Investiga CNDH tesis de que soldados asesinaron a dos de sus compañeros

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos investiga la tesis de que un grupo de 16 militares asesinó a dos de sus compañeros e hirió a otro para simular un enfrentamiento con un grupo delincuencial en Badiraguato, Sinaloa.

Esto, después de que los uniformados —sin aparente motivo— acribillaron a cuatro civiles el pasado 26 de marzo en la comunidad de Santiago de los Caballeros.

La utilización de un mismo tipo de arma, la identificación de víctimas, los obstáculos en la investigación por parte del Ejército y el montaje en torno a un supuesto herido más, son datos que refuerzan el “homicidio culposo” y que son compartidos a Crónica por Susana Pedroza de la Llave, Segunda Visitadora.

“Tenemos información de que, como en otros casos, los militares estaban alcoholizados y drogados, de ahí que hemos solicitado exámenes de orina y sangre”, refiere para reconstruir la historia.

Ante la versión difundida por la Secretaría de la Defensa Nacional sobre un herido más entre su personal, la CNDH descubrió que éste no resultó lesionado el 26 de marzo, sino días después, “y se ha podido comprobar que fue por una caída, que no tuvo nada que ver con lo de Badiraguato. Está en el Hospital Militar de Mazatlán, tiene una herida, ya saturada, en el dedo pulgar izquierdo, y otra en el dedo índice, además de una escoriación en la cabeza, nada de gravedad, pero él insiste en seguir hospitalizado”.

—¿Y han podido entrevistarlo?
—Sí, ya hablamos con él.
—¿Y qué les ha platicado sobre lo que ocurrió?
—Dice que no se acuerda de nada cuando, según constancias médicas, sus lesiones no son motivo para la pérdida de memoria. No quiere hablar, todas sus respuestas son negativas.

La Visitadora asegura además que civiles y militares fueron ejecutados con las mismas armas largas de proyectiles de alta velocidad, denominadas G3, de uso exclusivo del Ejército. Se hizo a sangre fría y, en el caso de los militares, es en la espalda donde se detectó el orificio de entrada de las balas, con salida en el pecho. “Se ha demostrado fehacientemente la ejecución, la privación al derecho a la vida”.

Los dos soldados asesinados eran de los más jóvenes e inexpertos del grupo y estaban en la lista de 20 que, según la Sedena, operaban en la zona.

Pedroza de la Llave señala que personal militar obstaculizó la investigación cuando visitadores de la CNDH acudieron al Hospital Regional del ISSSTE en Culiacán, donde fue internado el soldado herido.

“Se logró entrar después de mucho tiempo: el hombre está inconsciente, en terapia intensiva, presenta lesión en flanco derecho con exposición de intestinos, en un área de 50 por 30 centímetros”.
Nota de Daniel Blancas Madrigal, Crónica, 11 de abril.

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