Los diputados del Frente Amplio Progresista liberaron ayer la tribuna de San Lázaro, pero la megamanta que "clausuró" la Cámara de Diputados durante 16 días se quedará en el recinto legislativo... por si las dudas.
De más de 50 kilos de peso y de 8 por 16 metros, el símbolo principal en la toma de la tribuna en San Lázaro regresó al lugar donde estuvo guardada dos semanas, antes de la protesta, a sólo seis pasos de una de las entradas al salón de plenos.
La oficina de la coordinación del PT será el lugar de resguardo del manto plástico con la leyenda "Congreso clausurado", para que esté disponible en cualquier momento y ante cualquier circunstancia en lo que resta de la Legislatura.
"Ahí se va a quedar, la vamos a cuidar bien", dijo muy serio y sin quitarle la vista el diputado del PT Silvano Garay, una vez que la monumental manta quedó doblada y depositada en un sillón.
Anoche, avanzaba el consenso entre los diputados del FAP para que el manto fuera entregado sólo simbólicamente al grupo de "Las Adelitas" que encabezaron la movilización en el Senado, durante el mitin que tendrá lugar mañana domingo en el Zócalo con Andrés Manuel López Obrador.
Layda Sansores señaló que más vale tener cerca la megamanta, porque nunca se sabe qué pueda pasar.
"Ahí la vamos a tener, por si las dudas se vuelve a necesitar, que esperamos que no", expresó la legisladora de Convergencia.
Los diputados del Frente Amplio Progresista dejaron para el último, en la liberación de la tribuna, el retiro de la emblemática manta.
El coordinador del PRD, Javier González Garza, fue quien hizo el primer movimiento para intentar doblarla, luego de que entonaron el himno nacional.
Los diputados de los tres partidos, PRD, PT y Convergencia, apenas pudieron enrollarla para sacarla del recinto legislativo.
"¡Vamos, vamos, necesitamos brazos!", dirigía Alejandro Sánchez Camacho.
Extendida a lo largo del recinto, con dificultad los legisladores levantaron el plástico sobre sus hombros y la sacaron, formados en hilera, por el pasillo central.
Dobles tras dobles, punta con punta, la manta quedó echa un abultado cuadrado, amarrado con mecates para poder sujetarla.
Maribel Alva y María Elena Torres Baltazar luchaban por no soltar la megamanta y llevarla a su destino final, junto con José Jacques y Adrián Pedraza, entre otros.
"Vamos a dejar la manta en la sede alterna", propuso el perredista Othón Cuevas. "No, mejor hay que llevársela a Ruth Zavaleta para que nos la guarde", dijo burlona Sansores.
Adiós al campamento
Una hora tardó la liberación de la tribuna en la Cámara de Diputados, porque la tribuna se asemejaba a un campamento de protesta en el zócalo.
Aún no terminaba el anuncio del senador del PRI, Manlio Fabio Beltrones, sobre el acuerdo alcanzado para el debate nacional, cuando inició, a las 13:25 horas, el desalojo del salón de plenos.
Una llamada del coordinador Javier González Garza al diputado Alfonso Suárez del Real fue la señal para iniciar la liberación.
El primer paso fue romper los cordones que sujetaban sillas y mantas, y luego volver a colocar en su lugar las más de 200 curules de los panistas que sirvieron de barricadas, mientras entonaban la cumbia "el petróleo es nuestro, el petróleo es nuestro".
Sin mucho esfuerzo Mónica Fernández, Cuauhtémoc Velasco e Irene Aragón ondeaban banderas desde la tribuna, mientras que un ejército de diputados, que fueron llegando poco a poco, cargaban y arrastraban los pesados asientos.
Claudia Cruz se quitó el saco, Cuauhtémoc Sandoval iba y venía, Emilio Ulloa pedía kleenex para limpiarse el sudor, Juan Abad jadeaba del esfuerzo y David Sánchez Camacho, enrojecido, se limpiaba también el sudor con las mangas de la camisa.
Los diputados de la corriente perredista Nueva Izquierda llegaron también a la liberación de la tribuna, pero algunos sólo vieron desde lejos el movimiento.
"Yo no hice este desmadre", argumentó Octavio Martínez entre carcajadas.
Javier González Garza dio lectura al comunicado del FAP, como mensaje final sobre la conclusión de la toma de tribunas en el Congreso y por el "triunfo" de lograr un debate nacional sobre la reforma petrolera.
Por si las dudas
El retiro de la gigantesca manta que tapó la tribuna de la Cámara de Diputados fue el punto final de la protesta del FAP, pero los legisladores advirtieron que si hay un 'madruguete' la volverán a colocar.
El Rollo. Muchos brazos requirió la manta para ser enrollada y bajada de la tribuna.
Pesada carga. Sobre sus hombros los diputados del Frente llevaron la manta al vestíbulo.
A la espera. En las oficinas del PT quedó el símbolo de la resistencia en San Lázaro.
De más de 50 kilos de peso y de 8 por 16 metros, el símbolo principal en la toma de la tribuna en San Lázaro regresó al lugar donde estuvo guardada dos semanas, antes de la protesta, a sólo seis pasos de una de las entradas al salón de plenos.
La oficina de la coordinación del PT será el lugar de resguardo del manto plástico con la leyenda "Congreso clausurado", para que esté disponible en cualquier momento y ante cualquier circunstancia en lo que resta de la Legislatura.
"Ahí se va a quedar, la vamos a cuidar bien", dijo muy serio y sin quitarle la vista el diputado del PT Silvano Garay, una vez que la monumental manta quedó doblada y depositada en un sillón.
Anoche, avanzaba el consenso entre los diputados del FAP para que el manto fuera entregado sólo simbólicamente al grupo de "Las Adelitas" que encabezaron la movilización en el Senado, durante el mitin que tendrá lugar mañana domingo en el Zócalo con Andrés Manuel López Obrador.
Layda Sansores señaló que más vale tener cerca la megamanta, porque nunca se sabe qué pueda pasar.
"Ahí la vamos a tener, por si las dudas se vuelve a necesitar, que esperamos que no", expresó la legisladora de Convergencia.
Los diputados del Frente Amplio Progresista dejaron para el último, en la liberación de la tribuna, el retiro de la emblemática manta.
El coordinador del PRD, Javier González Garza, fue quien hizo el primer movimiento para intentar doblarla, luego de que entonaron el himno nacional.
Los diputados de los tres partidos, PRD, PT y Convergencia, apenas pudieron enrollarla para sacarla del recinto legislativo.
"¡Vamos, vamos, necesitamos brazos!", dirigía Alejandro Sánchez Camacho.
Extendida a lo largo del recinto, con dificultad los legisladores levantaron el plástico sobre sus hombros y la sacaron, formados en hilera, por el pasillo central.
Dobles tras dobles, punta con punta, la manta quedó echa un abultado cuadrado, amarrado con mecates para poder sujetarla.
Maribel Alva y María Elena Torres Baltazar luchaban por no soltar la megamanta y llevarla a su destino final, junto con José Jacques y Adrián Pedraza, entre otros.
"Vamos a dejar la manta en la sede alterna", propuso el perredista Othón Cuevas. "No, mejor hay que llevársela a Ruth Zavaleta para que nos la guarde", dijo burlona Sansores.
Adiós al campamento
Una hora tardó la liberación de la tribuna en la Cámara de Diputados, porque la tribuna se asemejaba a un campamento de protesta en el zócalo.
Aún no terminaba el anuncio del senador del PRI, Manlio Fabio Beltrones, sobre el acuerdo alcanzado para el debate nacional, cuando inició, a las 13:25 horas, el desalojo del salón de plenos.
Una llamada del coordinador Javier González Garza al diputado Alfonso Suárez del Real fue la señal para iniciar la liberación.
El primer paso fue romper los cordones que sujetaban sillas y mantas, y luego volver a colocar en su lugar las más de 200 curules de los panistas que sirvieron de barricadas, mientras entonaban la cumbia "el petróleo es nuestro, el petróleo es nuestro".
Sin mucho esfuerzo Mónica Fernández, Cuauhtémoc Velasco e Irene Aragón ondeaban banderas desde la tribuna, mientras que un ejército de diputados, que fueron llegando poco a poco, cargaban y arrastraban los pesados asientos.
Claudia Cruz se quitó el saco, Cuauhtémoc Sandoval iba y venía, Emilio Ulloa pedía kleenex para limpiarse el sudor, Juan Abad jadeaba del esfuerzo y David Sánchez Camacho, enrojecido, se limpiaba también el sudor con las mangas de la camisa.
Los diputados de la corriente perredista Nueva Izquierda llegaron también a la liberación de la tribuna, pero algunos sólo vieron desde lejos el movimiento.
"Yo no hice este desmadre", argumentó Octavio Martínez entre carcajadas.
Javier González Garza dio lectura al comunicado del FAP, como mensaje final sobre la conclusión de la toma de tribunas en el Congreso y por el "triunfo" de lograr un debate nacional sobre la reforma petrolera.
Por si las dudas
El retiro de la gigantesca manta que tapó la tribuna de la Cámara de Diputados fue el punto final de la protesta del FAP, pero los legisladores advirtieron que si hay un 'madruguete' la volverán a colocar.
El Rollo. Muchos brazos requirió la manta para ser enrollada y bajada de la tribuna.
Pesada carga. Sobre sus hombros los diputados del Frente llevaron la manta al vestíbulo.
A la espera. En las oficinas del PT quedó el símbolo de la resistencia en San Lázaro.
Nota de Claudia Salazar, Reforma, 26 de abril.
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