llevar a cabo tareas de exploración, explotación, refinación, transporte, almacenamiento, distribución del petróleo, ventas de primera mano y productos que se obtengan de la refinación.

El panista Juan Bueno Torio aseguró que se permitirán los contratos “servicios ampliados” para explorar aguas profundas. Este esquema prevé pagos en efectivo a los contratistas que cumplan con sus servicio en menos tiempo y mejores condiciones.
Nota de Angélica Mercado, Milenio, 9 de abril.

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