Los grupos parlamentarios del Frente Amplio Progresista (PRD, PT y Convergencia) y el PAN flexibilizaron sus posiciones y se declararon listos a analizar caminos que podrían liberar las tribunas del Congreso de la Unión.
Carlos Navarrete, líder senatorial del PRD, indicó —en representación del FAP— que este polo está “en una posición de diálogo”. Detalló que ha tenido contactos formales con los líderes del PRI y del PAN, Manlio Fabio Beltrones y Santiago Creel, respectivamente.
Ayer circuló entre los senadores una propuesta para un periodo de debate intermedio entre los 50 días que propuso el PRI y los 120 días que propuso el FAP. Se supo que el periodo expuesto a los perredistas es de 85 días, a partir de un periodo designado para el debate de cada uno de los 14 temas que integran este asunto. Se analizarían durante el periodo de receso.
En rueda de prensa Navarrete dijo que ambas partes (FAP y PAN) se han alejado de las posiciones mínimas de 50 días y máximas de 120 días; “hay disposición del PRD para continuar las conversaciones, pero insistimos en que sin debate no puede haber periodo extraordinario para dictaminar.
“Sin proceso ampliamente debatido no puede haber sólo la posposición de un madruguete para que terminado el debate nos convoquen a un periodo extraordinario y nos aprueben en fast track la reforma petrolera del señor Calderón… seguiremos las conversaciones… a la espera de que el lunes podamos tener una conclusión.
Al tiempo, el líder senatorial del PAN, Santiago Creel, ratificó su propuesta de “tercera vía” a fin de tomar el tiempo que sea necesario para analizar “con seriedad” cada uno de los temas que incluye el debate energético.
Creel hizo a un lado la discusión de 50 ó 120 días de diálogo y propuso asignar los días necesarios para el debate ordenado de cada uno de los 14 temas. Indicó que este esquema ya lo desarrolla la Comisión de Energía del Senado. Consideró que la toma de la tribuna contradice la petición de debate.
Confió en que habrá una solución en los próximos días. Pero dijo que depende de la voluntad de las partes “y sacar una propuesta que sea lógica, racional y que tenga un sentido legislativo que concluya en dictamen para eventualmente ponerlo a prueba de la Comisión y del pleno del Senado”.
Carlos Navarrete, líder senatorial del PRD, indicó —en representación del FAP— que este polo está “en una posición de diálogo”. Detalló que ha tenido contactos formales con los líderes del PRI y del PAN, Manlio Fabio Beltrones y Santiago Creel, respectivamente.
Ayer circuló entre los senadores una propuesta para un periodo de debate intermedio entre los 50 días que propuso el PRI y los 120 días que propuso el FAP. Se supo que el periodo expuesto a los perredistas es de 85 días, a partir de un periodo designado para el debate de cada uno de los 14 temas que integran este asunto. Se analizarían durante el periodo de receso.
En rueda de prensa Navarrete dijo que ambas partes (FAP y PAN) se han alejado de las posiciones mínimas de 50 días y máximas de 120 días; “hay disposición del PRD para continuar las conversaciones, pero insistimos en que sin debate no puede haber periodo extraordinario para dictaminar.
“Sin proceso ampliamente debatido no puede haber sólo la posposición de un madruguete para que terminado el debate nos convoquen a un periodo extraordinario y nos aprueben en fast track la reforma petrolera del señor Calderón… seguiremos las conversaciones… a la espera de que el lunes podamos tener una conclusión.
Al tiempo, el líder senatorial del PAN, Santiago Creel, ratificó su propuesta de “tercera vía” a fin de tomar el tiempo que sea necesario para analizar “con seriedad” cada uno de los temas que incluye el debate energético.
Creel hizo a un lado la discusión de 50 ó 120 días de diálogo y propuso asignar los días necesarios para el debate ordenado de cada uno de los 14 temas. Indicó que este esquema ya lo desarrolla la Comisión de Energía del Senado. Consideró que la toma de la tribuna contradice la petición de debate.
Confió en que habrá una solución en los próximos días. Pero dijo que depende de la voluntad de las partes “y sacar una propuesta que sea lógica, racional y que tenga un sentido legislativo que concluya en dictamen para eventualmente ponerlo a prueba de la Comisión y del pleno del Senado”.
Nota de Francisco Reséndiz, El Universal, 19 de abril.
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