México regresará al Consejo de Seguridad

El regreso de México al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para el periodo 2009-2010 está virtualmente amarrado: al menos medio centenar de países ya se han comprometido con la candidatura mexicana, a casi seis meses de las elecciones en la sede de la ONU, en Nueva York.

Erigida hasta el momento en la única candidatura del Grupo de América Latina y el Caribe (GRULAC), la de México cuenta con el apoyo de buena parte de los países de la región, —con la excepción de Venezuela— además de las principales potencias de Europa y Asia.

En la Secretaría de Relaciones Exteriores se estima que, de no cambiar la situación de forma drástica, México estará en 2009 de nueva cuenta al lado de los cinco grandes –Estados Unidos, China, Francia, Gran Bretaña y Rusia— en el máximo órgano de Naciones Unidas, justo cuando el sexenio del presidente Felipe Calderón cumpla su medio término.

La opinión en Tlatelolco es la de un optimismo adelantado.

“Un país con las características de México, con el peso de su economía y de su demografía, no puede no ser miembro no permanente del Consejo de Seguridad. No se concibe que un país con estas características esté fuera del Consejo. En suma, estamos regresando”, advirtió en enero pasado el subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la cancillería, Juan Manuel Gómez Robledo.

Prevista para coincidir con la Asamblea General de la ONU en octubre, la próxima elección del Consejo de Seguridad tiene como antecedente inmediato la lucha entre Venezuela y Guatemala durante su anterior edición (2006), cuando la votación en Naciones Unidas se rompió entre uno y otro candidato.

Precisamente ante ese escenario y para evitar una votación dividida que debilite su candidatura, la cancillería arrancó desde el año pasado el cabildeo para llevar a México de nueva cuenta al CSNU, donde ha participado en tres ocasiones: 1945-1946, 1980-1981, 2001-2002.

Y es que la última elección en la que participó México estuvo a punto de terminar en desastre: en 2001, apenas se logró vencer a República Dominicana por unos cuantos votos, pese a la disparidad de recursos entre las cancillerías de ambos países.

“Mejor me salí a fumar cuando vi los números y nos fuimos a segunda ronda”, dijo en su momento el entonces embajador de México ante la ONU, Jorge Eduardo Navarrete.

A la mitad del camino

Un informe de la Dirección General de Naciones Unidas de la Secretaría de Relaciones Exteriores, obtenido por MILENIO, señala que a medio año de la cita electoral ya se tiene amarrado 50 por ciento de los votos necesarios para vencer en una primera ronda de votaciones.

Para evitar una segunda ronda –en la que los votos amarrados de la primera se liberan y los cálculos se tornan imposibles— se requieren, al menos, dos terceras partes de los integrantes de la Asamblea General para garantizar una victoria inmediata.

Al respecto, acorde al informe diplomático, en Latinoamérica se han comprometido con México: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Haití, Nicaragua y Perú, así como las islas caribeñas de Saint Kitts y Nevis y Trinidad y Tobago.

Todavía falta por definir si el resto de la Comunidad Económica Caribeña (CARICOM), con sus 14 votos, respalda a México o repite lo ocurrido durante la candidatura de Luis Ernesto Derbez a la secretaría general de la Organización de Estados Americanos, cuando se fracturó y respaldó en su mayor parte al chileno José Miguel Insulza.

Un dato del Caribe preocupa en pasillos de la Cancillería: en 2006 México apoyó a Guatemala en su intento por llegar al CSNU, pese a que en la comunidad caribeña existe amplia molestia contra el gobierno guatemalteco por sus diferendos fronterizos con Belice.

El CARICOM definirá su postura consensuada a finales de julio, durante la cumbre ordinaria de jefes de Estado del bloque caribeño, a llevarse a cabo en Antigua.

Por el otro lado, por descontado se anticipa que aún cuando todavía no hay compromisos formales, el resto de Centroamérica votará a favor de México, de conformidad con su comportamiento histórico.

En otras regiones, el panorama en Tlatelolco es de números positivos: acorde a datos de la dependencia, están amarrados en Europa, el Pacífico y Norteamérica los votos de Australia, Nueva Zelanda, Austria, Bélgica, Italia, Países Bajos, Islandia, Eslovaquia, Dinamarca, España, Eslovenia, Letonia, Lituania, República Checa, Malta, Canadá y Rumania.

En duda queda aún el respaldo de Estados Unidos, que a pesar de ser la principal potencia del planeta, en foros multilaterales sólo suele arrastrar pocos votos a favor de las naciones que decide respaldar, entre ellos los de Guam, Israel y las islas Marshall.

En África, la embajada de México en Etiopía —sede de la Unión Africana—ha sido la encargada de cabildear los votos necesarios en una región cuyo peso numérico le hace crucial para las aspiraciones de cualquier candidato al CSNU.

Entre otras naciones africanas que ya han adelantado su respaldo a México se encuentran Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Gabón, Libia y Zambia. En la lista de votos pendientes por atrapar quedan los de potencias regionales como Egipto, Nigeria, Sudáfrica además de la propia Etiopía.

Las cuentas de la SRE en lo que a Asia y el Medio Oriente señalan que, hasta ahora, se ha recibido el respaldo oficial de Líbano, Paquistán, Corea del Sur, Tayikistán y Vietnam, aunque no se descarta intensificar el cabildeo entre las ex repúblicas soviéticas y en el Golfo Pérsico.

La Habana y los aspirantes a grandes

Fuentes diplomáticas confirmaron que, tras la reunión de principios de marzo entre los cancilleres de Cuba y México, Felipe Pérez Roque y Patricia Espinosa, la candidatura mexicana sumó a los apoyos recibidos no sólo el voto de Cuba, sino los de una treintena de países africanos y asiáticos con los que La Habana suele tener gran peso en la toma de decisiones.

En una repetición de la estrategia seguida en la candidatura de 2001-2002, el proyecto diplomático calderonista ahora sumará los votos automáticos que Cuba ejerce entre países del Tercer Mundo, con los que mantiene un gran liderazgo.

Incluido en el informe, un dato adicional resalta el optimismo de Relaciones Exteriores de cara a la elección de octubre próximo: cuatro países definidos como potencias medias, aspirantes a ocupar escaños permanentes en el Consejo de Seguridad, han ofrecido su voto a México.

Alemania, Japón, India e incluso Brasil, con el que México sostiene una intensa competencia en torno a la redefinición del Consejo de Seguridad —y en especial a quién de los dos pertenecería un eventual asiento permanente latinoamericano—, acordaron respaldar la candidatura mexicana con sus respectivos sufragios.
Nota de Victor Hugo Michel, Milenio, 1º de abril.

0 Responses to "México regresará al Consejo de Seguridad"