Las bancadas del PRD en el Congreso iniciaron anoche un ayuno en demanda de que el Senado realice un amplio debate nacional antes de discutir, dictaminar y votar la reforma energética.
Esta nueva acción de resistencia civil comenzó a las 20:00 horas, con la presencia de 17 senadores y 29 diputados perredistas que "acamparon" en el patio central de la casona de Xicoténcatl.
El coordinador del PRD, Carlos Navarrete, explicó que la duración del ayuno depende de los resultados que obtenga la Junta de Coordinación Política, que sesionará a medio día.
Informó que, según datos de la dirigencia del PRD, unos 15 Congresos locales se sumarán al ayuno, cuya duración no ha sido definida y en el que sólo consumirán líquidos.
Las legisladoras del PRD que mantienen tomada la tribuna también participarán en el ayuno desde su propia "trinchera".
El secretario general del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo -quien estuvo en la instalación del ayuno-, informó que un notario público dará fe del cumplimiento de la huelga de hambre.
Además, adelantó que síndicos y regidores del PRD en todos los Ayuntamientos del País también podrían incorporarse al ayuno.
Los diputados federales se trasladaron hasta el patio del Senado con sus casas de campaña y sacos para dormir, mismos que tuvieron que regresar tras ser reconvenidos.
"Nos prohibieron las casas de campaña, las cobijas, las mantas, las pancartas y hasta nos advirtieron que en el Senado no se puede cantar, que se trata de una protesta seria", expresó uno de los legisladores.
Desaire de Izquierda
Unida Los diputados identificados con Izquierda Unida desairaron el ayuno propuesto por Nueva Izquierda en el Consejo Nacional de su partido, y sólo un legislador afin a Alejandro Encinas, José Antonio Almazán, aceptó incorporarse a la acción.
"La prioridad es el movimiento, aceptar el ayuno es distraernos. En esa reunión no dijimos nuestras razones para no entrar a calificar acciones y confrontarnos, pero nos parece que eso es distraernos, es una acción de ellos", dijo un diputado de Izquierda Unida.
Javier González Garza, líder de la bancada, dijo que era respetuoso de las decisiones del Consejo Nacional, pero no obligaría a nadie a acatar el acuerdo, por lo que les pidió mantener protegida la tribuna en San Lázaro.
Alrededor de 35 diputados de Nueva Izquierda decidieron participar en el ayuno.
A tres días de que inició la toma de la tribuna, los senadores del PRD ajustaron cuentas.
Durante una reunión privada, senadores cercanos a Navarrete reclamaron a Ricardo Monreal haber encabezado la protesta sin acuerdo previo de la bancada.
El zacatecano aseguró que la toma de la tribuna no fue una acción concertada, aunque reconoció que la decisión se tomó en comunicación con Andrés Manuel López Obrador.
Luego de la discusión, los perredistas acordaron actuar en unidad y reconocer el liderazgo de Navarrete.
Esta nueva acción de resistencia civil comenzó a las 20:00 horas, con la presencia de 17 senadores y 29 diputados perredistas que "acamparon" en el patio central de la casona de Xicoténcatl.
El coordinador del PRD, Carlos Navarrete, explicó que la duración del ayuno depende de los resultados que obtenga la Junta de Coordinación Política, que sesionará a medio día.
Informó que, según datos de la dirigencia del PRD, unos 15 Congresos locales se sumarán al ayuno, cuya duración no ha sido definida y en el que sólo consumirán líquidos.
Las legisladoras del PRD que mantienen tomada la tribuna también participarán en el ayuno desde su propia "trinchera".
El secretario general del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo -quien estuvo en la instalación del ayuno-, informó que un notario público dará fe del cumplimiento de la huelga de hambre.
Además, adelantó que síndicos y regidores del PRD en todos los Ayuntamientos del País también podrían incorporarse al ayuno.
Los diputados federales se trasladaron hasta el patio del Senado con sus casas de campaña y sacos para dormir, mismos que tuvieron que regresar tras ser reconvenidos.
"Nos prohibieron las casas de campaña, las cobijas, las mantas, las pancartas y hasta nos advirtieron que en el Senado no se puede cantar, que se trata de una protesta seria", expresó uno de los legisladores.
Desaire de Izquierda
Unida Los diputados identificados con Izquierda Unida desairaron el ayuno propuesto por Nueva Izquierda en el Consejo Nacional de su partido, y sólo un legislador afin a Alejandro Encinas, José Antonio Almazán, aceptó incorporarse a la acción.
"La prioridad es el movimiento, aceptar el ayuno es distraernos. En esa reunión no dijimos nuestras razones para no entrar a calificar acciones y confrontarnos, pero nos parece que eso es distraernos, es una acción de ellos", dijo un diputado de Izquierda Unida.
Javier González Garza, líder de la bancada, dijo que era respetuoso de las decisiones del Consejo Nacional, pero no obligaría a nadie a acatar el acuerdo, por lo que les pidió mantener protegida la tribuna en San Lázaro.
Alrededor de 35 diputados de Nueva Izquierda decidieron participar en el ayuno.
A tres días de que inició la toma de la tribuna, los senadores del PRD ajustaron cuentas.
Durante una reunión privada, senadores cercanos a Navarrete reclamaron a Ricardo Monreal haber encabezado la protesta sin acuerdo previo de la bancada.
El zacatecano aseguró que la toma de la tribuna no fue una acción concertada, aunque reconoció que la decisión se tomó en comunicación con Andrés Manuel López Obrador.
Luego de la discusión, los perredistas acordaron actuar en unidad y reconocer el liderazgo de Navarrete.
Nota de Claudia Guerrero y Érika Hernández, Reforma, 14 de abril.
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