El diagnóstico de Pemex presentado el domingo pasado por la Secretaría de Energía no aporta datos nuevos para la discusión de la reforma energética, además de que reutiliza información, fotografías y gráficos que ya estaban a disposición de la opinión pública en 14 archivos que se pueden descargar de portales oficiales, como se publicó en MILENIO el 24 de marzo.
La única diferencia que se puede encontrar entre el nuevo documento titulado Diagnóstico: Situación de Pemex y los reportes que han publicado tanto la paraestatal como la Sener desde 2006, es que en éstos se plantea de manera explícita abrir nuevos esquemas para la inversión privada. Por ejemplo, el libro blanco Proyectos de Inversión de Pemex Refinación cita textualmente: “es necesario explorar nuevas posibilidades de inversión pública y privada”; en contraparte, el informe que presentó la secretaria de Energía, Georgina Kessel, sólo menciona los países que permiten este tipo de inversión.
En algunas partes del diagnóstico, como el que se refiere a las dificultades que implica extraer el petróleo de aguas profundas, el texto es prácticamente el mismo. Las ilustraciones y fotografías que acompañan la explicación de las necesidades para extraer crudo a más de 500 metros se publicaron el 10 de marzo y lo único que cambia es el orden en el que se editaron junto con la información.
Por otra parte, hay información que se ha hecho pública aún fuera de los portales oficiales, como la presentación que hizo el expresidente del Instituto Mexicano de Ingenieros Químicos, Francisco Toscazo, para el Congreso Anual de la Asociación Mexicana para la Economía Energética, donde se describe en un mapa la infraestructura de las refinerías mexicanas con la misma imagen de archivo que la Sener recicla en la página 80 del documento que presentó hace tres días.
Por último, al igual que todos los documentos que se pueden consultar en internet, el diagnóstico también incluye conclusiones vagas que no ahondan en alternativas para contrarrestar las tendencias negativas de Pemex publicadas, eso sí, en distintos análisis desde hace más de dos años.
La única diferencia que se puede encontrar entre el nuevo documento titulado Diagnóstico: Situación de Pemex y los reportes que han publicado tanto la paraestatal como la Sener desde 2006, es que en éstos se plantea de manera explícita abrir nuevos esquemas para la inversión privada. Por ejemplo, el libro blanco Proyectos de Inversión de Pemex Refinación cita textualmente: “es necesario explorar nuevas posibilidades de inversión pública y privada”; en contraparte, el informe que presentó la secretaria de Energía, Georgina Kessel, sólo menciona los países que permiten este tipo de inversión.
En algunas partes del diagnóstico, como el que se refiere a las dificultades que implica extraer el petróleo de aguas profundas, el texto es prácticamente el mismo. Las ilustraciones y fotografías que acompañan la explicación de las necesidades para extraer crudo a más de 500 metros se publicaron el 10 de marzo y lo único que cambia es el orden en el que se editaron junto con la información.
Por otra parte, hay información que se ha hecho pública aún fuera de los portales oficiales, como la presentación que hizo el expresidente del Instituto Mexicano de Ingenieros Químicos, Francisco Toscazo, para el Congreso Anual de la Asociación Mexicana para la Economía Energética, donde se describe en un mapa la infraestructura de las refinerías mexicanas con la misma imagen de archivo que la Sener recicla en la página 80 del documento que presentó hace tres días.
Por último, al igual que todos los documentos que se pueden consultar en internet, el diagnóstico también incluye conclusiones vagas que no ahondan en alternativas para contrarrestar las tendencias negativas de Pemex publicadas, eso sí, en distintos análisis desde hace más de dos años.
Nota de Gabriel Bolio, Milenio, 2 de abril.
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